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TODAS LAS PARROQUIAS EN ZONA DEL HURACÁN ESTÁN AFECTADAS, DICE EXPERTO DE LA IGLESIA EN EMERGENCIAS

By TOM TRACY, CATHOLIC NEWS SERVICE     10/22/2018

MIAMI (CNS) — Los daños materiales debido al huracán Michael y el periodo de recuperación que se anticipa para algunas zonas de la región Panhandle de Florida, parecen similares a los del huracán María del año pasado en Puerto Rico y las Islas Vírgenes, según el principal especialista de la iglesia en manejo de emergencias en Florida.

“La devastación es tan grande que se tiene previsto por lo menos un par de años para la recuperación”, dijo Gabe Tischler, quien está trabajando a jornada completa para la Conferencia Católica de Florida, con sede en Tallahassee, en la respuesta al huracán Michael después de que la tormenta llegara a tierra el 10 de octubre.

El fenómeno tenía vientos con fuerza de categoría 5 cuando llegó a la costa de Mexico Beach, cerca de Panama City, en la Costa del Golfo de Florida.

“Toda parroquia y rectoría en la zona del huracán ha sufrido daños y estamos trabajando para colocar unidades móviles para que el clero pueda mudarse de las rectorías dañadas”, dijo Tischler.

Como residente de Tallahassee, él también tuvo que desalojar su residencia y ahora trabaja a distancia coordinando los esfuerzos de recuperación y voluntariado de las diócesis regionales, los donantes individuales y corporativos, autoridades estatales y federales junto con agencias de Caridades Católicas.

La mayor necesidad en los esfuerzos de recuperación es de alojamiento y vivienda, tanto para los residentes como para el personal de servicio de emergencias que llega a la región –dijo–. Igualmente señaló que los centros de distribución de provisiones de emergencia han sido establecidos o creados en parroquias católicas en los pueblos costeros Panama City, Mexico Beach, Marianna, Apalachicola y Port St. Joe en la zona Panhandle de Florida.

Hasta la fecha Caridades Católicas del noroeste de Florida ha distribuido aproximadamente un millón de libras de artículos a 8.000 afectados en un centro de distribución en la parroquia St. Dominic en Panama City, considerada parte del centro de impacto de la tormenta.

Baños portátiles, teléfonos satelitales, instalaciones portátiles para lavar ropa y un vehículo de comunicaciones, son los artículos más grandes que han llegado de parte de donantes privados y agencias de la iglesia. No hay comunicación con teléfono celular en las zonas más fuertemente impactadas, pero se espera que esa situación mejore próximamente.

La Diócesis de Pensacola-Tallahassee, en colaboración con Caridades Católicas del noroeste de Florida, ha hecho en la internet un llamado a voluntarios, subrayando que dos tercios de esa diócesis han sido sustancialmente afectados por el huracán Michael.

El sitio cibernético señala que hay necesidad de por lo menos 50 voluntarios los siete días de la semana durante los próximos meses en un proyecto de coordinación de Caridades Católicas en la iglesia St. Dominic. Los organizadores dijeron que muchos de los voluntarios se están alojando, cubriendo sus propios gastos, en hoteles de la zona e instalaciones eclesiásticas en la zona de Tallahassee.

Además, Caridades Católicas USA ha enviado un pequeño equipo a la región, con varios miembros del personal que se encargan de una instalación portátil de lavado de ropa en Marianna y otro equipo que entregará provisiones y generadores de electricidad en Panama City. Tischler dijo que los Caballeros de Colón y agencias individuales de Caridades Católicas de toda la región también se están movilizando para colectar donaciones y enviar voluntarios.

“Tanta gente lo ha perdido todo: casas, sus pertenencias y hasta su sustento. Las escenas de destrucción desgarran el corazón, al pensar que cuando vemos un sitio donde había una vivienda, una familia solía vivir allí y ahora no tienen hogar”, dijo el obispo William A. Wack de Pensacola-Tallahassee en una carta a la diócesis el 12 de octubre.

Una semana después de que el huracán Michael llegara a tierra, el número de muertos había aumentado a 29 en cuatro estados del sur de Estados Unidos. El presidente Donald Trump y la primera dama Melania Trump visitaron algunas zonas que fueron arrasadas en la Costa del Golfo en Florida el 15 de octubre.

Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Miami envió, el 17 de octubre, un primer equipo de evaluación y logística de cuatro personas para pasar varios días allí ayudando a establecer el centro de distribución en St. Joe –según Peter Routsis-Arroyo, presidente de Caridades Católicas de Miami.

El equipo de Miami planea tener su base en el centro de retiros St. John Neumann en Tallahassee hasta el 21 de octubre, fecha en que se espera que otro equipo de Caridades Católicas lo releve la semana siguiente.

“Más tarde ellos podrían tener algunas necesidades específicas allá en cuanto a trabajadores de casos o trabajadores sociales clínicos, pero esta primera ronda se trata mayormente de evaluación”, dijo Routsis-Arroyo, exdirector de Caridades Católicas de la Diócesis de Venice en el suroeste de Florida, que fue afectada durante el huracán Irma del año pasado.

“Tenemos muchos camaroneros y gente pobre de zonas rurales en ese sector (de St. Joe) y fue allí donde nos pidieron que ayudáramos. Ellos tienen dos lugares establecidos y operando: uno en Mexico Beach, que fue el punto de entrada, y uno en Panama City, que también fue destruida. Se nos pidió que tomáramos la zona más al este (del impacto)”, detalló Routsis-Arroyo. Se espera que un equipo de Caridades Católicas de Orlando ayude en esta zona la próxima semana.

Tischler dijo que los artículos que se necesitan son alimentos, agua, pañales de bebé y de adulto, también donativos en efectivo y voluntarios en el lugar dispuestos a costear su propio alojamiento.