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NO HAY SOLUCIONES RÁPIDAS A LA CRISIS DE REFUGIADOS

By CATHOLIC NEWS SERVICE     11/9/2015

El 25 de octubre los líderes de Grecia y otros países que están a lo largo de la “vereda del migrante” entrenado a Europa acordaron establecer campamentos de contención para hasta 100,000 personas que buscan asilo debido a la guerra y la agitación en sus patrias.

La movida podría ser muy útil para aliviar la mayor crisis de refugiados de Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, crisis con la cual la Unión Europea ha luchado durante meses mientras los países miembros intentan diseñar una respuesta unificada.

Tenemos la esperanza de que este programa tenga un mejor resultados que un plan de reasentamiento anunciado hace cinco meses que ha reubicado menos de 100 refugiados detenidos en Grecia e Italia a pesar de la meta declarada de reubicar más de 40,000 de ellos en otros países. Y los números de Siria, Afganistán y otros lugares continúa apilándose.

A fines de octubre un empeoramiento del combate en Siria resultó en que más de 9,000 personas diarias cruzaran entrando a Grecia, primera parada en un viaje del cual muchos tienen la esperanza que los lleve en última instancia a Alemania u otro país rico percibido como acogedor dispuesto.

El papa Francisco ha sido una de las voces más fuertes en la comunidad internacional instando a una respuesta amplia y caritativa a la crisis, hasta pidiéndole a toda parroquia y comunidad católica de Europa alojar una familia refugiada. El Evangelio hace un llamado a los cristianos “a ser ‘prójimos’ de los más pequeños y los más abandonados”, él dijo el 6 de septiembre durante un discurso en la Plaza de San Pedro.

Dando el ejemplo, él anunció que dos pequeñas parroquias del Vaticano acogerían a dos familias refugiadas. Sean Callahan, principal funcionario de operaciones de Caridades Católicas que ha estado trabajando en todos los Balcanes para proveer socorro de emergencia allí, dijo en testimonio ante un comité del congreso de Estados Unidos que las palabras y las acciones del papa nos recuerdan “nuestra obligación moral de ayudar al forastero”.

Por supuesto, según lo señaló el presidente de la Asamblea General de la ONU, Mogens Lykketoft, durante un reciente servicio de oración en la iglesia Holy Family en Manhattan, la crisis migratoria que “una dividida y no preparada” Europa enfrenta no será resuelta sin terminar las guerras y las crisis que son la causa del sufrimiento de los refugiados.

Y esa solución, desafortunadamente, no está a la vuelta de la esquina.

Mientras tanto, Callahan, cuya agencia ha ayudado a más de 800,000 personas desde el comienzo de la crisis siria, instó al congreso a comprometer más de $1,000 millones adicionales para ayuda y reasentamiento de refugiados.

Él también instó al gobierno estadounidense a apoyar la integración de refugiados sirios en países vecinos, a financiar directamente organizaciones privadas internacionales que pueden poner ayuda en el suelo más rápidamente y navegar obstáculos gubernamentales potenciales, a financiar ayuda humanitaria y de desarrollo en países anfitriones de refugiados tales como El Líbano, Jordania y Turquía, y a comprometerse a negociaciones de alto nivel hacia una solución política al conflicto en Siria.

“El éxodo hacia Europa grita que hay tanto más que tiene que hacerse”, él dijo.

De hecho, tiene que hacerse.

Y nuestras oraciones y apoyo están con aquellos líderes mundiales y trabajadores que están allí luchando para encontrar la manera correcta.

Las opiniones o posturas presentadas en este o cualquier editorial invitado son de la publicación individual y no necesariamente representan las opiniones de Catholic News Service ni las de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos.