BOUNTIFUL, Utah (CNS) — El miércoles de ceniza, una maestra le pidió a William McLeod, un estudiante de cuarto grado en la escuela primaria Valley View Elementary en Bountiful, que se quitara la cruz de ceniza que había recibido en la iglesia esa mañana.
Más tarde dijo que su petición fue un simple error.
Moana Patterson, la maestra de William, dijo en una conferencia de prensa del 11 de marzo organizada por el senador Todd Weiler en el Capitolio del Estado de Utah que ella pensaba que las cenizas eran polvo, y por eso le ordenó que se las quitara de la frente.
“No tenía idea de que era un símbolo religioso”, dijo. “Cuando supe que era un símbolo sagrado para el Miércoles de Ceniza, inmediatamente me disculpé con el niño y su familia. Mi vida entera se ha centrado en respetar la diversidad. Nunca, nunca, nunca le faltaría el respeto intencionalmente a ninguna religión, ni a ningún símbolo sagrado. Fue un mal entendimiento total. Espero que podamos avanzar y construir la comprensión juntos”.
Cuando los funcionarios del distrito escolar se enteraron de lo sucedido, le impusieron a Patterson “licencia administrativa”, mientras se investigaba el incidente.
“Lamentamos lo que sucedió y pedimos disculpas al estudiante y a la familia por las acciones de la maestra”, dijo el vocero del Distrito Escolar del Condado de Davis, Chris Williams, en una declaración preparada. “Las acciones fueron inaceptables. A ningún estudiante se le debe pedir o exigir que se quite una cruz de ceniza de su frente”.
“El distrito sabe y reconoce el Miércoles de Ceniza como uno de los días más sagrados del año en la fe católica y que marca el inicio de la Cuaresma”, dijo la declaración. “El Distrito Escolar de Davis toma el asunto muy en serio y continúa la investigación”.
Durante la conferencia de prensa, dos madres de estudiantes de Valley View pidieron que Patterson, la maestra, regresara a la escuela.
“Todos somos humanos y estamos tratando de ser mejores humanos y todos cometemos errores … Estamos aquí hoy como comunidad para decir que queremos mejorar”, dijo Tiffany Ivins-Spence, una de las madres.
“Nos disculpamos colectivamente como comunidad por no estar más informados. Muchos de nosotros no conocíamos la tradición del Miércoles de Ceniza y el símbolo del Miércoles de Ceniza. Lo reconocemos ahora. Esta es realmente una oportunidad de progreso”, agregó.
Ivins-Spence indicó que Patterson había recibido instrucciones de funcionarios del distrito de no hacer ningún comentario sobre lo ocurrido, pero dijo que si se le prohibe a un maestro hablar, no dándole la oportunidad de aclarar un mal entendimiento, entonces la situación empeora, dijo.
“Eso es lo que pasó aquí”.
Más tarde durante Miércoles de Ceniza, William fue marcado nuevamente con cenizas para reemplazar las que habían sido lavadas de su frente.
Cuando se enteró de lo ocurrido, el director de equidad educativa del distrito escolar, Bernardo Villar, quien es diácono en la parroquia de santa Rosa de Lima, se puso en contacto con la familia y le ofreció volver a marcar la frente de William con cenizas, una oferta que aceptaron.
La diócesis católica de Salt Lake City respondió a la situación a través de su portavoz, Jean Hill.
“Entendemos que errores suceden”, dijo Hill. “La diócesis está muy agradecida con el joven estudiante que usó la situación para educar a su maestra acerca de una parte de su fe y la importancia para él. Aprender acerca de los demás es una de las maneras en que construimos una comunidad (de varios aspectos) religiosos, políticos, raciales, étnicos y otras fronteras “.
Weiler dijo que había invitado a William McLeod y a su padre, Gary, a asistir a la conferencia de prensa, pero no aceptaron.
The Intermountain Catholic, el periódico diocesano de Salt Lake City, no pudo comunicarse con la familia McLeod para comentar sobre esta historia.