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CONSERVAR LA FE CATÓLICA DE LOS NIÑOS

LOS PADRES SON LOS PRIMEROS MAESTROS DE LOS NIÑOS EN CUANTO A LOS VALORES DE LA FE, LA FAMILIA Y EL HOGAR

By CATHI DOUGLAS     6/13/2018

Cuando los adultos jóvenes salen del hogar familiar hacia la universidad, al trabajo, al matrimonio o a las fuerzas armadas, es difícil que los padres quieran desprenderse de ellos. A veces es aún más difícil darse cuenta de que ellos toman sus propias decisiones de vida –incluyendo si y cómo adorar a Dios.

¿Cómo pueden los padres asegurarse de que sus hijos al crecer preserven los valores del hogar, la familia y la fe? ¿Cómo podemos asegurarnos que continuarán con su fe católica?

Los padres tienen un deseo profundo de que sus hijos acepten sus valores y actúen de acuerdo con esos estándares, dice el Centro para educación de padres en un artículo, en línea, con el título “Los valores importan”. Aún así, el artículo advierte que la adhesión fuerte a los valores propios es una de las causas comunes de tensión entre padres e hijos, especialmente en la adolescencia, cuando los niños adoptan valores apuestos.

El artículo insta a los padres a interesarse y conocer las metas de sus hijos y decidir cómo relacionarse con ellos. Eso ayudará a encontrar las opciones de crianza que se enfoquen en los mensajes claves que desean transmitir y determina los comportamientos y actitudes que desean reforzar.

• ¿Desea que su niño en edad de crecimiento posea una ética fuerte de trabajo?

• ¿Es importante que su hijo(a) se convierta en una persona compasiva?

• ¿Valora la generosidad y quiere que sus hijos se desprendan de sus posesiones y de sí mismos libremente?

• ¿Es vital que su hijo(a) sea asertivo?

• ¿Quiere que posea un fuerte sentido de independencia?

Si los padres reflexionan sobre sus propios valores, será más fácil para ellos ayudar a los niños a ser honestos, educados, pulcros, creativos o asegurarse que socialicen fácilmente y valoren el tiempo con la familia y amigos, señala el Centro.

La respuesta católica afirma que debido a que los niños y adolescentes adultos de hoy a menudo crecen en familias abrumadas por el estrés, la decepción, el trauma y la duda, puede ser difícil influir en ellos para vivir vidas centradas en los valores.

“Son acosados por el divorcio, el desempleo y el desplazamiento, junto a una crisis de identidad generalizada y una búsqueda aparentemente infructuosa del significado de la vida”, escribe Christine Valenine-Owsik. “Otros problemas incluyen el abuso de sustancias, la aceleración de inclinaciones hacia el ocultismo y una variedad de adicciones sexuales. Ya sea un síntoma o un resultado de sus vidas insatisfechas, los adultos jóvenes sin dirección a menudo se suscriben a la nueva fe de moda: ninguna”.

Es natural que los adolescentes se separen de sus padres y se identifiquen cercanamente con su grupo de compañeros, señala el artículo “Los valores importan”. Una vez que los adolescentes maduran, se separan de sus amigos y desarrollan sus propios valores. Y cuando se convierten en padres, los valores pueden cambiar y convertirse en prioridades más importantes en sus vidas. Muchas veces, esto incluye un regreso a la Iglesia, o al menos, a la adoración institucional de Dios.

Lo más importante que los padres católicos pueden hacer para asegurar que sus hijos crezcan y atesoren valores similares, dice Valenine-Owsik, es enseñarles personalmente, desde el primer día, sobre el catolicismo.

“El ofrecer a los niños la verdad intachable sobre el catolicismo, en cada etapa del desarrollo, da forma a su comprensión temprana de Dios, su afecto por Él y su conciencia, y les ayuda a desarrollar un ‘ojo’ espiritual”, escribe Valenine-Owsik. “Los padres –más allá de las escuelas católicas, los programas de CCD, los libros, las aplicaciones, las organizaciones juveniles de la Iglesia, etc.– tienen la responsabilidad primaria ante Dios de instruir a sus hijos en la fe”.

Los niños deben entender por qué el catolicismo es la verdadera fe instituida por Cristo, agrega. “solo el catolicismo tiene la presencia verdadera de Cristo en la Sagrada Eucaristía, y seis sacramentos adicionales dados por Cristo para la salvación”.

“Es el único con la autoridad papal para la enseñanza de la claridad, la tradición apostólica de larga data y la doctrina inmutable”.