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AMAR A LA SANTÍSIMA VIRGEN CON UN AMOR APASIONADO

“LA CRUZ ES SABIDURÍA Y FUERZA DE DIOS” AFIRMA EL PADRE EUGENIO CÁRDENAS, M.SP. S., EN LA 46 CONVENCIÓN ANUAL DE LA RENOVACIÓN CARISMÁTICA DEL SUR DE CALIFORNIA

By JORGE LUIS MACÍAS     10/4/2017

“Este amor apasionado, anda todo alborotado, por volver…” dice uno de los versos de la canción “Volver, Volver” del autor Fernando Z. Maldonado, que hizo famosa el cantante mexicano Vicente Fernández.

Contrario a quienes afirman no cantar las canciones del mundo luego de su conversión y que solamente entonan cantos para Dios, el padre Eugenio Cárdenas es todo lo contrario.

Poseedor de una voz privilegiada, este Misionero del Espíritu Santo (MSPS) evangeliza con su testimonio sacerdotal y las letras de canciones seculares las adapta a la vida, a la cruz de Cristo y a la presencia maternal de María Santísima.

“Como dice San Pablo en su carta a los Gálatas, Dios nos envió a su Hijo para que naciera de mujer para rescatarnos como sus hijos e hijas adoptivos”, (Gál 4:4) dijo el padre Cárdenas durante su conferencia, en la 46 Convención de la Renovación Carismática del Sur de California (SCRC), el 2 de septiembre. “Y yo me peleé con Dios porque le dije que yo no quería ser su hijo adoptivo, sino que yo quería ser su hijo”.

El padre Cárdenas, miembro del equipo de directores espirituales en la casa de oración por los sacerdotes, en la Arquidiócesis de Los Ángeles, dijo que la Santísima Virgen, es Madre de Dios y madre nuestra; es aquella mujer que estuvo presente en pentecostés e intercedió para que el Espíritu Santo descendiera en el corazón sagrado de Jesús.

“Nacimos en la cruz de Cristo; por eso, para quienes no creen en la cruz para ellos es escándalo, como lo afirma San Pablo (Gálatas 2:19)”, dijo el padre Cárdenas, “Pero, para quienes creemos, la cruz es fuerza y sabiduría de Dios, y a nosotros, Cristo nos da su gloria porque en su cruz hemos nacido de nuevo”.

 

dios escucha sus plegarias
Narró que cuando tenía 8 años, su padrino le indicó que pidiera a Jesús la vocación sacerdotal, aunque no estaba convencido de que Él escucharía sus ruegos.

Cuatro años más tarde entró al seminario y el sentimiento de la llamada se fue acrecentando, aunque fue expulsado porque alguien dio un falso testimonio en su contra.

“Pero Dios escribe recto en renglones torcidos”, expresó el sacerdote y causó la risa de todos. “Al final Él salió ganando”.

Cumplidos los 19 años, fue a un retiro para jóvenes y escuchó una voz que le decía: “Tú perteneces aquí”.

Estaba con los Misioneros del Espíritu Santo, la orden fundada en México, en 1914 , por el sacerdote católico francés Félix de Jesús Rougier.

Reveló que durante su etapa de novicio, en la sede había un cuarto especial que estaba cerrado.

Tenía vidrios de colores y entró por curiosidad cuando la puerta estaba entreabierta. Allí, asegura que vio un ángel con capa blanca, un confesionario y una imagen de Conchita Cabrera de Armida, – la piadosa mujer laica quien le anunció al padre Rougier que Dios lo quería para que fuera el fundador de la quinta Obra de la Cruz: los Misioneros del Espíritu Santo.

El confesionario era de la época de la persecución religiosa en México; estaba en ese cuarto para pedir perdón por los perseguidores de la Iglesia y una imagen de la Virgen de los Dolores, un crucifijo y un solideo blanco como el que usó el Papa San Pio X y un escapulario de la Virgen del Carmen.

Pero una frase del padre Rougier lo dejó impactado: “El que no tenga una devoción apasionada a la Santísima Virgen, nuestra Madre, no es Misionero del Espíritu Santo. Aunque lleve el santo Hábito, el Escapulario con su misterioso monograma, el simbólico manto blanco, no es Misionero del Espíritu Santo”.

Esta frase provocó que el padre Cárdenas saliera corriendo hacia la biblioteca. Amaba a la virgen, pero no con un amor apasionado.
Por ello cantó la canción “Volver, Volver”.

“Este amor apasionado, anda todo alborotado, por volver…”

“Eso es volver a los brazos de Jesús y María”, aseguró.

“Voy camino a la locura, y aunque todo me tortura, sé querer…Nos dejamos hace tiempo, pero me llegó el momento de perder””, continúa la canción.

“Por eso, debemos decirle a Jesús, Tú tenías mucha razón, le hago caso al corazón…a ese sagrado corazón”, añadió. “Y me muero por volver al amor de María. Tú dile a Cristo que quieres volver, volver, volver a sus brazos”.

A eso nos trajo el Señor, a volver a Cristo, pero por María. Y así como él quiso venir a nosotros por medio de María, ella nos da a Jesús para que nos tome de la mano, nos envía al Espíritu Santo y nos lleva al Padre, pero hay que dar testimonio con nuestra vida y palabras.

“Por eso nos morimos por volver al Señor, pues el pecado nos hace sentir hambre y sed de volver al Padre”, indicó el padre Cárdenas. “Y si este retorno es a través de María, ¡Bendito Dios!”.