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EL PAPA DICE QUE LA EUTANASIA REPRESENTA EL TRIUNFO DEL EGOÍSMO Y QUE NO ES ACTO DE COMPASIÓN

By Junno Arocho Esteves, Catholic News Service     6/14/2016

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — La creciente aceptación de la eutanasia no indica un aumento de compasión sino que subraya el aumento de la egoísta “cultura del descarte” que margina a los enfermos, a los moribundos y a todos aquellos que no satisfacen los requisitos percibidos de una vida saludable, dijo el papa Francisco.

En una cultura que en forma creciente se convierte más y más en “tecnológica e individualista”, algunas personas tienden a “esconderse detrás de una falsa compasión para justificar el darle muerte a un paciente”, les dijo el papa a profesionistas del cuidado de la salud, provenientes de España y de Latinoamérica, el 9 de junio.

“Con verdadera compasión no se margina, no se humilla ni se excluye y mucho menos no se celebra la muerte de un paciente”, dijo el papa. “Ustedes saben bien que eso es el triunfo del egoísmo, de la ‘cultura del descarte’ por medio de la cual se rechaza a la gente y se le desprecia cuando no cumplen con ciertas normas de salud, belleza o utilidad”.

El papa Francisco les agradeció a los doctores el cuidado que ponen para con “los que sufren de cuerpo y espíritu”, e insistió en que la identidad de los médicos no depende solamente de sus conocimientos y competencia sino principalmente de su compasión y la misericordia que les demuestren a los enfermos.

“La compasión no significa tener lástima sino que significa ‘sufrir con el que sufre'”, dijo el papa. Cuando los médicos comparten el sufrimiento de sus pacientes, añadió, “el valor sagrado de la vida del paciente no desaparece ni se obscurece”.

El papa Francisco les recordó a los médicos la tradición bíblica del cuidado de la salud, trayendo a colación el ejemplo del buen samaritano “que no pasa de largo sin ponerle atención a la persona que está herida a la vera del camino, sino que, movido de compasión, lo cura y lo atiende”.

“La tradición médica cristiana siempre ha estado inspirada por la parábola del buen samaritano, dijo el papa. Se trata de identificarse con el amor del Hijo de Dios, quien se dedicó a hacer el bien y a curar a todos aquellos que se encontraban oprimidos por el demonio, pues Dios estaba con Él'”.

Empero, dijo el Papa, el cuidado de los enfermos requiere paciencia y los doctores no deben caer “en la tentación funcional” de aplicar soluciones rápidas que tienen como motivación “una falsa compasión” o economía de costos.

“La dignidad de la vida humana está en juego; la dignidad de la propia vocación médica está en juego”, dijo el Papa. “Nada debe de evitarles a ustedes ‘que le pongan más corazón al trabajo de las manos'”.