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UN CAMINO LARGO Y SINUOSO

LA DIRECTORA DE LA OFICINA DE ADORACIÓN, LESA TRUXAW SE ENCONTRÓ CON SU FE DESPUÉS DEL SEGUNDO DIAGNÓSTICO DE CÁNCER

By MALIE HUDSON     1/23/2018

La travesía poco convencional de Lesa Truxaw a la fe católica y, finalmente, a su actual cargo como directora diocesana de la Oficina de adoración inició cuando se enteró que enfrentaría por segunda vez una batalla contra el cáncer en etapa avanzada. Las noticias devastadoras llegaron un mes después de su casamiento en la Iglesia de San Bonifacio.

“Era obvio que necesitábamos encontrar un hogar espiritual común”, dijo Truxaw, quien se crio en una familia devota del Nazareno Bautista. Ella y su esposo, católico, buscaron una iglesia en la que ambos se sintieran cómodos. Eligieron la Iglesia Católica.

“Empecé a asistir a los Ritos de iniciación cristiana para adultos (RCIA, por sus siglas en inglés), pero algunas de mis experiencias no fueron positivas”, explicó Truxaw, quien se propuso encontrar un programa de RCIA que, a su juicio, respetaría su pasado de fe. Mientras buscaba en las parroquias de su área el proceso de RCIA, también comenzó rigurosos tratamientos de radiación y quimioterapia. Casi al mismo tiempo, su cuñada, que estaba embarazada de su segundo hijo, le pidió que fuera la madrina del niño, lo que requería que ella fuera una católica completamente iniciada, un proceso que podría llevar dos años.

“Con mis circunstancias, no sabía si iba a estar aquí en seis meses y, con la urgencia del niño en camino, fuimos a San Bonifacio, la iglesia donde nos casamos”, dijo Truxaw.

Truxaw y su esposo se reunieron con el pastor y le explicaron su situación. Debido a que RCIA aún no había recibido el mandato en 1986, fue invitada a recibir los sacramentos dentro de los seis meses.

“Dude un poco para decirle a mi abuela, una diacona en la Iglesia Nazarena, sobre mi decisión. Pero su respuesta fue: ‘entonces debes ser lo mejor posible para vivir plenamente tu fe en esa tradición de fe’. Eso se convirtió en una gran inspiración para mí”, dijo Truxaw. “Y con el sentido del humor de Dios, ¿qué estoy haciendo ahora?, la supervisión de RCIA para el obispo”.

Después del bautizo, ya era parte de la iglesia. Ella empezó a tomar clases para la planificación de liturgias en la parroquia de San Vicente de Paúl. Los signos de cáncer comenzaron a desaparecer y se sintió con energía para involucrarse más en su nueva fe.

“La directora de RCIA reconoció que no pude experimentar la riqueza del proceso de RCIA, así que ella me invitó a ser patrocinadora y desde entonces estoy involucrada con RCIA”, explicó Truxaw. “El ministerio es vital para cualquiera que participe, ya se una patrocinador, un miembro del equipo o alguien que busque convertirse al catolicismo. Es uno de los mejores regalos de la Iglesia”.

En 1993, fue contratada por la parroquia San Vicente de Paúl para servir como directora de RCIA y directora de liturgia. En el 2000, se inscribió en el programa de Maestría en Artes en la Liturgia Pastoral de la Universidad de Santa Clara; obtuvo su maestría en el 2005. En el 2002, el obispo retirado Tod Brown contrató a Truxaw como directora de la Oficina de adoración, convirtiéndose en la primera mujer y laica en servir en el puesto de la Diócesis.

“El obispo Brown fue muy activo en la promoción de mujeres en puestos de liderazgo apropiados y debido a su sabiduría y decisiones en ese sentido, me encontré en el puesto que anteriormente ocupaban los sacerdotes”, indicó Truxaw. El puesto también implica servir como maestro de ceremonias para eventos diocesanos, también un papel desempeñado previamente por sacerdotes. Algunos lucharon por comprender su rol y expresaron su frustración. “No ha sido fácil el ocupar este puesto”.

A pesar de esto, Truxaw confía en su fe y confía en la omnisciencia de Dios.

“Mi puesto es muy amplio, con muchos detalles y muchas cosas que podría hacer. Así que cada día mi oración de la mañana pide la ayuda de Dios para hacer su voluntad y enfocar mi trabajo para lograr su mayor Gloria, porque hay muchas cosas divertidas en las que podría involucrarme. Este trabajo me da energía”, dijo la sobreviviente del cáncer. “Es una posición muy colaborativa y es importante porque permite que todos en la diócesis tengan un lugar en la mesa; el sentirse y verse incluidos en lo que hacemos como Iglesia”.

Ella es responsable de planificar las celebraciones diocesanas, como las ordenaciones y las principales celebraciones en las que participa el obispo. Truxaw también es responsable de ayudar al obispo con la supervisión litúrgica para el diseño de nuevas iglesias o renovaciones de iglesias, incluida, la más reciente renovación de la Catedral de Cristo.

“Ella ha sido instrumental en muchos comités en relación con la formación de la Catedral de Cristo”, dijo el padre Christopher Smith, rector de la Catedral de Cristo. “Quiero ver un trabajo cohesivo, en términos del aspecto litúrgico de la vida de la catedral, incluida la música. A veces, en las diócesis, estas cosas pueden separarse una de la otra y Lesa ha demostrado un interés real de colaborar. Ella ha sido algo muy bueno para la Oficina de adoración. Como laica, ella aporta la sensibilidad de la persona en las bancas, lo que es un gran beneficio. Creo que eso le brinda a nuestro ministerio un buen equilibrio”.

Ahora en su decimoquinto año como directora, comprende lo valioso que su trabajo puede ser para los demás.

“Mi misión siempre ha sido facilitar la vida espiritual de las personas a través de la celebración de la liturgia, o RCIA, o los edificios que usamos para la oración”, dijo. “Creo firmemente que ese ha sido mi papel. Muchas veces significa hacerse a un lado y permitir la voluntad de Dios, pero se trata de proporcionar el marco de formación, así como las celebraciones físicas o los edificios para permitir que esa relación exista y se profundice para las personas”.