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INMIGRANTES ANHELAN LA PROMESA DE UNA AMÉRICA GRANDIOSA

PEREGRINOS CAMINAN DESDE LAKE FOREST A LOS ÁNGELES; DICEN QUE LA ORACIÓN PUEDE CAMBIAR EL CORAZÓN DE LOS GOBERNANTES EN FAVOR DE UNA REFORMA MIGRATORIA

By JORGE LUIS MACÍAS     7/31/2017

“Si sufre un miembro, todos los demás sufren con él. Si un miembro es honrado, todos los demás toman parte en su gozo. Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y sus miembros cada uno por su parte” (1Cor. 12: 26-27)
Por segundo año consecutivo, un grupo de 18 peregrinos de la Iglesia de Santiago de Compostela realizaron una caminata de 50 millas, desde Lake Forest a Los Ángeles, para captar la atención sobre la necesidad de una Reforma Migratoria que pudiera aliviar la situación de 11 millones de indocumentados y al final ser partícipes en la Misa de Reconocimiento a todos los inmigrantes.

Liderados por Tom Haas, Coordinador de Evangelización y Formación para Adultos en la Iglesia Santiago de Compostela, jóvenes, hombres y mujeres efectuaron el peregrinaje, del 16 al 18 de junio, y llegar a la meta para ser parte de la fiesta de la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (Corpus Christi), en la Catedral Nuestra Señora de Los Ángeles. Ahí fueron recibidos por el Arzobispo, José H. Gómez, de la Arquidiócesis de Los Ángeles y por el Obispo de la Diócesis de Orange, Mons. Kevin Vann.

Haas y la comitiva fueron acompañados en las últimas 12 millas de la trayectoria, por el Obispo David G. O’Connell, Vicario Episcopal en la Región Pastoral de San Gabriel y Humberto Ramos, Director de Vida Parroquial en la Iglesia San Marcelino en City of Commerce.

 

derechos humanos y dignidad para los inmigrantes
Peregrinaron, así como los judíos exiliados en Egipto durante muchas generaciones y habían adoptado el estilo de vida cultural de sus captores. Era difícil, expresado por su comportamiento, determinar quién era el cautivo y quién no. Se habían mezclado casi a la perfección, pero los líderes judíos en contacto con las escrituras y escritos de otro tiempo reconocieron que la relación con Dios se había roto y que Dios era amor, el primer bien o la felicidad.

“Hoy no es difícil ver el dolor, la frustración y la búsqueda de justicia en los rostros de nuestros amigos, familiares, hermanos y hermanas en Cristo que están indocumentados y viven en los Estados Unidos”, dijo Haas. “Y si bien puede ser fácil desechar la cuestión basada en el número sin precedentes de inmigrantes indocumentados en el mundo, hacerlo es negar los corazones y las mentes de quienes fundaron este país sobre la base de los derechos humanos y la dignidad”.

El grupo caminó en medio del intenso calor de tres días, con temperaturas superiores a los 100 grados, entendieron rápidamente que la incomodidad es igualmente un problema de oportunidades.

“Yo, no solo creo, estoy segura de que Dios nos hará el milagro de tener una reforma migratoria”, consideró Rosario Espinoza, originaria de México. “La honestidad de nuestro trabajo nos ayudará a que este país crezca más”.

Cada uno se preocupó por la hidratación de algún compañero que no buscaba un estatus migratorio. En ellos mismos vieron a un ser humano con gran dolor y actuaron para ayudarle, le dieron agua para beber y curaron sus heridas, como alguien que entiende el primer bien: ¡el amor de Dios!

“Hay incertidumbre, pero no temor, porque Dios nos dio una cosa maravillosa que se llama esperanza”, dijo Emiliano Leónides, de Guerrero, México. “Nosotros tenemos la esperanza de que Dios tocará el corazón de los que tienen el poder para que la promesa de un Estados Unidos grandioso abarque a todos”.

 

tener un corazón abierto hacia los migrantes: papa francisco
En su reciente reunión con el presidente italiano, Sergio Mattarella, el Papa Francisco elogió la generosidad de Italia al dar la bienvenida a los “numerosos refugiados que desembarcan en sus costas”.

El Vicario de Cristo se alegró de que Italia, con la generosidad de sus ciudadanos y el compromiso de sus instituciones y aprovechando sus recursos espirituales, haya aumentado la migración para transformar los desafíos en oportunidades de crecimiento.

A menudo, el Papa Francisco ha destacado la cuestión de la inmigración, alentando a los individuos y a las naciones a mantener un corazón abierto hacia los migrantes y a tratarlos de una manera acorde con su dignidad de seres humanos.

“Camina un kilómetro en sus zapatos, antes de juzgar [al inmigrante]”, dijo Tom Haas. “Estos pensamientos y deseos están en el corazón del deseo de la humanidad de lograr el primer bien. A través de los siglos seguimos buscando ese primer bien en poder, dinero, influencia y exceso. Esta búsqueda nos lleva por el camino del narcisismo; el camino es tan estrecho donde no tenemos sitio para nadie, especialmente para Dios”.