Todo el mundo es soltero(a) en algún momento de la vida. Los católicos solteros en busca de su compañero(a) de vida podrían preguntarse a veces si la vocación del matrimonio es realmente el camino correcto para ellos. Sin embargo, la elección de vivir una vida en soltería también puede ser una vocación, que a veces es ignorada.
“Creo que la Iglesia reconoce que existe un estado de soltería, que puede ser un estado válido, y puede ser un estado de servicio”, explica el padre Robert Vidal, pastor emérito en la Iglesia de Santa Annne en Seal Beach. “Puede ser uno de participación en la comunidad en ayuda a los demás. Creo que la Iglesia reconoce muy bien esto”.
La Iglesia ofrece a los católicos solteros un lugar de pertenencia y contribución a la vida de sus parroquias a través de un sinfín de posibilidades en los ministerios de música, catequesis, liturgia y el alcance comunitario, por nombrar a algunos. Las amistades que se forjan con otras personas que participan en estos ministerios también pueden ayudar a llenar el vacío que a veces sienten los solteros. Las parejas casadas o familias de la parroquia también pueden ofrecer su ayuda y hospitalidad a los solteros para que se sientan bienvenidos.
El padre Vidal sugiere que los católicos solteros también podrían considerar su participación en un ministerio a una escala global.
“Pueden conectarse con varios de los distintos apostolados en algunas de nuestras comunidades que salen en misión para servir a los pobres. Estos son ministerios donde los solteros pueden participar”, explica. El padre Vidal recomienda buscar en los programas para los misioneros laicos que ofrecen los Maryknolls o franciscanos. Los misioneros en estas comunidades reciben entrenamiento y después se les ofrece la oportunidad de servir a los pobres en otros países.
Así que, ¿cómo se puede decidir si el matrimonio es la vocación correcta o no?
“Mucha oración ante el Señor y el Santísimo Sacramento es esencial en el discernimiento”, dice. “Cuando alguien llega a mí en busca de dirección espiritual, y les ayuda en el proceso”.
Michael Donaldson, director de cuidado pastoral, quiere explorar cómo la Diócesis también puede ayudar a los católicos solteros con el discernimiento. Era una idea recurrente y que discutía a menudo con sus colegas. No hace mucho tiempo, formó un comité asesor diseñado para modernizar la manera en que la Diócesis proporciona ayuda a las parejas casadas y para los que se preparan para el matrimonio. El comité se compone de líderes de toda la Diócesis que participan en la preparación y enriquecimiento del matrimonio. Los representantes del ministerio de jóvenes adultos, un ministerio dentro de las parroquias en donde a menudo participan muchos católicos solteros, también se incluyeron en el comité con la esperanza de encontrar maneras en las que la Diócesis pueda ayudar a los católicos solteros a discernir sobre el matrimonio, así como apoyar a los que eligen la vocación de ser soltero(a).
“El coordinador del programa para el ministerio de jóvenes adultos y yo hemos expresado que la preparación para el matrimonio sucede cuando las personas están listas para casarse, pero deberíamos de ofrecer esta ayuda desde mucho antes. ¿Cómo podemos ayudar a las personas a discernir sobre el matrimonio? ¿Cómo podemos ayudar a las personas a evaluar la vocación, y considerar esa vocación como un llamado del Señor? La vocación puede ser fructífera si se discierne correctamente”, explica.
Donaldson añade que, aunque existen muchos programas que se ofrecen para ayudar a las parejas comprometidas y que se preparan para el matrimonio, reconoce que aún queda trabajo por hacer para apoyar a los católicos solteros.
“La Iglesia reconoce la vocación de ser soltero, y es un llamado muy difícil”, explica. “Están eligiendo vivir una vida de castidad y celibato, porque entendemos que la sexualidad se expresa en el contexto del matrimonio, que es algo que no se destaca ni promueve en nuestra sociedad secular, y creo que ese es el desafío: ¿Cómo apoyar a aquellos que sienten el llamado a la vida en soltería y seguir alentando a que sigan lo que significa esa vocación en la Iglesia Católica?”
Para los católicos solteros que no han elegido esa vocación y tienen el deseo de continuar la búsqueda de un cónyuge, con la esperanza de casarse, la Diócesis ofrece los mismos programas que se ofrecen a las parejas comprometidas. Hay talleres orientados a dotar a las personas con las herramientas esenciales para estar en una relación exitosa. Un programa reciente como estos fue “Blessed and Broke”, una serie de conferencias educativas que se ofrecieron a través del Ministerio de jóvenes adultos de la Diócesis de Orange, en colaboración con el banco Farmers and Merchants Bank, que se centra en temas financieros, tales como la inversión, el crédito y los informes de crédito, alcanzar la independencia financiera y ahorrar para la compra de una casa. “Es importante saber sobre esto antes de comprometerse en una relación”, dice Donaldson. Añadió que también desea trabajar en la creación de más educación sobre la teología del cuerpo.
“Tengo la esperanza de que vamos a colaborar mucho más con nuestro ministerio de jóvenes adultos, y esa es una de nuestras metas”, señala Donaldson. “El coordinador del programa para el ministerio de jóvenes adultos y yo estamos realmente interesados en buscar cómo podemos enfocarnos más en nuestro ministerio y colaborar más”.