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UN VERDADERO LÍDER PASTOREA AL REBAÑO DE DIOS

“EL GRAN PECADO DE UN LÍDER ES PENSAR QUE TODOS TIENEN QUE PENSAR COMO ÉL”, AFIRMA EL DOCTOR HUMBERTO RAMOS A DIRIGENTES DE JÓVENES PARA CRISTO Y DE LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA

By JORGE LUIS MACIAS     9/19/2018

En la primera carta a los Corintios (1 Co 12, 8-10) San Pablo habla de diversidad de carismas, pero el Espíritu de Dios es el mismo y entre la diversidad de ministerios y liderazgo en la iglesia, “el gran pecado de un líder es pensar que todos los demás tienen que pensar como él o ella”, afirmó el doctor en Teología, Humberto Ramos, director de vida parroquial en la Iglesia de San Marcelino de City of Commerce.

 “Al que Dios le dio el don de predicar, que predique, y al que el carisma de sanación, pues que cure”, dijo Ramos durante el VI Seminario para Líderes Hispanos de la Diócesis de Orange, el 30 de junio. “Hay veces que Dios me dio cierta cualidad a mí y a otros otras, y pero si no tengo algún don, no debo preocuparme”.

Describió que las cualidades necesarias para el liderazgo descritas en Efesios 4:11-12, tales como apóstol, profeta, evangelista, pastor y maestro, son dadas para equipar a los miembros de la Iglesia a fin de que sean dispensadores de la obra del ministerio.

Además, definió otras características esenciales del liderazgo de los laicos en la Iglesia:

Carácter: “Si no lo tienes, no le sirves al Señor”.

Compromiso: “Es una convicción que sale del corazón, si no te equivocas. Los líderes tienen que saber lo que quieren lograr”.

Competente: “San Pablo dice que hay dos necesidades que se deben cumplir: ser hábil y fiel; no todos estamos llamados a lo mismo, porque, aunque vayas cada semana al coro, si no sabes cantar, fracasarás”.

Valentía: “El líder debe tener el valor para tomar decisiones, quien no tiene esa capacidad no sirve. También, asumir cuando uno fracasa es parte del valor que se debe tener, pero El Señor nos quiere exitosos y fieles”.

Comunicador: “Si el líder no sabe comunicar el mensaje, falla; la comunicación nos ayuda a mover a las personas del punto A al punto B; quienes tienen este don, quizás no tienen la habilidad para escuchar a los demás. La habilidad es saber conectar con las personas”.

Humildad: “Un líder tiene que ser una persona humilde”.

Resuelve problemas: “El mundo está lleno de problemas y el líder debe responder con respuestas”.

Discernimiento: ‘Es la capacidad de encontrar la raíz de las cosas; aquí necesitamos usar la intuición y el conocimiento. Ambos van juntos”.

Enfoque: “La persona que se enfoca, sabe concentrarse en prioridades, y el que no, fácilmente se desvía”.

Comprensivo: “El líder debe tener la capacidad de saber cómo se sienten los demás”.

Iniciador: “Aunque haya fracasos el líder tiene que comenzar los riesgos y saber aprender de sus fracasos”.

Responsable: “Si la reunión del ministerio comienza a las 10 en punto, estar ahí a tiempo, antes que los demás”.

Seguro: “La gente va a seguir al líder que le brinda seguridad”.

Servidor: “El liderazgo es un servicio que se da; Cristo dijo que no venía a ser servido sino a servir; la motivación del servicio no es la gloria personal”.

Retroalimentación: “Si un servidor no se retroalimenta, se estanca. Uno nunca deja de aprender y el Papa Francisco nos llama a ser discípulos misioneros y pastores que saben pastorear el rebaño de Dios y huelen a oveja”.

Visión: “Tenemos que saber a dónde vamos a llevar a la gente; donde falta la visión el pueblo vive sin freno (Proverbios 29:18); imagínense a Moisés llevando a su pueblo a cruzar el Mar Rojo y decirle “ahora no sé a dónde vamos”.

El doctor Ramos dijo que si bien todos los seres humanos tienen alguna capacidad de liderazgo, no todos tiene todas las cualidades. El líder no nace, se hace, y Jesús es el pastor que cuenta con cada uno: Jóvenes para Cristo y Renovación Carismática que tienen esa meta de servicio.

“Ojalá puedan valorar los dones que Dios les ha dado para pastorear a su pueblo”, resumió.

Silvia Figueroa, del grupo de oración Juan Pablo II y coordinadora de grupos parroquiales en la iglesia Inmaculado Corazón de María, en Santa Ana, declaró que aprendió que debe delegar el trabajo, comenzando con los coordinadores de ministerios en su parroquia.

“Aparte, yo no puedo llevar toda la carga conmigo misma”, dijo.

María González, integrante del ministerio de Eucaristía en la iglesia San Antonio María Claret de Anaheim indicó que ella ejecuta el liderazgo participativo donde sugiere, pero no ordena el trabajo que van a hacer todos.

“La clave del éxito es que primero elaboró un plan y lo llevamos adelante”, dijo. “Lo mío es labor de equipo, y quienes no estén de acuerdo, de todos modos seguimos adelante”.