Local

“SIEMPRE ADELANTE”:
MILES SE REUNIERON PARA CELEBRAR LA MISA DEL ESPÍRITU INMIGRANTE EN ESTADOS UNIDOS

DESPUÉS DE UNA PEREGRINACIÓN DE 50 MILLAS, FELIGRESES DE LA DIÓCESIS DE ORANGE ABOGAN POR UNA REFORMA MIGRATORIA JUSTA.

By JORGE LUIS MACÍAS     8/26/2016

“Para mis pasos tu palabra es una lámpara, una luz en mi sendero.” (Salmo 119: 105)

Sus vidas son un viaje. Y Dios marchó con ellos en cada paso del camino debido a su fe. Dios les dio el Espíritu por su entrega.

Eran las 4:05 a.m. del viernes 15 de julio, cuando se observaron las “sombras” de ocho personas en un estacionamiento. Se preparaban para un verdadero desafío: caminar 50 millas en tres días de peregrinación, desde la iglesia Santiago de Compostela de Lake Forest a la Catedral de Nuestra Señora de los Ángeles en el centro de Los Ángeles, el domingo 17 de julio.

Su misión era llamar la atención del Congreso de Estados Unidos para que trabaje sobre una reforma migratoria integral y compasiva con vías a la ciudadanía.

“Celebramos el espíritu inmigrante de la población de nuestro país. Esta es la historia de Los Ángeles, la historia del estado de California, y la historia de nuestro país, que es una nación de inmigrantes”, dijo el Arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez. “Nos reunimos para orar por todos los inmigrantes y sus familias el pasado, presente y futuro. Oramos por una reforma migratoria en nuestro país, por nuestros funcionarios elegidos y por la gente de todo el mundo que abren sus corazones a los inmigrantes que llegan a sus países”.

El grupo de peregrinos, así como otros 1.200 feligreses de la Diócesis de Orange tuvieron la oportunidad de escuchar cómo la iglesia ha estado trabajando en cuestiones relacionadas con inmigración, las licencias de conducir AB-60 de California para indocumentados, los programas DACA / DAPA, la ayuda en los tribunales a los menores centroamericanos no acompañados y la campaña actual de ciudadanía.

En esta celebración y manifestación estuvieron las reliquias de San Frances Cabrini, San Junípero Serra, y San Toribio Romo, tres santos. Ellos mismos, que también fueron inmigrantes se mantuvieron fuertes en su fe, en medio de la adversidad y los desafíos.

“Queremos decirle a la gente que no queremos separación de las familias”, dijo Tom Haas, coordinador de evangelización y formación de adultos en Santiago de Compostela. “Todo el que viene [a Estados Unidos] es un caso único de humanidad”.

Dirigido por Haas, el grupo multicultural incluyó a Lily Nguyen-Ellis, inmigrante nacida en Nueva Caledonia, un territorio francés que comprende decenas de islas en el Pacífico Sur, y Brian Tovar, ciudadano estadounidense de 14 años de edad, quien caminó al lado de su padre invidente, Felipe Tovar.

“Hice esta peregrinación por la dignidad humana de los inmigrantes”, dijo Lily. “También mis padres y yo fuimos indocumentados en Estados Unidos, y conozco bien el temor y miedo cuando la gente te pregunta si tiene papeles o no”.

A las 4:12 am del viernes 15, el grupo de peregrinos de la Diócesis de Orange dio inicio al peregrinaje de 50 millas para unirse a los fieles en la oración y abogacía por todos aquellos afectados por un sistema de inmigración disfuncional.

La peregrinación fue llamada “Siempre Adelante” en honor de San Junípero Serra -cuya primera fiesta fue el 1 de julio- ya que los peregrinos siguieron parte de la misma ruta recorrida por San Junípero, quien fundara las primeras nueve misiones en California.

El grupo peregrino de Santiago de Compostela recordó a todos los que inmigran por una vida mejor. Utilizaron su tiempo para rezar y reflexionar a lo largo del camino, por la manera sabiendo que Dios les acompañaba en su peregrinar al pasar por Santa Ana, Anaheim, Commerce, y la Misión Dolores de Los Ángeles, al estar en solidaridad con todos aquellos que abandonaron sus países por un mejor futuro.

“Esperamos que lo que nuestra peregrinación pueda ayudar de alguna manera a las personas indocumentadas que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México sin alimentos o trabajo,” dijo Brian, el más joven de los peregrinos. “En mi peregrinar también estuve pensando en aquellas personas sin hogar”.

Por la noche, durante el descanso en la Iglesia San Bonifacio de Anaheim, su padre, Felipe Tovar, de 49 años, ya no pudo continuar la ruta, a causa de su invidencia y diabetes.

fe, reflexión y sacrificio

Llenos de fe los peregrinos llevaron una imagen de la Virgen de Guadalupe -patrona de la Diócesis de Orange- cargada en el pecho por Antonio Méndez. También los rosarios colgaban del cuello de Rosario Espinoza, Mercedes Hernández y Lili Nguyen. Antes de iniciar su jornada, los peregrinos recibieron la bendición de los misioneros, en el altar de la iglesia Santiago de Compostela; esta bendición fue ofrecida por el Diácono Humberto Ramírez.

Antes de la Misa del 17 de julio, la mañana se inició con la lectura de la Escritura de Génesis 18: 1-10a. Al mediodía, después que los peregrinos descansaron, procesaron algunas preguntas para reflexionar sobre su jornada y peregrinado. Algunos por escrito, otros verbalmente, compartieron sus respuestas entre sí.

El sábado reflexionaron sobre la lectura de la Carta de San Pablo a los Colosenses (Col. 1: 24-28), donde la Ecritura enseña acerca de la compasión y la solidaridad.

“El sacrificio que hicimos es a nombre todas aquellas personas que vienen a este país en busca de una vida mejor”, dijo Emiliano Leónides, inmigrante de Guerrero, México. “Recuerdo el sufrimiento cuando yo crucé la frontera… para mí sigue siendo difícil ser indocumentado porque muchas veces no tenemos los mismos derechos que los demás. Doy gracias a Dios por EE.UU. y su pueblo. Y con mis hermanos y hermanas oramos por aquellos que hacen las leyes en materia de inmigración, tengo fe que Dios tocara sus corazones, y las leyes migratorias cambien. Para que yo tenga la oportunidad de ver a mi mamá y papá después de más de 10 años”.

Una de las peregrinas, Rosario Espinoza de 52 años, inmigrante de la Ciudad de México, hizo el sacrificio de peregrinar las 50 millas. Con llagas en la planta de sus pies, pero fortalecida por su fe y determinación, llego hasta la Placita Olvera; penúltima parada antes de arribar a la Catedral.

“Lo más importante es que hemos creado conciencia acerca de inmigración y los inmigrantes”, dijo. “La gente ha visto el sacrificio que hemos hecho, el mismo sacrificio que muchos hacen al cruzar el desierto; sin embargo muchas veces no alcanzan el Sueño Americano”.