VATICANO (ACI) – Ante la proximidad de la celebración del nacimiento de Jesús, al presidir el rezo del Ángelus en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, el Papa Francisco cuestionó: “nosotros, ¿qué es lo que hacemos? ¿Acogemos al Señor, le dejamos que se nos acerque, o en cambio lo rechazamos?”.
El Santo Padre explicó que María se nos presenta en el Evangelio a la luz de la profecía que anuncia que “una virgen concebirá y dará a luz un hijo”. Francisco señaló que “el evangelista Mateo reconoce que esa profecía se ha cumplido en María, la cual concibió a Jesús por medio del Espíritu Santo, sin intervención de José. El Hijo de Dios ‘viene’ en su seno para hacerse hombre y él lo acoge. De esta forma, de un modo único, Dios se acerca al ser humano tomando la carne de una mujer”.
“También a nosotros, de una forma diferente, Dios se nos acerca con su gracia para entrar en nuestra vida y nos ofrece el don de su Hijo”, subrayó.
Por lo tanto, María se convierte en ejemplo, en modelo a seguir por toda la humanidad: “Como María, que se ofreció libremente a sí misma al Señor de la historia, le ha permitido cambiar el destino de la humanidad, también nosotros, acogiendo a Jesús y tratando de seguirlo cada día, podemos cooperar a su diseño de salvación de nosotros mismos y del mundo”.
El Pontífice indicó que “María se nos presenta como modelo de servicio a seguir, que nos puede ayudar en nuestra búsqueda de Dios y en nuestro compromiso de construir la civilización del amor”.
Francisco señaló que “el otro protagonista del Evangelio de hoy es San José. El evangelista pone en evidencia que José por sí mismo no puede dar una explicación al evento que se producirá ante sus ojos, el embarazo de María”.
El Santo Padre destacó la figura de San José, que “frente al extraordinario evento, que ciertamente suscita en su corazón tantas preguntas, se fía totalmente de Dios y, siguiendo su invitación, no repudia a su prometida y la acoge con él”.
“Acogiendo a María, José acoge con conocimiento y con amor a Aquel que en ella ha sido concebido por obra admirable de Dios, para quien nada es imposible. José, hombre humilde y justo, nos enseña a fiarnos siempre de Dios, a dejarnos guiar por Él con voluntaria obediencia”.
El Papa señaló que “estas dos figuras, María y José, que por primera vez han acogido a Jesús mediante la fe, nos introducen en el misterio de la Navidad. María nos ayuda a ponernos en actitud de disponibilidad para acoger al Hijo de Dios en nuestra vida concreta, en nuestra carne”.
“José nos anima a buscar siempre la voluntad de Dios y a seguirlo con confianza plena”.
Al finalizar, Francisco recordó que “es Dios que se acerca a nosotros. ¿Le abro la puerta al Señor cuando siento una inspiración interior, cuando siento que me pide hacer alguna cosa en favor de los demás, cuando me llama a la oración? Dios con nosotros, Dios que se acerca a nosotros”.