WASHINGTON D.C. (ACI) – La Dra. Mary Gatter, Presidenta del Consejo de Directores Médicos de Planned Parenthood Federation of America (PPFA), aparece en un nuevo video negociando el precio “por espécimen” de órganos y tejidos de bebés abortados en las clínicas de la multinacional.
La Dra. Gatter generó controversia en julio de 2015 cuando se difundió un video en el que, mientras negociaba la venta de órganos y tejidos de bebés abortados en las instalaciones de Planned Parenthood, dijo que quería “un Lamborghini”.
Lamborghini es una marca de autos de lujo cuyo modelo más económico –el “Huracán” – bordea los 200 mil dólares.
Gatter fue por muchos años Directora Médica de Planned Parenthood en Los Ángeles (Estados Unidos), antes de trasladarse a Pasadena y asumir la presidencia del Consejo de Directores Médicos de PPFA.
En el nuevo video difundido por el Center for Medical Progress (CMP, Centro para el Progreso Médico), la Dra. Gatter dialoga con actores que fingían ser compradores de órganos de bebés abortados, y asegura que “lo hice en Los Ángeles. Estoy comprometida con eso, creo que es una gran idea”.
“¿Qué tipo de volumen necesitan y de qué edades gestacionales?”, consulta luego.
Durante el diálogo, la ejecutiva de PPFA le explica a los supuestos compradores que “tienen que pagar un poco de dinero por usar el espacio” en las clínicas para recoger los órganos y tejidos de los bebés abortados, pues “tendrían que mandar a alguien”.
Al referirse a los pagos, la Dra. Gatter consulta si estiman pagar “75 dólares por espécimen”, y asegura que 50 dólares es uno de los precios más bajos, pues ese monto era pagado “hace como 12 años”.
Al finalizar la conversación, Gatter le asegura al aparente comprador de órganos de bebés abortados que “estaría dispuesta, dame una llamada”.
David Daleiden, líder del equipo de investigadores del CMP, señaló el hecho de que las empresas vinculadas a PPFA para el tráfico de órganos, como Novogenix o StemExpressk, “colocaran a sus trabajadores dentro de las clínicas de aborto de Planned Parenthood para realizar la recolección, empaque y trabsporte de partes de bebés demuestra que Planned Parenthood no tenía costos de reembolso de acuerdo a ley”.
“Las sumas por volumen que Planned Parenthood cobraba por estos negocios por partes de bebés son tráfico criminal y mercantilismo con partes de cuerpos fetales”.
Para Daleiden, “el Departamento de Justicia de Estados Unidos debe prestar atención a las referencias criminales de las investigaciones congresales y procesar a Planned Parenthood con todo el peso de la ley, y los contribuyentes ya no deben ser obligados a subsidiar el imperio criminal del aborto de Planned Parenthood”.