La dedicación, liderazgo, honor y respeto son las virtudes obtenidas por Diego del Toro y Santiago Limón durante su estancia en la Academia de Santa Catalina.
Diego y Santiago, vestidos en su uniforme militar, fueron parte de los 45 graduados de México, China y los Estados Unidos, el 6 de febrero, durante el 126 aniversario de la Academia de Santa Catalina, en la ciudad de Anaheim, CA.
Más de 300 personas asistieron tanto a nivel local como internacional, al Vals Militar de la Academia de Santa Catalina; el punto culminante del evento fue el Gran Vals, durante el cual se graduaron los cadetes del octavo grado, como Diego y Santiago, quienes bailaron un vals tradicional con sus madres. Allí mostraron las cualidades cadetes han desarrollado durante su estancia en la Academia de Santa Catalina: dedicación, liderazgo, honor y respeto.
La Academia de Santa Catalina fue fundada en 1889 por las Hermanas Dominicas de la Misión de San José. Desde los primeros días, el carisma dominico ha influido en todos los programas escolares.
“Sé lo que Dios quiere que seas y vas a encender el mundo”, dijo una vez Santa Catalina de Siena, Patrona de las hermanas Dominicas y de la Academia de Santa Catalina.
Ese es el lema aprendido tanto por ambos niños mexicanos, por parte de sacerdotes, religiosas y laicos que tienen un compromiso con la educación integral y la búsqueda de la verdad (Veritas).
“Cuando llegué por primera vez no sabía nada de inglés”, recordó Diego. “Pero me encantaron los valores espirituales y la formación inculcados en mí para ser un buen hombre”. Ahora, Diego sueña con convertirse en un gran jugador de fútbol.
Su amigo Santiago menciona que uno de los mayores bienes obtenidos el año pasado en la Academia Santa Catalina fue su clase de religión.
“Aprendí que el cristianismo ha sido la única religión verdadera desde hace más de 2,000 años”, dijo. “Todos los días oraba y pedía a Dios que me cuidara a mí y a mi familia”.
Diego y Santiago bailaron el vals militar con sus madres en el Double Tree Suites Hotel y reflejaban la alegría en su ceremonia de graduación. A ellos se unieron sus familias que viajaron desde México.
A diferencia de las escuelas públicas, los niños de la Academia Santa Catalina -desde jardín de infantes hasta el octavo grado- reciben una intensa formación y educación militar, académica y espiritual.
“Animamos a los niños a siempre hacer lo mejor que pueden”, dijo la hermana Johnellen Turner OP, Administradora y Director de la Escuela de Santa Catalina “Nuestro compromiso es inculcar en los niños y adolescentes una base para el éxito a través de nuestro programa de formación”. El programa está arraigado en el carisma dominico y hace hincapié en la fe, el liderazgo, el nivel académico y el servicio.
La tradición militar de la Academia de Santa Catalina es dirigida por el Coronel retirado de la Infantería de Marina, Barry B. Bizzell, el Capitán Ángel Ramos, del Ejército de los Estados Unidos y el sargento May Tyr, ex miembro de la Infantería de Marina. Además de la ejecución única de este programa militar, estos hombres sirven como modelos positivos para los estudiantes.
“Nosotros respetamos la religión de cada niño y no tratamos de convertir a nadie [al catolicismo]”, dijo el Coronel Bizzell. “Sin embargo, los apoyamos para que sean conscientes y sepan que Dios es algo necesario para ser una persona íntegra”.
Esto se debe a que la formación de estos niños en la Academia de Santa Catalina se basa en cuatro pilares: la comunidad, el servicio, estudio y oración. De este modo se crea una comunidad llena de fe, donde los estudiantes de todas las religiones son capaces de crecer en su espiritualidad personal.
El pilar de la comunidad se destaca por las tradiciones militares y católica. De hecho, muchos cadetes mencionan que la “hermandad” es el aspecto favorito de la Academia de Santa Catalina. Los estudiantes de SCA aprenden a trabajar juntos, dependen unos de otros, y se ayudan mutuamente y forman lazos duraderos de amistad.
“Cuando los niños llevan un uniforme, se les enseña a ser responsables, independientes, a tener autodisciplina, a seguir las reglas, ser humildes y desarrollar cualidades que les conduzcan a la adquisición de sus objetivos”, dijo el capitán Ramos.
El ambiente estructurado en la tradición militar de SCA es algo que la madre de Diego realmente aprecia.
“No puedo expresar con palabras lo feliz y orgullosos que estamos como padres”, dijo Karina Larissa Contreras, la madre de Diego. “Damos gracias a Dios por esta oportunidad en la vida de nuestro hijo. Sus logros no fueron fáciles, pero estoy segura de que será un gran hombre”.
Ana Sofía López, la madre de Santiago compartió este comentario: “Nuestro hijo ha recorrido un largo camino y estamos orgullosos de él. Incluso, a sus 14 años de edad ya es un joven determinado, honesto y es una gran alegría ver sus logros en los últimos años. Lo hemos visto crecer como una persona madura y sabemos que va a hacer algo grande en su futuro”.
“Estoy feliz”, agregó la madre. “Después de dos años mi hijo regresa a casa. Lo extrañamos mucho y ya lo quereos allá [en Guadalajara]”.