DUPONT, Washington (CNS) — Líderes católicos de la Arquidiócesis de Seattle y la Arquidiócesis de Portland, Oregón, ofrecieron oraciones por todos los afectados por el descarrilamiento de un tren de Amtrak que apenas salía de la estación de Tacoma y se dirigía hacia Portland el 18 de diciembre.
“Nuestra comunidad religiosa está orando por las víctimas y las familias del descarrilamiento y por los primeros interventores y el personal de emergencia en el lugar”, dijo Greg Magnoni, portavoz de la Arquidiócesis de Seattle.
A eso de las 7:40 a.m., hora local, el tren 501 de la compañía Amtrak, que llevaba 78 pasajeros y cinco tripulantes a bordo, se descarriló sobre un puente en DuPont, Washington. Varios vagones del tren cayeron sobre la autopista I-5, desplomándose sobre vehículos en la carretera que pasa por debajo.
Por lo menos tres personas murieron. Autoridades llevaron a más de 70 personas a hospitales locales, 10 personas tenían heridas graves.
“Ofrezco mis oraciones por todas las víctimas del terrible descarrilamiento al sur de Seattle. Estas cosas siempre son tragedias, pero esta está es muy cercana a nosotros”, dijo en un tuit el arzobispo de Alexander K. Sample de Portland.
Durante la noche del trágico accidente la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) anunció que el tren iba a 80 mph en una zona de 30 mph de ese tramo de las vías. Se descarriló en una curva y 13 vagones se salieron de las vías. Los vagones descarrilados fueron removidos durante la mañana del 19 de diciembre, según informes.
Uno de los muertos fue identificado como Zack Willhoite, empleado de Pierce Transit. La autoridad del tránsito provee transportación pública en el condado Pierce, que incluye Tacoma y DuPont. Otro de los que murieron fue identificado como Jim Hamre, un ingeniero civil retirado del Departamento de Transporte del estado de Washington. La tercera persona no se ha identificado.
Oficiales de la NTSB continuaban investigando la causa del accidente, que sucedió el primer día de una nueva ruta de Amtrak. Reportes dijeron que las vías habían sido actualizadas para permitir trenes de mayor velocidad, pero que la curva donde el tren se descarriló es una zona de 30 mph.
La agencia de noticias The Associated Press informó que los investigadores entrevistarían al ingeniero y a otros miembros de la tripulación, y revisarían la locomotora principal y el motor trasero que registran los datos en cada viaje. El tren descarrilado también tenía dos cámaras a bordo, que estaban dañadas, pero funcionarios aún esperaban obtener imágenes para estudiar.