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LOS NIÑOS Y LA 
CRUCIFIXIÓN

LA PASIÓN DE JESÚS: ¿CUÁNDO Y CÓMO DEBEN LOS PADRES CATÓLICOS COMPARTIR LA HISTORIA DEL SUFRIMIENTO Y MUERTE DE CRISTO?

By CATHI DOUGLAS     11/8/2019

Jesus se encuentra colgado de la cruz en el santuario de cada iglesia católica, así que no es de extrañar que los niños pequeños quieran los detalles de su vida, muerte y resurrección.

Aun así, puede ser difícil encontrar las palabras adecuadas para describir la pasión y crucifixión de Jesús a los niños pequeños —incluso con el punto brillante de Su resurrección para terminar felizmente la historia.

 ¿Cómo pueden los padres católicos hablar sinceramente de la pasión y muerte de Jesús a sus hijos sin asustarlos? 

“La manera en que hablamos a los niños pequeños sobre los eventos centrales de la fe cristiana depende de su edad, interés y de cómo se desarrolla la conversación sobre el tema”, explica Katie Dawson, directora de Evangelización Parroquial y Formación de la Fe de la Diócesis de Orange. “La conversación debe ser personalizada para cada niño.”

Con sus propios hijos, Dawson utilizó un libro, “The Garden, the Curtain and The Cross”, de Carl Lafterton, disponible en Amazon.com en tapa dura por $10.99 dólares.

“Es una historia bellamente ilustrada que comienza cuando Dios creó el mundo, donde todo era bueno, con hermosas imágenes del Jardín del Edén”, dice. “El libro te lleva a través de toda la historia cristiana a través de los ojos de un niño.”

Con un niño muy pequeño, no les habla de la crucifixión de Jesús, el dolor, el sufrimiento, la sangre y la tortura. “Yo simplemente digo que las cosas estaban mal, y Jesús vino a arreglarlas. Se entregó voluntariamente, venció a la muerte y regresó”. Ella añade que cuando nos hacemos amigos de Jesús, podemos hacer lo mismo y vivir para siempre con Él.

Para Dawson, hablar de la crucifixión con los niños es muy parecido a hablar de sexo. “No necesitamos darles todos los detalles cuando no estén listos. A medida que crecen y fomentamos su comprensión de las Escrituras y de la Misa, los símbolos y signos de nuestra fe son buenos indicadores en los que pueden enfocarse.

“Jesús sufrió, murió y resucitó, ese
es el centro de la historia”, añade. “Pero cuando se trata de meditar sobre las heridas de Jesús o la profundidad de su sufrimiento, creo que eso depende de cada uno de los padres. No es donde me enfocaría con un niño.”

Siempre que los maestros de Catequesis del Buen Pastor discuten la crucifixión en la Iglesia de San Vicente de Paúl, dice Rose Antognoli, directora de la formación parroquial de la fe, se aseguran de enfocarse en el hecho de que Jesús no sólo murió, sino que resucitó de entre los muertos. Durante cada tiempo de Pascua, los niños celebran la Liturgia de la Luz, en la que encienden una vela pascual para representar la luz de Cristo y cada niño enciende su propia vela.

“Aprenden que la luz de Cristo es más fuerte que la muerte”, dice Antognoli.

Kendra Tierney, escribe en su sitio web CatholicAllYear.org, tiene un punto de vista alternativo. Durante la Semana Santa, lee a sus hijos la historia de la pasión y muerte de Jesús en las Escrituras. No omite ninguna parte ni ablanda nada. 

“Aunque mi hijo de 2 años no está listo para entender todo lo que sucede en la historia, y ciertamente no está listo para comprender los horrores del sufrimiento de Jesús, creo que está listo para oírlo”. 

Una vez terminada la historia, pide a los niños que dirijan la conversación. “He descubierto que siempre han sido capaces de ver a través de todo eso y entender que la pasión de Jesús es una historia de amor”, dice. “Creo que incluso los niños más pequeños merecen oírlo.”