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OBISPO KEVIN VANN OFRECIÓ MISA POR LOS VETERANOS EN LA IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA

EL LÍDER DE LA IGLESIA CATÓLICA EN LA DIÓCESIS DE ORANGE LOS LLAMA “EMBAJADORES Y MISIONEROS DE LA PAZ”

By JORGE LUIS MACÍAS     1/4/2018

En la primera banca de la majestuosa iglesia de San Juan Bautista, en la ciudad de Costa Mesa, estaba Bob Potthast. Su chamarra negra, con letras doradas en la espalda decía “Purple Heart” (corazón púrpura). 

Robert Joseph Potthast, de 93 años, era parte de la misa que ofició Su Excelencia Mons. Kevin W. Vann, Obispo de la Diócesis Católica Romana de Orange, en honor a los veteranos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, conformadas por la Armada, el Cuerpo de Marines, la Guardia Costera, la Fuerza Aérea, y el Ejército. 

“Estuve en la Segunda Guerra Mundial”, dijo Potthast a OC Catholic. “Fui herido dos veces, pero gracias a Dios no morí”. 

Por su valentía fue condecorado con dos corazones púrpura. El reconocimiento se da a quienes han sido heridos o mueren en acción. 

Nacido en Illinois, Potthast se enlistó en el Cuerpo de Marines en 1943, en la 4ª División de Marines en Camp Pendleton, California, y participó en las batallas de las Islas Marshall, Saipan, Roi y Namur. 

Durante la homilía, del Evangelio de san Juan 15, 9-17, el Obispo Vann recordó a los feligreses congregados “la importante conexión de nuestra fe católica con el servicio a nuestro país”. 

“No hay más amor que dar la vida por sus amigos”, dice la Palabra de Dios. “Y son ustedes mis amigos si cumplen lo que mando…” 

El Obispo Vann, asimismo, recordó que el 12 de diciembre de 1941, su padre, William M. Vann, se enlistó en la Marina de Los Estados Unidos y respondió al llamado patriótico durante la Segunda Guerra Mundial. 

“Mi recuerdo del 11 de noviembre se remonta a mis abuelos, quienes todavía se referían al día del Día del Armisticio, porque este fue el día en que se firmó el tratado para terminar la Primera Guerra Mundial (1918)”, dijo el Obispo Vann. “Fue el 11 de noviembre porque es la fiesta de San Martín de Tours, un soldado romano que dejó su espada para seguir a Cristo”. 

El 11 de noviembre, varios miembros de las Fuerzas Armadas y sus familias se reunieron para orar en una tradición de hace muchos años; agradecieron al Señor por todos los que han servido a la nación en el ejército, y especialmente por sus familias, y rezaron por la protección de aquellos que todavía están en servicio activo.  

“Como también tenemos en mente a María, la Madre de Dios en este día, podemos recordar las palabras de la Oración de Malta, que dice en parte “Nuestra Señora de Lourdes y Reina de la Paz, hoy honramos a nuestros veteranos, nuestros valientes hombres y mujeres que dieron todo cuando fueron llamados a servir y proteger a su país y salvaguardar nuestro mundo”. 

En seguida, el Obispo y miembros de la Orden de Malta entregaron monedas conmemorativas a los miembros de las Fuerzas Armadas. 

En el comedor del auditorio, Potthast tuvo como acompañante a otro veterano: el hispano Louis Ramírez, de 91 años, nacido en Dana Point, en diciembre de 1926. 

“Yo estuve en la Naval por cuatro años, en el portaaviones USS Chenango”, reveló Ramírez. “Apenas tenía 18 años, y también mi hermano Oscar se enlistó, pero en el Ejército”. 

Lúcido mentalmente, Louis dijo que el USS Chenango había estado ochenta y siete días estacionado en el mar, en la campaña de Okinawa (Japón)., cubriendo los aterrizajes de las tropas terrestres, el reabastecimiento de buques y la salida de suministros de Karama Retta para los pagos a los miembros de la flota.  

“Un piloto suicida (kamikaze) estrello su avión contra nosotros y yo me quemé la cara”, dijo Ramírez. “Dios me protegió”. 

De los 11 hermanos que fueron, Louis es el único sobreviviente de la familia Ramírez. Se entristece al recordar que su esposa Anselma murió el año pasado, y “Jackie”, su mejor amigo, también veterano de la Guerra de Vietnam falleció en 2010, a causa de problemas físicos y mentales. 

Por su parte, Sherry Van Meter, a nombre de la Asociación Occidental de la Orden Militar y Hospitalaria Soberana de San Juan de Jerusalén de Rodas y Malta, -la Orden de Malta-, agradeció la hospitalidad al capellán de la Iglesia de San Juan Bautista, Padre Augustine Puchner, O. Praem, sacerdote norbertino de la Abadía de San Miguel, y al Teniente Coronel, Padre John Love, capellán de la 146 Ala de la Fuerza Aérea, en Channel Islands. 

“Nuestros corazones están llenos de aprecio por ustedes y nuestras oraciones de agradecimiento por su dedicación, fortaleza, valentía y amor por nuestro país”, dijo Van Meter.