CHICAGO (CNS) — Seis sacerdotes de la región de Chicago se unieron a la Sociedad de Extensión Católica en un viaje a la frontera suroeste para conocer los desafíos que enfrentan las familias migrantes y para donar fondos a varios ministerios.
El viaje del 11 al 13 de julio al Valle del Río Grande en Texas y México permitió que los sacerdotes se reunieran con personas que reciben los servicios de centros y parroquias administrados por católicos.
Padre Jack Wall, presidente de Extensión Católica y líder de la delegación, dijo después de la visita que los ministerios católicos “en ambos lados de la frontera han estado haciendo un trabajo heroico con los inmigrantes y sus familias durante muchos años y queremos que más personas sepan de este trabajo importante”.
Los lugares visitados incluyeron La Posada Providencia en San Benito, Texas, y el Proyecto Desarrollo Humano en Peñitas, Texas.
La delegación se reunió con muchos migrantes en San Benito, incluso una madre hondureña quien contó que varios criminales se le habían acercado para amenazarla con secuestrar a su hija de 8 años y decidió salir al norte buscando seguridad.
Los sacerdotes se reunieron en Peñitas con mujeres y niños inmigrantes en un centro de apoyo que ofrece servicios médicos, educación, servicios sociales y evangelización. El centro, administrado por las Hermanas Misioneras del Inmaculado Corazón de María, está vinculado con la parroquia St. Anne que las hermanas construyeron respondiendo a los deseos de la gente de un espacio de culto.
Patrocinada por las Hermanas de la Divina Providencia, a La Posada Providencia llegan regularmente oficiales de inmigración solicitando albergue para inmigrantes recientemente bajo libertad condicional y para los que buscan asilo, según Extensión Católica.
Ambos programas recibieron financiamiento del Fondo de Reunificación Familiar de Extensión Católica, que fue establecido en junio para responder a la separación de niños de sus padres entrando a Estados Unidos a lo largo de la frontera con México.
Proyecto Desarrollo Humano recibió $45,000 y La Posada Providencia recibió $25,000.
El viaje incluyó paradas al otro lado de la frontera con México, donde los sacerdotes visitaron dos lugares que ayudan a migrantes, incluyendo a los que buscan asilo en Estados Unidos, otros que han sido deportados recientemente y otros que están intentando se reunificados con sus familias.
Joe Boland, vicepresidente de misiones de Extensión Católica, dijo que la visita le permitió a los sacerdotes ver la circunstancias difíciles que enfrentan las familias migrantes.
“Queríamos que este grupo de sacerdotes viera y experimentara estos sitios personalmente para que pudieran compartirlo con sus feligreses en casa y ayudar a ponerle un rostro a este asunto”, dijo Boland en un comunicado. “También queríamos designar estos fondos lo antes posible porque nuestros hermanos y hermanas inmigrantes y las personas que les sirven en las fronteras necesitan nuestra ayuda”.
Otras paradas del viaje incluyeron la dedicación de la iglesia Sagrado Corazón en Hidalgo, Texas, ubicada a corta distancia del muro que marca la frontera entre Texas y México. Extensión Católica donó $75,000 en fondos para la nueva iglesia.
El obispo Daniel E. Flores de Brownsville, Texas, presidió la Misa de dedicación.
Con sede en Chicago, Extensión Católica recauda y distribuye fondos para apoyar a diócesis misioneras de Estados Unidos, muchas de las cuales son rurales, cubren grandes áreas geográficas y tienen personal y recursos pastorales limitados.