Mundo

MEXICANOS QUE SOBREVIVIERON TERREMOTO DAN GRACIAS A SAN JUDAS TADEO

By DAVID AGREN, CATHOLIC NEWS SERVICE     10/2/2017

CIUDAD DE MÉXICO (CNS) — Teresa Hernández considera un milagro que su tío y su sobrino, quienes quedaron atrapados bajo los escombros de un edificio de apartamentos en el norte de la Ciudad de México, lograron salir después del terremoto del 19 de septiembre.

Hernández llevó una pequeña estatua de San Judas Tadeo a las celebraciones en la histórica iglesia de San Hipólito para dar gracias. En algunas partes de México, el 28 de cada mes está reservado para celebrar la vida del santo de causas difíciles e imposibles.

“Siempre vengo a dar gracias” en el día de su fiesta, dijo. “Gracias a Dios todavía están con nosotros”.

La devoción a San Judas Tadeo ha aumentado en la ciudad de México durante las últimas dos décadas, particularmente entre los más oprimidos de la capital mexicana, especialmente aquellos que sufren discriminación e injusticia.

La observación mensual normalmente atrae a miles de devotos a la iglesia de San Hipólito, que data de 1531. La iglesia se convirtió en un santuario para los devotos de San Judas Tadeo después de que los sacerdotes misioneros claretianos colocaron una imagen del santo en el templo y la influencia del santo se extendió en la Ciudad de México.

Para algunos, especialmente entre jóvenes, “se puso de moda” por un tiempo, dijo el padre claretiano Alejandro Cerón.

Algunos llegan buscando intervención. Otros buscan aceptación, incluso jóvenes con problemas que a veces aparecen bajo la influencia, “pero no rechazamos a nadie”, dijo el padre Cerón.

Algunas personas llevan estatuas de otros “santos” que no son santos verdaderos, por ejemplo, Jesús Malverde, una figura del estado de Sinaloa popular entre los narcotraficantes, y la esquelética Santa Muerte que ha sido condenada como satánica por la Iglesia Católica, pero que ha ganado un fuerte seguimiento desde los años noventa.

“A las personas se les permite entrar,” pero a sus imágenes no, dijo el padre Cerón. “Hay mucha confusión, las personas involucradas en estas creencias tratan de asociar (santos no verdaderos) con San Judas Tadeo”.

La mayoría, sin embargo, llega a dar gracias por lo que consideran milagros que se han realizado por la intercesión de un santo haciendo que lo imposible ocurra.

Algunos dijeron que el terremoto los motivó para atender las celebraciones para la fiesta de San Judas Tadeo.

“Estoy aquí para dar gracias por tener un mes más aquí, por estar vivo”, dijo Clemente Chávez, un gerente de restaurante, que estaba en uno de los barrios más afectados de la Ciudad de México cuando el terremoto sucedió y, por suerte, estaba en la planta baja de un edificio.

Mientras tanto, algunas personas se han refugiado en la fe. La Arquidiócesis de la Ciudad de México reportó más personas en las Misas después los terremotos.

“Es una reacción natural”, dijo el portavoz de la Arquidiócesis de México, padre Hugo Valdemar Romero.

“Muchas personas han buscado consuelo y refugio en las parroquias”, explicó, diciendo que unas 96 iglesias en la Ciudad de México fueron dañadas, mientras que 10 fueron “seriamente dañadas”.

Padre Cerón dijo que la gente acude a las iglesias para que alguien les escuche, para expresar sus miedos. Muchas dicen que están asustadas y están durmiendo con su ropa puesta.