Mundo

PUBLICACIÓN ECLESIÁSTICA DE CIUDAD DE MÉXICO CUESTIONA REGAÑO DE OBISPOS POR EL PAPA FRANCISCO

By David Agren, Catholic News Service     3/14/2016

CIUDAD DE MÉXICO (CNS) — Una publicación de la Arquidiócesis de Ciudad de México cuestionó un regaño del papa Francisco con el cual criticó a los obispos de México por vivir como príncipes y descansar en los laureles y los llamó a pelear como hombres, “cara a cara” si luchan — aludiendo a la desunión en la conferencia episcopal.

Un comentario editorial del 5 de marzo en la publicación arquidiocesana Desde la Fe preguntaba si el papa había sido informado apropiadamente sobre asuntos mexicanos previo a su visita del 12 al 17 de febrero, diciendo que el trabajo de la iglesia ha mantenido a más del 80 por ciento de la población profesando el catolicismo — entre los más altos en América Latina — aun ante los misioneros evangélicos, un estado oficialmente secular y tiempos de persecución eclesiástica. Este también insistió que los sacerdotes de todo el país están respondiendo apropiadamente a una población a la cual el papa les dijo que atendieran mejor.

“Aquí cabe preguntarse: ¿tiene el papa alguna razón para regañar a los obispos mexicanos?”, preguntó el comentario, que ofreció una acérrima defensa de la jerarquía eclesiástica.

Este terminó con otra pregunta: “¿O será que las palabras improvisadas del Santo Padre — aludiendo a la amonestación del papa para que los obispos pelearan como hombres — respondían a un mal consejo de alguien cercano a él?

“¿Quién mal aconsejó al papa?”.

En un discurso el 13 de febrero a los obispos de la Catedral Metropolitana de Ciudad de México, el papa Francisco hizo un llamado a los prelados a denunciar los carteles, atender mejor las víctimas de la violencia y evitar mediar acuerdos escondidos que carecen de transparencia. Después de visitar un seminario al día siguiente en la ciudad de Ecatepec, él firmó un libro de visitantes con una advertencia de evitar convertirse en “clérigos del estado”.

El discurso del papa vino mientras la iglesia de México manejaba la crítica de parte de católicos involucrados en asuntos de los derechos humanos, diciendo que la jerarquía estaba manifestándose suavemente sobre asuntos tales como el crimen y la corrupción y de que esta busca favores de la clase política.

“Mientras otras instituciones han fallado en el cuidado y procuración del bien común, los obispos mexicanos han venido acompañando al pueblo sufriente y apaleado, haciendo una vida de entrega al prójimo y no de ‘príncipes’ sin contacto con el rebaño”, lee el editorial. “Ellos mismos asientan la práctica de la misericordia fortaleciendo los vínculos de unidad a través de proféticos signos pastorales que, gracias a la fe católica, devuelven la esperanza en cada diócesis del país”.

El editorial recibió amplia atención en México, donde la cobertura del cardenal Norberto Rivera Carrera es frecuentemente negativa y los medios interpretan erróneamente declaraciones en Desde la Fe como declaraciones oficiales de la conferencia episcopal mexicana.

El sociólogo y observador eclesiástico Rodolfo Soriano Núñez dice que el comentario devela el persistente desagrado de católicos conservadores — que tienen influencia en la Arquidiócesis de Ciudad de México — con los mensajes del papa en México y su agenda más amplia.

“Esto confirma el rechazo (del cardenal Rivera) de la reforma del papa … pero también su poca disposición a aceptar cualquier tipo de crítica”, dijo Soriano.

Padre Hugo Valdemar Romero, portavoz de la Arquidiócesis de Ciudad de México, dijo que el comentario fue escrito por el personal de la publicación sin participación del cardenal Rivera. Padre Valdemar, sin embargo, dijo que este fue un intento de aclarar asuntos tales como la unidad entre los obispos y la atención a los fieles por parte de la jerarquía eclesiástica.

“No hay este tipo de luchas en la conferencia episcopal”, él dijo, añadiendo que el cardenal Rivera no ha tenido conflicto con nadie en la conferencia y no se opone al papa Francisco.

“No es una iglesia que ha estado distante de la gente”, él añadió, señalando a datos del censo que muestran la población católica manteniéndose por encima del 80 por ciento como prueba de que los obispos están sirviéndole apropiadamente a las diócesis.

Soriano dijo que algunos en la iglesia usan selectivamente los datos del censo, donde los mexicanos identifican su afiliación religiosa. Él señaló los datos que muestran un descenso en la población católica de Ciudad de México por casi 10 puntos porcentuales entre 1990 y el 2010, más rápidamente que en el país completo.