A medida que los días de verano comienzan a irse y la emoción de un nuevo año escolar llena el aire, nos reunimos una vez más como una vibrante comunidad escolar católica, listos para embarcarnos en un viaje de crecimiento, aprendizaje y fe. Este año, adoptamos el tema: “Vayan y den frutos”, inspirado en las palabras de Jesús en Juan 15:16. Este llamado no es solo un recordatorio de nuestra misión, sino un desafío para cada uno de nosotros, estudiantes, maestros y familias por igual, para vivir activamente nuestra fe y generar un impacto positivo en el mundo.
En el Evangelio de Juan, Jesús habla de la importancia de dar frutos como un reflejo de nuestra relación con Él. Como escuelas católicas, estamos en una posición única para nutrir esta relación en nuestros estudiantes, alentándolos a crecer en su fe, conocimiento y servicio a los demás como se indica en nuestra misión. Este año, volvamos a comprometernos a fomentar un entorno en el que nuestros estudiantes puedan prosperar espiritual, académica y socialmente.
En el corazón de nuestra misión está la formación de discípulos arraigados en su fe católica. Este año, nuestras escuelas priorizarán las oportunidades de oración, adoración y reflexión, invitando a nuestros estudiantes a profundizar su relación con Cristo. A través de oraciones diarias, celebraciones de misas y retiros, crearemos espacios para que los estudiantes se encuentren con Dios y comprendan su llamado único a dar fruto en sus vidas.
Las escuelas católicas están llamadas a cultivar no solo el crecimiento espiritual sino también el intelectual de nuestros estudiantes. Nuestro compromiso con la excelencia académica se mantendrá firme a medida que brindamos programas rigurosos y atractivos que desafíen a nuestros estudiantes a pensar de manera crítica y creativa. Al alentar la curiosidad y el amor por el aprendizaje, capacitamos a nuestros estudiantes para desarrollar las habilidades que necesitan para prosperar en un mundo en constante cambio. A medida que crezcan en conocimiento, estarán mejor equipados para dar frutos en sus esfuerzos futuros.
El tema “Vayan y den frutos” también nos llama a la acción en nuestras comunidades. El servicio es una expresión vital de nuestra fe, y nos esforzaremos por inculcar en nuestros estudiantes un sentido de responsabilidad y compasión por los demás. Al poner su fe en acción, nuestros estudiantes aprenderán que dar fruto a menudo significa servir a los demás.
Al celebrar los primeros días de clases, llevemos el espíritu de “Id y dad fruto” en nuestros corazones. Que este año esté lleno de oportunidades de crecimiento, conexión y transformación. Juntos, podemos cultivar una cultura de fe, excelencia académica y servicio que inspire a nuestros estudiantes a dar fruto en sus vidas y en el mundo que los rodea.