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LA GRACIA

LA ORGANIZACIÓN “COMPAÑEROS EN GRACIA” [CAMPANIONS IN GRACE], FUNDADA POR UN INGENIERO JUBILADO DEL CONDADO DE ORANGE, INICIÓ UNA ESCUELA DE EDUCACIÓN PREESCOLAR, AL ESTILO OCCIDENTAL, EN VIETNAM

By DOUGLAS MORINO     2/14/2019

La provincia de Thai Binh en Vietnam ⎯aproximadamente a mitad de camino entre la capital de Vietnam y el borde del Mar del Sur de China⎯ se encuentra una zona rural que alberga campos de arroz, fábricas de autopartes y una escuela moderna que prepara a los jóvenes estudiantes para un futuro brillante.

La escuela recién construida se encuentra junto a un convento católico de monjas, las Hermanas Dominicas de Thai Binh, muchas de las cuales trabajan allí como maestras. Se inauguró en octubre, la Escuela Preescolar Binh Minh de Thai Binh, cuenta con 130 estudiantes de familias de bajos ingresos, en su mayoría, y se apoya con fondos de “Companions in Grace”, una organización católica sin fines de lucro del condado de Orange.

“Esta es una de las mejores escuelas de Vietnam”, dijo Minh Nguyen, ingeniero jubilado y residente del condado de Orange, quien apoya iniciativas educativas en Vietnam a través de “Companions in Grace”. “Los padres quieren que sus hijos asistan a esta escuela”.

Nguyen inició “Companions in Grace” para encontrar soluciones pacíficas y efectivas a problemas complejos en Vietnam, como romper los ciclos de pobreza y asegurar que los niños de familias pobres asciendan en el estatus social.

“Podemos resolver problemas y transformar el sistema dando a los niños acceso a una educación católica de calidad”, señaló Nguyen.

El primer proyecto de la organización sin fines de lucro es la escuela de educación preescolar Binh Minh.

Los padres llegan en moto alrededor de las 6 de la mañana para dejar a sus hijos. Cada estudiante es recibido por una monja que les ayuda con su mochila y camina con ellos a clase. El simple ritual es el inicio de un día escolar que, para muchos niños, se extenderá hasta las 5 p.m.

En una mañana reciente, fuera de un aula iluminada en el segundo nivel de la escuela, las sandalias y las zapatillas de deporte de los niños se colocaron ordenadamente en estantes de madera. Dentro, los estudiantes estaban sentados en mesas, y trabajaban en problemas de matemáticas. Las paredes estaban cubiertas de tableros con arte ⎯dibujos de animales con nombres escritos en vietnamita e inglés, junto a mapas del mundo coloreados con crayones.

La escuela preescolar Binh Minh expone a los estudiantes a métodos educativos de estilo occidental en un país dirigido por los comunistas que experimenta un rápido crecimiento demográfico. Alrededor de 23 por ciento de los 97 millones de habitantes del país tienen menos de 14 años, según datos de las Naciones Unidas.

Aunque Vietnam experimenta un floreciente crecimiento económico, muchos residentes luchan por pagar la matrícula para enviar a sus hijos a buenas escuelas. La mayoría de los trabajadores en la industria manufacturera y en trabajos poco calificados ganan menos de $250 por mes, según datos de Trading Economics, una firma independiente que sigue las tendencias de la economía mundial.

Muchas familias con estudiantes en Binh Minh reciben ayuda financiera directa a través de la escuela preescolar y “Companions in Grace”. Los padres de los estudiantes trabajan como agricultores, mecánicos y en las fábricas cercanas.

“Esta es la Iglesia Católica trabajando silenciosamente en una parte del mundo que a menudo es ignorada, pero que necesita mucha ayuda”, explicó Cami Gienger, quien huyó de Vietnam hacia los Estados Unidos cuando tenía 18 años, después de la caída de Saigón en 1975, y quien apoya financieramente a la escuela. “La vida en Vietnam puede ser difícil. Pero si los estudiantes tienen acceso a una educación de calidad, podrán manejar cualquier cosa”.

educación al
estilo occidental

El plan de estudios en el aula de la escuela preescolar Binh Minhse basa en el Método de Educación Montessori, el cual se enfoca en la resolución de problemas, el pensamiento crítico y el aprendizaje individual. Nguyen ayudó a crear la escuela, y siguió el modelo del plan de estudios y principios de aprendizaje de la escuela católica St. Columban Catholic Shool en Garden Grove.

“Observamos el éxito de la escuela St. Columban, y quisimos replicarlo aquí”, dijo Nguyen.

Los estudiantes aprenden a leer y escribir en inglés, se les expone a conceptos básicos de ciencias para desarrollar una apreciación por el mundo natural y se les anima expresarse a través del arte.

“Este es un nuevo método de enseñanza en Vietnam”, dijo la hermana María Mai Diep, quien enseña en la escuela. “A los estudiantes toman un curso de introducción al inglés y se les da la oportunidad de concentrarse en la resolución de problemas, lo que requiere que presten atención. Vemos que los estudiantes están más concentrados durante el día”.

La escuela opera en un país donde el plan de estudios es supervisado por un sistema educativo estatal en expansión. Aunque es más frecuente, la apertura de escuelas independientes de estilo occidental, como la escuela preescolar Binh Minh, sigue siendo algo relativamente raro.

como un segundo hogar

Los estudiantes pasan gran parte de su tiempo en la escuela ⎯típicamente 11 horas al día, seis días a la semana. Las comidas calientes se preparan frescas por las monjas en la cocina de la escuela. Las aulas son luminosas, organizadas y limpias. Las estanterías están forradas con títulos en vietnamita e inglés. Los profesores trabajan con los estudiantes individualmente y en pequeños grupos.

“Queremos ayudarles a desarrollar su curiosidad, resolver problemas y pensar por sí mismos”, dijo Nguyen. Los maestros son sus guías”.

Cada aula tiene alrededor de 30 estudiantes con edades entre 1 y 5 años, y tres maestros, cada uno educado y capacitado en una escuela profesional en Hanoi, la capital de Vietnam. Por medio de la ayuda financiera de “Companions in Grace”, seis monjas recibieron capacitación como maestras para trabajar específicamente en la educación preescolar.

En una mañana reciente, Gienger se sentó en una silla en medio de un aula. Los estudiantes se reunieron a su alrededor, sentados con las piernas cruzadas en el suelo mientras ella leía una historia en inglés. Los alumnos repitieron cada oración.

La escuela representa una mejora directa en la vida de los estudiantes y sus familias, expresó Gienger.

“La escuela capacita a los estudiantes para que piensen por sí mismos”, agregó. “La educación que reciben aquí representa una inversión importante en sus vidas, su comunidad y su país”.

Además de posicionar a los niños hacia el éxito educativo, la educación preescolar establece una base para que los estudiantes formen parte de una fuerza laboral calificada y alcancen el éxito en el siglo XXI.

“Tendrán que competir en una economía global”, dijo Nguyen. “Queremos presentarlos al mundo”.

Para obtener más información sobre la Escuela Preescolar Binh Minh y “Companions in Grace”, visite companionsingrace.org.