REDACCIÓN CENTRAL (ACI Prensa) – Alrededor del mediodía (hora local) de este martes 14 de agosto un puente colapsó en la ciudad italiana de Génova, dejando al menos 35 personas fallecidas.
Según informa el diario Corriere della Sera, unos 200 bomberos trabajan en la zona de la caída del Puente Morandi que se produjo cuando llovía intensamente en la zona. La cifra de fallecidos puede aumentar.
El Obispo Auxiliar de Génova, Mons. Nicoló Anselmi, afirmó que “estamos rezando para que haya el menor número posible de víctimas pero será muy difícil porque es una zona muy habitada”.
En declaraciones a la agencia italiana SIR, el prelado indicó que “aún no tenemos otras noticias porque no nos podemos acercar al lugar. He hablado con los sacerdotes que viven allí y están todos preocupados. Esperamos que no hayan víctimas pero eso es muy difícil porque es una zona muy habitada”.
Las autoridades han informado que hallaron varios vehículos aplastados bajo los escombros con fallecidos en su interior. Como medida de precaución, se ha evacuado algunos edificios cercanos a la parte del puente que no se ha derrumbado.
El Puente Morandi fue construido en la década de 1960 por la Sociedad Italiana de Oleoductos, atraviesa los distritos de Sampierdarena y Cornigliano, mide más de un kilómetro y tiene una altura de 90 metros.
Es una importante vía de transporte de la capital de la provincia de Liguria, que conecta la autopista A10 con el peaje Génova Ovest.
El párroco de la parroquia Santa Zita en Génova, P. Massimiliano Moretti, dijo a la agencia SIR que “esta tarde, entre las 17:30 y las 18:30 tendremos una hora de adoración en nuestra iglesia por lo que ha sucedido en nuestra ciudad duramente golpeada, por las víctimas y por sus familias”.
El Arzobispo de Génova y ex presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Cardenal Angelo Bagnasco, indicó a la agencia SIR que la ciudad “está herida por esta tragedia, pero no será doblegada. De esta saldrá consolidada en el espíritu de solidaridad que hace parte de su ánimo y por la ayuda concreta de la que siempre ha hecho gala”.
Sobre las acciones concretas que realiza la Iglesia con las víctimas, el purpurado resaltó que ya se están efectuando algunas “a través de las parroquias, y de modo particular con los párrocos de la zona donde ocurrió la tragedia”.
Tras expresar “todo el dolor y oraciones por las víctimas”, el Cardenal Bagnasco resaltó que irá al lugar de los hechos “apenas se me autorice, porque ya lo he solicitado. Iré apenas las autoridades competentes lo permitan” y “con las indicaciones respectivas para no crear problemas ante las operaciones que allí se realizan”.