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¡TODOS LOS 50 DÍAS!

By REVERENDÍSIMO KEVIN W. VANN, OBISPO DE ORANGE     4/13/2016

Esta temporada de la Resurrección del Señor (¡todos los 50 días!) nos dan mucho para agradecer, incluyendo el ministerio de todos nuestros sacerdotes, catecumenado, los directores de educación religiosa, personal de las parroquias y todos los implicados en la acogida a nuevos miembros del Cuerpo de Cristo esta pasada Semana Santa. En total fueron casi 1,600 bautizados y recibidos en la plena comunión. Fuimos mencionados por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos por tener uno de los totales más altos en el país. Es nuestro llamado y misión en estos días santos y más allá, fomentar, dar la bienvenida y acompañar a nuestros nuevos hermanos y hermanas en esta “Familia de Dios”, y asegurarnos de que son bienvenidos y que se sientan como en casa, y que participen en la vida del Cuerpo de Cristo.

Frente a la continuidad de la violencia en el Oriente Medio y en otras partes, no olvidemos nunca de dar a conocer, orar y hablar a favor de los cristianos en estos lugares donde son perseguidos. Hay un silencio acerca de ellos en la plaza pública, a pesar de que experimentan de primera mano el sufrimiento de Cristo en una manera que nunca hemos tenido. Se merecen nuestra solidaridad, oración y alzar nuestras voces en este tiempo santo.

Por último, en este tiempo de Pascua vemos la publicación de la Exhortación Apostólica del Santo Padre “Amoris Laetitia” Yo estaba muy consciente del don de la familia al día siguiente de la publicación de esta Exhortación Apostólica, cuando oraba por la mañana y bendecía a familias de todas las edades en la Iglesia Santa Bárbara de Santa Ana (muchas de ellas con niños pequeños) que están participando en la “Gran Misión”; algunas de ellos enviados n la Misión a partes lejanas del mundo. Estaba reflexionando sobre el don de la familia cuando me encontré con tantas familias involucradas en el festival de la parroquia de San Bonifacio en Anaheim, la semana pasada. Al igual que otros festivales parroquiales, estos no serían posibles sin la presencia de nuestras familias y de su testimonio de fe. ¡Estas fiestas parroquiales son formas muy concretas y tangibles de acompañar a las familias en sus vidas! También soy muy consciente del don de la familia, ya que viajé por todo el país para pasar unos días con mis hermanos y hermanas y sus familias en la celebración de lo que habría sido el 66 aniversario de bodas de mi mamá y papá.

Yo añadiría mi invitación para que “Amoris Laetitia” se lea de forma gradual y lentamente este documento, resistiendo todos los esfuerzos por etiquetar y categorizar los contenidos. Esta es la insistencia de líderes de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, como el Cardenal Sean O’Malley y el Obispo James Malone.

La presente edición del periódico Orange County Catholic ofrece, entre otros comentarios, el de obispo auxiliar Robert Barrón de Los Ángeles. Termino con estas reflexiones iniciales del Papa Francisco, que dice en “Amoris Laetitia”: “La alegría del amor que se vive en las familias es también el júbilo de la Iglesia. Como han indicado los Padres sinodales, a pesar de las numerosas señales de crisis del matrimonio, el deseo de familia permanece vivo, especialmente entre los jóvenes, y esto motiva a la Iglesia. Como respuesta a ese anhelo el anuncio cristiano relativo a la familia es verdaderamente una buena noticia.

Mas para seguir.

Una temporada muy bendecida de la Resurrección del Señor para todos.