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EL FIN DE LA PENA DE MUERTE

LAS PROPUESTAS DE LEY 62 Y 66 EN LA BOLETA ELECTORAL DE CALIFORNIA PERMITIRÁN A LOS VOTANTES DECIDIR SOBRE EL FUTURO DE LA PENA DE MUERTE EN EL ESTADO

By LARRY URISH     10/28/2016

El incidente fue trágico. Cameron Todd Willingham inició el incendio que destruyó su casa en Corsicana, Texas el 23 de diciembre de 1991. El infierno cobro las vidas de sus tres pequeños hijos. Willingham fue acusado de asesinato, juzgado y finalmente ejecutado por el estado de Texas el 17 de febrero de 2004.

Pero este caso tenía un problema: Las pruebas abrumadoras de que Willingham no provocó el incendio.

En diciembre del 2010, un dictamen y resolución del Tribunal de Distrito 299 del condado de Travis lo exoneró y concluyó que: “Este Tribunal considera que el estado de Texas ejecutó a Cameron Todd Willingham injustamente”.

En otras palabras, el estado mató a un hombre inocente.

El proteger a los que son acusados indebidamente de asesinato es solo una de las razones por las que millones de personas creen que es esencial el detener la pena de muerte en California. Este tema, que provoca divisiones, llevó a la inclusión de las Propuestas de Ley 62 y 66 en las elecciones generales del próximo mes. La Propuesta 62 podría poner fin a la pena de muerte; mientras que la Propuesta 66 obligaría a hacer varias modificaciones a la ley existente.

“La propuesta 66 busca acelerar las ejecuciones, tal como lo hacen en Texas”, explica Beth Webb, la hermana de Laura Webb Elody, una de las víctimas fatales en Salon Meritage, en Seal Beach, en octubre de 2011. A pesar de ser un familiar de una víctima de asesinato (su madre, Patty Stretz, también fue víctima del mayor tiroteo mortal en el condado de Orange, y sobrevivió), Beth Webb se ha pronunciado a favor de “Sí a la 62/No a la 66” para detener la pena capital, una posición que apoya fuertemente la Iglesia Católica.

“Mi caso es la causa perfecta para estar a favor de la pena de muerte”, dijo Webb. “Pero sé que no es lo correcto”.

Este tema polémico ha sido una fuente de debate por más de un siglo. La pena de muerte en California se autorizó por primera vez en 1872. El estado llevó a cabo su primera ejecución, en la horca, en 1893. La cámara de gas reemplazó a la horca en 1937. En febrero de 1972, la Corte Suprema de California dictaminó que la pena de muerte era un castigo cruel e inusual; sin embargo, la legislatura estatal la reinstituyó en 1977. Más tarde ese mismo año, el Código Penal fue revisado para incluir la condena de cadena perpetua sin posibilidad a libertad vigilada. La muerte por inyección letal fue agregada en 1992, y el uso de la cámara de gases se suspendió dos años más tarde. En julio de 2014, el juez de distrito Carmac J. Carney dictaminó que la pena de muerte era inconstitucional, señalando que era arbitraria y obstaculizada por retrasos; esa decisión fue revocada al año siguiente por el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito.

Para la mayoría de los católicos, “la polémica sobre la pena de muerte” es una contradicción, ya que no existe tal polémica.

“El catecismo es muy claro en que la pena de muerte ya no es realista en la sociedad moderna”, dice Steve Pehanich, director de Promoción y Educación de la Conferencia Católica de California. “Las enseñanzas de los tres últimos papas han sido muy claras en que la pena de muerte no es necesaria”.

Webb tiene otra manera de decirlo: “La venganza de ojo por ojo es simplemente ridícula; es una tontería”.

La Propuesta de Ley 62 cuenta con el respaldo de la Conferencia Católica de California, el grupo Católicos contra la pena de muerte, el Clero y laicos para la justicia económica, los obispos de California y el papa Francisco.

Si la Propuesta 62 es aprobada, los condenados por asesinato no tendrían ninguna posibilidad de salir bajo libertad vigilada. Se les obligaría a trabajar para pagar una indemnización a las familias de las víctimas. Y se aplicaría de manera retroactiva para los presos que se encuentran actualmente en espera de ejecución.

Los partidarios sostienen que el sistema de pena de muerte en California es defectuoso. Cada intento para repararlo en las últimas cuatro décadas ha fracasado. El analista legislativo independiente del estado informó que la Propuesta 62 ahorraría $150 millones por año. Y la medida proporcionaría un cierre para las familias de las víctimas.

“El sistema de la pena de muerte en California ha dado como resultado un largo y angustioso calvario para nuestra familia”, escribió Webb en la Guía de información oficial de California para los votantes en las elecciones generales. “A medida que el asesino de mi hermana se presenta en las innumerables audiencias, volvemos a revivir la tragedia. La pena de muerte es una promesa incumplida de justicia”.

Los partidarios de la Propuesta de Ley 66 afirman que aceleraría el proceso de apelaciones para la pena de muerte al estipular que las querellas legales a las penas de muerte deberán tomar no más de cinco años, y nombraría a tribunales de primera instancia a cargo de las peticiones iniciales de apelaciones a la condena. De esa manera, establecería un marco de tiempo para las revisiones sobre el fallo de pena de muerte y requeriría la designación de abogados que trabajen en los casos de pena de muerte.

La campaña “Pro 62 y Contra 66” sostiene que la propuesta 66 costaría a los contribuyentes millones de dólares debido al aumento de los gastos penitenciarios, de defensa legal y litigio. Y aumentaría el riesgo de ejecutar a una persona inocente en California.

“La abolición de la pena de muerte es fundamental, según lo que los obispos de California han dicho en todas sus declaraciones”, dice Pehanich. Y el papa Francisco ha dicho que simplemente no hay manera humana de matar a otra persona”.

Si se deja a un lado las convicciones religiosas, la Propuesta 62 detendría el dolor de los familiares de las víctimas debido a las interminables apelaciones para salvar a los asesinos en pena de muerte, señala Webb. Cuando alguien como el acusado de matar a su hermana obtiene cobertura mediática gratis durante la larga batalla tras el veredicto inicial, esa persona está obteniendo la atención que siempre buscó.

“Él mató el mayor número de personas posibles debido a la infamia que resultaría de sus actos”, dice Webb. “Con la Propuesta 62, nunca más escucharemos de él. Desaparecerían los años de dolor. Lo que representaría para mi familia y para muchos más sería llegar a un fin”.