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COMPARTIR ‘NOTICIAS FALSAS’ ES SER CÓMPLICE DEL MAL, DICE EL PAPA

By CINDY WOODEN, CATHOLIC NEWS SERVICE     1/25/2018

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — La gente tiene la responsabilidad de verificar la fuente de lo que comparten en las redes sociales para asegurarse de que no se trate de “noticias falsas” diseñadas para fomentar prejuicios o aumentar el temor, dijo el papa Francisco.

Las noticias falsas captan la atención de las personas “poniendo el acento en estereotipos y prejuicios extendidos dentro de un tejido social, y se apoyan en emociones fáciles de suscitar, como el ansia, el desprecio, la rabia y la frustración”, escribió el papa Francisco en su mensaje para la 52 Jornada Mundial de las Comunicaciones.

El mensaje es una reflexión sobre el tema, “La verdad os hará libres. Fake news y periodismo de paz”. La Jornada Mundial de las Comunicaciones se celebrará el 13 de mayo en el Vaticano y en la mayoría de las diócesis. El mensaje del Vaticano fue lanzado el 24 de enero para la fiesta de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas.

Noticias falsas son efectivas porque imitan noticias verdaderas pero usan “datos inexistentes o distorsionados” para engañar y manipular, dijo el papa.

La primera en emplear la táctica de las noticias falsas fue la serpiente en el Jardín del Edén que convenció a Eva de que no moriría si comía de la fruta del árbol prohibido, dijo el papa. La historia bíblica muestra que “ninguna desinformación es inocua; por el contrario, fiarse de lo que es falso produce consecuencias nefastas. Incluso una distorsión de la verdad aparentemente leve puede tener efectos peligrosos”.

El papa Francisco agradeció a maestros que les enseñan a los jóvenes cómo leer y cuestionar las noticias y la información que ven presentada en las redes sociales. Apoyó esfuerzos para desarrollar regulaciones para contrarrestar las noticias falsas y agradeció a compañías tecnológicas y de comunicaciones y sus esfuerzos para tratar de mejorar la manera de verificar “las identidades personales que se esconden detrás de millones de perfiles digitales”.

Pero, insistió, que el público siempre tendrá la responsabilidad final de discernir cuales son noticias verdaderas y qué es útil compartir en las redes sociales.

Dijo que “se ha de desenmascarar la que se podría definir como la ‘lógica de la serpiente’, capaz de camuflarse en todas partes y morder”.

El poder de la serpiente crece a medida que las personas limitan sus fuentes de información y solo reciben noticias de un solo lugar, y en ese lugar, donde algoritmos dan a los usuarios más información parecida, leen más información como la que acaban de leer, dijo el papa.

“El resultado de esta lógica de la desinformación es que, en lugar de realizar una sana comparación con otras fuentes de información, lo que podría poner en discusión positivamente los prejuicios y abrir un diálogo constructivo, se corre el riesgo de convertirse en actores involuntarios de la difusión de opiniones sectarias e infundadas”, dijo el papa.

Personas que publican o retuitean información falsa, dijo el papa, se convierten en “actores involuntarios de la difusión de opiniones sectarias e infundadas”.

Una forma de saber si algo se debe verificar y no compartir, dijo, es ver si presenta a otra persona “como enemigo, hasta llegar a la demonización que favorece los conflictos”

Con la difusión rápida de noticias e información, real y falsa, las vidas y las almas están en juego, dijo, porque el “padre de las mentiras” es el demonio.

El discernimiento verdadero, dijo el papa, significa examinar la información y ver lo que promueve la comunión y la bondad, al tiempo que rechaza lo que “tiende a aislar, dividir y contraponer”.

“Por sus frutos podemos distinguir la verdad de los enunciados: si suscitan polémica, fomentan divisiones, infunden resignación; o si, por el contrario, llevan a la reflexión consciente y madura, al diálogo constructivo, a una laboriosidad provechosa”, dijo el papa.

El periodista, dijo, tiene una responsabilidad especial en el mundo moderno de los medios y “tiene la tarea, en el frenesí de las noticias y en el torbellino de las primicias, de recordar que en el centro de la noticia no está la velocidad en darla y el impacto sobre las cifras de audiencia, sino las personas”.

El papa Francisco pidió a profesionales que trabajan en los medios de comunicación que promuevan “un periodismo de paz”, lo que no significa ignorar los problemas ni pintar condiciones mejor de los que están, pero significa periodismo “sin fingimientos, hostil a las falsedades, a eslóganes efectistas”.

Un periodismo de paz sirve a todas las personas, “especialmente a aquellos — y son la mayoría en el mundo — que no tienen voz; un periodismo que no queme las noticias, sino que se esfuerce en buscar las causas reales de los conflictos, para favorecer la comprensión de sus raíces y su superación a través de la puesta en marcha de procesos virtuosos; un periodismo empeñado en indicar soluciones alternativas a la escalada del clamor y de la violencia verbal”.