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UN CAMINO SEGURO HACIA LA SANTIDAD

LAS HERMANAS DE LA CONGREGACIÓN “AMANTES DE LA SANTA CRUZ DE LOS ÁNGELES” CELEBRARON SU 40º ANIVERSARIO DE FUNDACIÓN DE PROGRAMAS BILINGÜES VIETNAMITA DE FORMACIÓN EN LA FE EN LA DIÓCESIS DE ORANGE

By JORGE LUIS MACÍAS     4/10/2018

Anastasia Francisca, una mujer nacida en Indonesia es candidata para formar parte de la congregación de monjas “Amantes de la Santa Cruz de Los Ángeles”, quienes celebraron el 40 aniversario de la fundación de los programas, con una solemne misa presidida por el Reverendísimo Kevin E. Vann, Obispo de la Diócesis de Orange, el 27 de enero, 2018, en la Iglesia St. Columban de Garden Grove.

“Decidí tomar este paso en mi vida, porque representa el camino más seguro a la santidad”, dijo Anastasia, de 29 años, de oficio enfermera, con plena convicción de su decisión. “Las hermanas me han enseñado el amor en el sacrificio por el prójimo”.

 “En los últimos 40 años, las Amantes de la Santa Cruz han hecho muchas obras maravillosas sirviendo a la Iglesia y al pueblo de Dios en el espíritu de ‘Amor y sacrificio’ siguiendo los pasos de su fundador”, dijo Mons. Tuan Pham en la homilía. Estuvieron presentes tres pioneras de la congregación: Sr. Monica Phi Tran, Sr. Mary ToNga Nguyen y Sr. Marie Phan Nguyen.

En febrero de 1978, la hermana Mary ToNga Nguyen y la hermana Mónica Phi Tran fueron enviadas a la Diócesis de Orange. Su trabajo primario fue visitar a las familias para ayudarles en la traducción de documentos y llenar aplicación de inmigración, ayuda social, educación.

Las primeras dos clases de Educación Religiosa Bilingüe vietnamita se establecieron en la Iglesia de San Juan Bautista, en Costa Mesa, y en la Iglesia de Santa Bárbara, en Santa Ana. Cada clase tenía alrededor de 40 estudiantes.

Desde el humilde comienzo en 1978, las Hermanas ahora sirven en 13 parroquias con la ayuda de 575 catequistas y asistentes y 6,474 estudiantes.

A finales de 1978, Sr. Marie Phan Nguyen, Sr. Ann Mai Phan y Sr. María Goretti Lua Tran fueron enviadas para ayudar con la demanda de ministerios pastorales y el rápido crecimiento de estudiantes. A inicios de 1979 se les unió Sr. Mary Stella Kim Le.

“Todo ha sucedido por la infinita gracia de Dios”, expresó la hermana Marie Phan Nguyen, de 86 años, quien está retirada. “Nos sentimos con mucha alegría en esta celebración que ha rebasado todas nuestras expectativas”.

En efecto, la congregación se compone de 64 alegres monjas, 14 candidatas y cinco novicias, quienes han sabido profesar su fe en Jesucristo Crucificado, el único objeto de amor en sus mentes y corazones, y viven como discípulas en la misión de evangelizar a todas las personas.

En 1954, en el momento de la partición de Vietnam, muchas hermanas de la Congregación de Phat Diem huyeron al Sur y se reorganizaron bajo la jurisdicción del Arzobispo de Saigón, mientras que otras permanecieron en el Norte bajo la jurisdicción del Obispo de Phat Diem.

En 1975, 28 hermanas y novicias huyeron de Vietnam y finalmente fueron recibidas en los campamentos de refugiados en Indiantown Gap, Pensilvania y Fort Chaffee, Arkansas. Desde el campamento de Indiantown Gap, las hermanas se dividieron en pequeños grupos y fueron patrocinadas por cuatro comunidades religiosas diferentes en Erie, Pensilvania: Las Hermanas de la Misericordia, las Hermanas de San José, las Hermanas Benedictinas y las Hermanas de Nuestra Señora de la Caridad. Las del campamento de Fort Chaffee fueron patrocinadas por las Hermanas de la Misericordia en Buffalo, Nueva York.

Hacia 1976, las Hermanas llegaron a trabajar para los Padres Vicentinos, en el Servicio de Alimentos en Filadelfia y Northampton, Pensilvania, donde viven juntas como una comunidad.

“En 1978, el Obispo de Orange, Mons. William R. Johnson pidió que viniéramos a trabajar para el pueblo vietnamita en la Diócesis de Orange”, dijo la hermana Martha Grace Duc Le. 

“Hay algo especial en estas mujeres de fe que viven en la misma casa, con la misma idea y apoyando la misma visión”, consideró el Rev. Edward Poettgen, párroco de la Iglesia de San Bonifacio en Anaheim, quien estuvo presente en el festejo. “En la vida consagrada, ellas han demostrado una de las muchas maneras como se puede amar a Dios en la sociedad”.

En 1989, con la aprobación del ahora retirado cardenal Roger Mahony, las hermanas transfirieron su sede regional de la diócesis de Allentown a la arquidiócesis de Los Ángeles.

Para permanecer fieles a la misión del fundador, las Hermanas ministran a las mujeres sin hogar en tres residencias separadas del Good Shepherd Center. También trabajan como enfermeras y farmacéuticas en varios hospitales católicos en la arquidiócesis.

Esa fidelidad al fundador de la congregación y a Dios es la que busca la hermana Anastasia.

“Las hermanas son muy inspiradoras, especialmente en mi campo de la enfermería”, dijo.