WASHINGTON (CNS) — Las oraciones por la paz en escuelas y parroquias católicas en todo el país tenían la intención de “edificar relaciones y sembrar semillas en las mentes y los corazones de las personas”, dijo el obispo Shelton J. Fabre de Houma-Thibodaux, Luisiana.
Él dijo que la celebración en toda la nación de una Jornada de Oración por la Paz en Nuestras Comunidades el 9 de septiembre debía “aumentar la consciencia” sobre la violencia y el racismo dentro de nuestras comunidades y empoderar a la gente para hacer el trabajo necesario para restaurar la armonía racial.
“Siempre comenzamos con una oración, lo cual nos lleva a la acción”, dijo el obispo durante una conferencia de prensa del 8 de septiembre. El obispo Fabre es miembro de un nuevo grupo de trabajo, dirigido por el obispo Wilton D. Gregory de Atlanta, quien apoyó a los obispos en la observancia del día de oración y en otros esfuerzos de promover la paz y la sanación.
Nombrado Grupo de Trabajo de la USCCB para Promover la Paz en Nuestras Comunidades, el grupo terminará su trabajo con un informe de actividades y recomendaciones para esfuerzos futuros que se presentará en la asamblea general de los obispos estadounidenses en noviembre.
En iglesias y escuelas católicas en Louisville, Kentucky; Cincinnati; Chicago; Salt Lake City; Filadelfia; Baltimore; Wilmington, Delaware, y otros lugares, los católicos se reunieron para oración o Misa y las campanas repicaron a ciertas horas el 9 de septiembre. Algunos obispos habían instado a los católicos en sus diócesis a ayunar ese día.
El arzbispo William E. Lori de Baltimore planificaba liderar una caminata de oración en Baltimore durante la noche del 9 de septiembre con sacerdotes, líderes ministeriales y católicos locales para pasar por sitios donde recientes actos de violencia han ocurrido.
El arzobispo estaba programado para escuchar, después de la caminata, a representantes de seis parroquias de la ciudad describiendo las condiciones que enfrentan que la iglesia podría atender.
El día para la oración fue anunciado en julio por el arzobispo Joseph E. Kurtz de Louisville, Kentucky y presidente la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos en reacción a los asesinatos ocurridos en Baton Rouge, Luisiana, en Minneapolis y en Dallas.
Al anunciar el evento y el nuevo grupo de trabajo, el arzobispo dijo que debería haber “maneras de nutrir un diálogo abierto, honesto y civilizado sobre asuntos de relaciones raciales, justicia restaurativa, salud mental y oportunidad económica y abordar la cuestión de la violencia de armas “.
“Dando un paso al frente para aceptar el sufrimiento a través de acciones unificadas y concretas animadas por el amor de Cristo tenemos la esperanza de nutrir la paz y edificar puentes de comunicación y ayuda mutua en nuestras propias comunidades”, él dijo en el anuncio del 8 de julio.
El día escogido para la oración en toda la nación fue la fiesta de san Pedro Claver, sacerdote y misionero jesuita español que ministró en Colombia entre los esclavos durante 40 años y se convirtió en el santo patrono de los esclavos y de la pastoral afroamericana. Se dice que él bautizó unos 300,000 esclavos.
El arzobispo Gregory y el obispo Fabre dijeron ante reporteros que los obispos estadounidenses están en las primeras etapas de desarrollar una carta pastoral sobre el racismo.
El obispo Fabre dijo que la carta examinará cómo el racismo se manifiesta hoy día en la sociedad y en la iglesia y animará a la gente a dialogar y a aumentar consciencia sobre el asunto. Aunque se ha progresado, él dijo, se necesita hacer más trabajo.
Él también dijo que la carta pastoral incluirá pasos de acción que los católicos pueden seguir para llevar sanación y reconciliación.
Los obispos enfatizaron que aunque las actividades planificadas en todas las parroquias y escuelas para el día de oración no eran a gran escala, ellos tenían la esperanza de que los eventos provocaran conversación y más diálogo.
Al preguntársele particularmente cómo los puentes podrían edificarse entre policías y comunidades, el obispo Fabre, director del Subcomité para Asuntos Afroamericanos de la USCCB, dijo que los puentes deben construirse mucho antes que algo suceda, “en tiempos cuando no hay incidentes y hay paz”.
Él animó a las comunidades a trabajar en aumentar la confianza “antes que las tensiones rebalsen” y a siempre estar en diálogo entre sí. “Construyan puentes antes que sean necesarios”, él dijo, “de modo que cuando sean necesarios estén en su lugar”.