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“RECHACEMOS LA BÚSQUEDA DE CHIVOS EXPIATORIOS EN INMIGRACIÓN”: OBISPO VANN

MILES DE NIÑOS CORREN EL RIESGO DE ENFRENTAR LOS PROCEDIMIENTOS DE DEPORTACIÓN POR SU PROPIA CUENTA Y SIN REPRESENTACIÓN LEGAL

By JORGE LUIS MACÍAS     9/20/2018

El Rev. Obispo de la Diócesis de Orange, Kevin W. Vann hizo un llamado a miles de católicos congregados en la Catedral Nuestra Señora de Los Ángeles para permitir que sus corazones latan por las familias de inmigrantes que han sido separadas por la política de “cero tolerancia” de la administración del presidente Donald Trump.

“Rechacemos la política partidista del miedo y la búsqueda de chivos expiatorios en favor de una política pública que acoge a los inmigrantes, promueve la unidad familiar y protege a los vulnerables”, dijo Vann antes de la homilía del Arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez.

Durante la Misa Regional en Reconocimiento a Todos los Inmigrantes, el 24 de junio, el líder de la diócesis de Orange dijo. “Al reunirnos, tengamos a estos niños, padres y familias en nuestros corazones pidiéndole a nuestra Bendita Señora de Guadalupe y a las huestes del cielo que vengan en su ayuda y consuelo…”

Las palabras del Obispo Vann surgieron en momentos que miles de madres y padres de familia que buscaban asilo este verano Estados Unidos fueron enviados a centros de detención, y al menos 2,300 niños fueron separados de sus familias en la frontera con México.

Y, a pesar de las masivas protestas públicas en la nación provocaron que Trump emitiera una orden ejecutiva para dejar de separar a las familias, la realidad es que los menores de edad pueden enfrentar por sí solos procedimientos de deportación sin tener representación legal.

De acuerdo con cifras recopiladas por Syracuse University, en 2017, un total de 58,015 menores no acompañados menores de 18 años que entraron a Estados Unidos separados de sus guardianes legales adultos estaban sujetos a audiencias de inmigración en tribunales del país.

Entre 2016 eran 61,254 menores y 35,113 en 2015. Sin embargo, entre 2005 y 2017, aproximadamente 300,000 niños no acompañados debieron comparecer en una corte para procedimientos de expulsión de Estados Unidos. La mayoría de esos niños que no tuvieron a un abogado que los defendiera son cuatro veces más probables de recibir una orden de remoción que un niño quien es acompañado por un abogado.

En California, de un total de 64,624 casos de 2005 a 2017, al menos 16,302 casos están pendientes; 8,407 fueron desestimados legalmente; 4,341 recibieron cierre administrativo; se aplicó la discreción de procedimiento en 1,643 (es decir, los niños no fueron deportados), se otorgó alivio a 1,284 menores ; otros 1,049 firmaron su deportación voluntaria y 2,594 fueron repatriados. Similares situaciones se reflejan en Texas, Nueva York, Florida, Maryland, Virginia. Georgia, North Carolina y New Jersey.

Por su parte, el arzobispo José H. Gómez renovó su llamado al apoyo de la Ley de Estados Unidos (USA Act) en su homilía en la misa anual de la Arquidiócesis en reconocimiento a todos los inmigrantes.

El Arzobispo Gómez pidió la reunificación de los niños separados de sus padres en la frontera y expresó la frustración de la nación diciendo: “Durante años, hemos estado pidiendo a nuestros líderes que arreglen nuestro sistema de inmigración roto. Año tras año, nos siguen diciendo, “Mañana, mañana”. “El próximo año”. No importa qué partido político esté en el poder, siempre hay alguna excusa”.

En el Congreso hay legislación que la Iglesia Católica apoya. Se llama :la Ley de los Estados Unidos” (USA Act).

Este proyecto de ley tiene un amplio respaldo bipartidista. Protegería permanentemente a los Dreamers de la deportación y les proporcionaría un camino para la ciudadanía. También fortalecería la seguridad a lo largo de las fronteras de la nación.

“Necesitamos insistir en que nuestros líderes en la Cámara de Representantes permitan un debate sobre este proyecto de ley. Y tenemos que hablar con nuestros vecinos. Necesitamos ayudarlos a entender que el “estatus quo” es moralmente incorrecto”, indicó el Arzobispo Gómez. “No podemos ignorar esto por más tiempo. Y no podemos pretender que no estamos todos implicados. La inacción de nuestro gobierno está dividiendo a las familias y lastimando a los niños, y haciéndolo en nuestro nombre, en nombre de los Estados Unidos”.

“Esta injusticia ha estado ocurriendo durante mucho tiempo. No comenzó con esta administración [de Donald Trump]. Pero no se detendrá hasta que la gente buena termine su silencio y defienda lo que es correcto”.

El prelado recordó que los inmigrantes y refugiados construyeron Estados Unidos y continúan haciendo que este país sea grandioso.

“La verdad es que Estados Unidos necesita más inmigrantes, no menos”, dijo. “Nuestro país los necesita. Estados Unidos necesita su espíritu inmigrante de trabajo duro y fe en Dios. Necesitamos de su espíritu de autosacrificio y la forma en que otorga el mayor valor a sus hijos y familias”.

Concluyó que, por lo tanto “no podemos desanimarnos con las voces del miedo y la vileza. Necesitamos mantener nuestros ojos en Jesús. Necesitamos seguir escuchando su voz”.