WASHINGTON (CNS) — Muchas personas que miran el mes de febrero en sus calendarios le están dando un doble vistazo, ya que el Miércoles de Ceniza cae este año el 14 de febrero, Día de San Valentín.
Los dos días, llenos de tradición, no tienen mucho en común más allá de sus raíces religiosas. El Día de San Valentín, nombrado en honor al santo mártir del siglo 3, en Estados Unidos se enfoca en el romance y se celebra con tarjetas, dulces, flores y cenas agradables, lo opuesto al Miércoles de Ceniza, que tiene un tono más sombrío ya que es el comienzo de los 40 días de oración, ayuno y dar limosna de la Cuaresma.
El Miércoles de Ceniza es también uno de dos días, junto con el Viernes Santo, que son días de obligación de ayuno y abstinencia para los adultos católicos — que significa no comer carne y comer solo una comida completa y dos comidas menores. Es decir, no es un día para consumir dulces, pasteles de chocolate, ni cenas de bistec.
Y para aquellos que se preguntan si lo obispos católicos podrían dar una dispensa de los requisitos de ayuno de ese día, como lo han hecho a veces con la regla de no comer carne cuando el Día de San Patricio cae durante un viernes de Cuaresma, no se ve probable.
El obispo Robert J. Baker de Birmingham, Alabama, le dijo a los católicos de su diócesis en un comunicado del 29 de enero que “algunos se han preguntado si se concedería una dispensa de las leyes” de ayuno y abstinencia para el 14 de febrero.
“No se dará una dispensa”, él escribió, enfatizando que su decisión fue tomada “por respeto a la importancia del Miércoles de Ceniza en las vidas de tantos — incluidos nuestros hermanos no católicos — y la manera en que esta costumbre enfatiza la importancia de la temporada de Cuaresma en su comienzo”.
Él sugirió que los católicos escojan otro “día no penitencial” para celebrar el Día de San Valentín, tal vez el 13 de febrero, cuando se celebra Carnaval.
“El buen Señor, quien sufrió tanto por amor a nosotros, de seguro recompensará nuestra fidelidad y sacrificio”, él añadió.
De manera similar, un comunicado del 26 de enero de la Arquidiócesis de Chicago sugirió celebrar el Día de San Valentín también durante Carnaval, “un momento tradicionalmente festivo antes de comenzar nuestra observancia de la Cuaresma”.
Los católicos de todo el mundo reconocen el Miércoles de Ceniza como el solemne comienzo de un periodo de reflexión y penitencia en oración, como es evidente por el gran número de personas que van a la iglesia este día”, decía el comunicado enfatizando que ese día “la obligación de ayuno y abstinencia tiene que ser naturalmente la prioridad de la comunidad católica”.
Joseph Zwilling, director de comunicaciones de la Arquidiócesis de Nueva York, dijo que el cardenal Timothy M. Dolan de Nueva York no le dio una dispensa a los católicos para el Día de San Valentín y señaló que san Patricio es el patrono de la arquidiócesis, lo cual pone la celebración de ese día “en una categoría distinta”.
El Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado (CARA), con sede en la universidad Georgetown, señala que los dos días coincidirán otra vez en 2024 y 2029 y que en 2096 el Miércoles de Ceniza sucederá en un día bisiesto, el 29 de febrero, por primera vez en la historia de la iglesia.
A pesar de la rareza de la fecha del Miércoles de Ceniza de este año, un artículo en el sitio web de CARA señala que es improbable que los obispos estadounidenses den una dispensa de Miércoles de Ceniza como algunos de ellos lo han hecho para el Día de San Patricio, principalmente porque no es mucho lo que se sabe de san Valentín, quien se dice que fue asesinado bajo órdenes de emperador Claudius en 278 por haber casado a cristianos en tiempos en que el emperador intentaba reclutar hombres solteros para el ejército.
No solo hay pocos detalles sobre el santo, sino que también hay relatos mixtos de posiblemente tres mártires distintos que se llamaban Valentín que compartían un día de fiesta el 14 de febrero. La confusión y la falta de detalles llevó a la iglesia a remover la fiesta litúrgica de San Valentín del calendario general de la iglesia a fines de la década de 1960.