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VAYAMOS AL ENCUENTRO DE CRISTO: EL ADVIENTO Y OTRAS BENDICIONES DE ESTE TIEMPO

By El Reverendísimo Kevin W. Vann, obispo de Naranja     12/2/2015

Queridos hermanos y hermanas en el Señor,

Estaba releyendo recientemente algunos libros que tengo desde hace algunos años, uno de los cuales lleva por título EL VERBO HECHO CARNE:  El significado del Tiempo de Navidad.  Es una colección de homilías pronunciadas por el cardenal Karol Wojtyla (que fuera más tarde el Papa Juan Pablo II) en los años en que era arzobispo de Cracovia.  El libro tiene un significado especial para mí porque las homilías fueron traducidas al inglés (del italiano) por un buen amigo mío durante mis años en Roma, Leslie Wearne.  Leslie fue uno de una serie de traductores oficiales para las palabras del Papa Juan Paull II y otros documentos de la Santa Sede.  Ella escribió mi tesis doctoral (en los días en todavía se hacía), y yo a menudo a pie caminaba de la Casa Santa María a la basílica de Santa María la Mayor (cerca de donde ella vivía) con capítulos de mi tesis para que le diera forma definitiva.  Nos hicimos buenos amigos y ella me obtuvo un ejemplar del libro antes mencionado.

En su homilía para el Primer Domingo de Adviento (que acaba de pasar) el entonces Cardenal Wojtyla decía el 30 de noviembre de 1974 “Vayamos con alegría al encuentro de Cristo.  Esto describe la atmósfera del misterio de la Encarnación y de la Navidad, y también el del período de su espera, en el que la Iglesia entra en el primer domingo de Adviento.  Todo esto encuentra su significado y su confirmación en cada uno de nosotros.  Todos sabemos que el encuentro con nuestro Señor es la fuente de la alegría en el sentido emocional del cual la tradición de la Navidad y el Adviento está llena… Esto hace del cristianismo la religión de la venida del Señor, ya que, mientras espera la venida del Señor, en realidad la experimenta.  Su venida llena incesantemente y satisface nuestro ‘ahora’.

Estas reflexiones del entonces Cardenal Wojtyla nos ayudan a darnos cuenta de que el Adviento trata de las distintas “venidas de Cristo”:  Él vino, Él vendrá de nuevo, y cómo Él entra en nuestra vida diaria.  Este Adviento, como otros Advientos, tiene tantas oportunidades de experimentarlo a Él viniendo a nuestro encuentro:  La Novena de Nuestra Señora de Guadalupe, y el día mismo de la fiesta, las “Posadas” y el “Simbang Gabi”, el simbolismo de la corona de Adviento y el calendario, y mientras se acerca la temporada de Navidad, las Antífonas de la ¨O” que se cantan antes del Magnificat cada noche en las Vísperas.  Este Adviento de este año, sin embargo, hay incluso otra profunda oportunidad de encontrarse con el Señor, en el Año de la Misericordia, que se abre el 8 de diciembre.  Voy a escribir más sobre esto la semana que viene.

¿Cómo y cuándo vamos a encontrar tiempo y espacio para que el Señor nos pueda satisfacer, en medio de esta temporada hermosa pero tan ocupada?  Las palabras de la oración de apertura de la Misa, el pasado primer domingo de Adviento nos dan un poco de pensamiento sobre este tema: “Señor, despierta en nosotros el deseo de prepararnos para reconocer la presencia de Cristo, con la práctica de las obras de misericordia para que, podamos participar constantemente de la vida nueva de su Reino”. 

Corramos juntos para encontrar a Cristo en este tiempo santo.  ¡Él sale a nuestro encuentro en formas tan esperadas y no esperadas!   ¡MARANATHA – VEN SEÑOR JESÚS!