VATICAN CITY (CNS) — Las reformas del proceso de anulación presentadas por el papa Francisco sirven solamente para evitar retrasos en casos en que los matrimonios son claramente inválidos, dijeron dos padres sinodales.
El cardenal Lluís Martínez Sistach de Barcelona, España, y el cardenal Wilfrid F. Napier de Durban, Sudáfrica, dijeron ante periodistas en una conferencia de prensa del 20 de octubre que el nuevo proceso salvaguarda contra cualquier atajo inapropiado.
El cardenal Martínez Sistach, abogado canónico, dijo que el proceso comienza más rápidamente, pero si se ve que llegar a la verdad no será simple o directo entonces el caso seguirá el proceso “ordinario” más largo.
Ambos cardenales Martínez Sistach y Napier abordaron preocupaciones de que la reforma pueda plantear riesgos de anular matrimonios demasiado rápidamente. El cardenal Martínez Sistach, quien ha servido tanto en el Pontificio Consejo para los Textos Legislativos como en el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, dijo que el énfasis continúa puesto en “la formalidad y el respeto por la indisolubilidad del matrimonio y la verdad”.
El cardenal Martínez Sistach dijo que la reforma enfatiza más que los pastores no son solamente pastores y maestros, sino también jueces. Sin embargo, los obispos podrían no tener el tiempo adicional o la preparación en derecho canónico necesarios. El cardenal dijo que la reforma es una manera de enfatizar “este ministerio nuestro, este servicio de misericordia justa para la gente”.
“Creo que la declaración de anulación es siempre, hablando lógicamente, que un matrimonio ha fracasado, que no ha encontrado el éxito que se quería y que en este sentido hace que uno sufra”, él dijo. “Pero de algunas maneras a través de la cruz y la muerte viene la resurrección. Y si una pareja obtiene una declaratoria de anulación ellos pueden absolutamente reedificar su familia”.
Contribuyó a este artículo Carol Glatz en el Vaticano.