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RESEÑA DE LA PELÍCULA ‘JEM Y LOS HOLOGRAMAS’

By JOHN P. MCCARTHY, CATHOLIC NEWS SERVICE     11/3/2015

l encontrarse con el título ‘Jem y los Hologramas’ (Universal), quienes no están familiarizados con la historia original —una seria animada de televisión de la década de 1980— podría asumir que es una película de ciencia ficción y fantasía con una heroína más bien joven. Y esto es medio acertado.

Aunque la tecnología ocupa un lugar destacado y la protagonista se comporta con valentía, la película de acción es en realidad un musical de una banda de chicas en transición a la adolescencia. Lo que destaca a la protagonista es su voluntad de expresarse de forma creativa y tomar el control de su destino, no hay pruebas de hazañas o la destreza de crear artilugios.

Jerrica Benton y su hermana menor Kimber (Stefanie Scott) son huérfanas y viven con su tía Bailey (Molly Ringwald, un icono de la pantalla y la adolescencia de la generación anterior) en una ciudad del centro de California. Bailey también cuida de dos hijas adoptivas, Shana (Aurora Perrineau) y Aja (Hayley Kiyoko). Las cuatro chicas son músicas talentosas, expertas en la armonización vocal y llenas de estilo y personalidad.

Un día Jerrica, que es insegura sobre sus habilidades, se graba a ella misma tocando la guitarra y cantando una balada escrita por ella. Utilizando el pseudónimo Jem —el sobrenombre que le dio su difunto padre— y mantiene su verdadera identidad en secreto. Cuando, sin saberlo, el vídeo se publica en internet y se convierte en un éxito, Jem se convierte en una sensación instantánea.

Erica Raymond (Juliette Lewis), una productora de música voraz y sarcástica, quiere convertirla en una superestrella, pero Jerrica insiste en incluir a sus tres hermanas en el acuerdo. Las cuatro jóvenes llegan a Hollywood, donde Erica y Río (Ryan Guzmán) – quien se encuentra haciendo una pasantía— se dedican a convertirlas en una banda de pop liderada por la misteriosa Jem, que parece un cruce entre Taylor Swift, Katy Perry, y David Bowie en sus días de rock y glamour.

Jem lleva consigo su posesión más preciada —un diminuto robot que su padre, un inventor, construyó. Esta máquina pícara, de nombre ‘Sinergia’, ofrece un enlace directo con el pasado y lleva a las chicas en una especia de búsqueda de tesoros a través de Los Ángeles, donde nacieron Jerrica y Kimber.

Aubrey Peeples exhibe gran aplomo y simpatía en el papel protagónico. Es inteligente, amable y atractiva, además de contar con las cuerdas vocales y musicalidad que brindan autenticidad a sus presentaciones. Es fácil imaginar que Jem podría inspirar a otras personas faltas de confianza, aislados o que se sienten marginados.

A pesar de que es una película notablemente de bajo presupuesto, la producción hace un excelente trabajo de rediseñar la historia para las audiencias contemporáneas. Ofrece un verdadero cuestionamiento sobre temas fundamentales en la vida de la era digital. Encabezando la lista son los efectos, tanto positivos como negativos, de las redes sociales e internet en la identidad personal.

El director Jon M. Chu y su equipo de edición incorporan perfectamente numerosos videoclips presentados por los fans de la vida real de la serie ‘Jem’ —fragmentos donde los jóvenes hacen música, bailan o dan su testimonio sobre lo mucho que los ha motivado Jem.

La música de rock compuesta por Nathan Lanier es bastante agradable y contagiosa, y en la mayoría de las letras no hay objeciones. Haciendo hincapié en los valores de la lealtad, integridad y libertad de expresión, la película abarca un mensaje saludable con un brillo atractivo que debería atraer a los adolescentes y pre-adolescentes.

Sin duda, la definición de familia no es la tradicional (jamás se menciona a la madre de Jerrica y Kimber). Y la película insiste en mostrar cómo Jem es una fuente de inspiración para los hombres homosexuales jóvenes. En general, aunque relativamente tranquila y nunca descaradamente inadecuada, el tono y el tema de la película no están dirigidos a los niños. La descripción de contenido a continuación indica que ‘Jem’ no es completamente trigo limpio.

¿Se convertirá ‘Jem y los Hologramas’ en una tendencia? ¿Será un éxito de taquilla y se convertirá en una sensación por sus propios méritos? Por desgracia, en el entorno de los medios de comunicación, las probabilidades están en contra de un entretenimiento sano que cubre cuestiones sociales pertinentes con estilo, entusiasmo y sensibilidad.

La película contiene dos instancias de lenguaje obsceno, unas cuantas exclamaciones en el límite de lo profano, una instancia de humor escatológico en forma de un ‘emoticon’, dos besos entre adultos jóvenes solteros, una toma de un torso masculino desnudo, y algunas letras de canciones ligeramente sugerentes.

clasificación

‘Jem y los Hologramas’ (Universal) — La clasificación de Catholic News Service (CNS) es A-II —adultos y adolescentes. La clasificación de la Asociación Cinematográfica Estadounidense es PG-13 —se recomienda la precaución de los padres. El contenido puede ser inapropiado para niños menores de 13 años.