Local

PAZ EN LA TEMPESTAD DEL MATRIMONIO

JORGE LUIS MACÍAS

By LA SANACIÓN DE SU HIJA COMPROMETIÓ A GUILLE ROQUE Y SU ESPOSO A SERVIRLE A DIOS CON LOS MATRIMONIOS     6/16/2021

LOS MEDICOS NO DABAN grandes esperanzas de sanación a Tairi, la hija mayor de Francisco y Guille Roque. Estaba  enferma de hepatitis C. 

Cuando la madre estaba a punto de  des fallecer, clamó a Dios y le prometió que se entregaría a Él, hablaría de Él y trabajaría con los matrimonios si le  auxiliaba para cambiar los resultados desalentadores del expediente de su hija.

Señor, si tú quieres que ayude a los matrimonios, cambia los resultados de mi hija”, fue su pensamiento. “Y le dije a mi esposo ‘oremos por nuestra hija’”.

Una doctora le había asegurado que el hígado de su hija estaba muy deteriorado.“No hay remedio; su caso tiene que ser estudiado por expertos en la Universidad  de California Los Ángeles (UCLA)”, contó  Guille durante una charla vía Zoom.

A Tairi, ahora de 44 años, ya le habían hecho los exámenes para ser atendida en UCLA cuando los doctores les informaron sorpresivamente que los resultados eran normales.

 Los especialistas no encontraban una  explicación científica.

Sin embargo, para Guille , su convicción era que “El Señor sanó a mi hija”.

La tempestad había pasado, tal como lo afirma el Salmo 73, 26: “Podrán  des fallecer mi cuerpo y mi espíritu,  pero Dios fortalece mi corazón; éles mi herencia eterna”.

El 19 de abril, Francisco y Guille  Roque presentaron el tema “Paz en la tormenta del matrimonio”.

Guille hizo un llamado a los matrimo-nios para poner con fe todas sus necesidades y enfermedades en las manos de Dios.Ella misma superó grandes tribulaciones. Vivió una tempestad por el abandono de su esposo durante un año. Su sufrimiento y la enfermedad de su hija eran más intensos porque no los vivía al lado de Dios.

Por ello, explicó la palabra TEMPESTAD mediante un acróstico.

Tribulación: “Muchos no las reconocemos, las ignoramos o las escondemos”, dijo. “Pero se reflejan en nuestro rostro. Si alguien te pregunta ¿estás triste? Lo escondemos y responde mos que no pasa nada, que todo está muy bien; si no reconocemos nuestras tribulaciones no encontraremos la solución o la ayuda que necesitamos”.

“ Enfermedades: En el matrimonio, las tres principales son la sordez, la mudez y la parálisis.

Y aludió al libro del profeta Zacarías 7, 11, cuando el Señor le ordena que hable al pueblo soberbio: “…se tapaban los oídos para no escucharme”.

“Dios nos muestra signos de ayuda y nos hacemos los sordos como: 1) El  sordo que no sabe escuchar y argumenta  “ya sé lo que me vas a decir” y solamente piensa en cómo se va a defender o qué va a contestar 2) el que no quiere escuchar a su pareja “porque simplemente no le interesa o quien ya no puede ni quiere escuchar “porque siente que él o ella tiene la razón y la pareja comienza a distanciarse”.

La mudez es una enfermedad que hace mucho daño al matrimonio porque las parejas no pueden comunicarse des de  el corazón y se van apagando porque no saben expresar sus sentimientos.

Por ello, Guille recordó lo que el ángel Gabriel le dijo Zacarías sobre el nacimiento de su hijo Juan: “Mira, te vas a quedar mudo y no podrás hablar…” (Lc 1,20).

“Con la mudez perdemos la oportunidad de ser mejores cada día”, afirmó la  predicadora. “Hay que creerle al Señor  porque Él le hablará a tu corazón;  escucha su voz y no te quedes mudo…. ¡respóndele!”.

Consideró que la parálisis en el matrimonio sucede porque en la etapa del noviazgo las personas se preguntan ¿Qué  necesitas? ¿En qué te ayudo?, pero luego, por haber sido heridos, “quedamos imposibilitados para amar y servir; se vive con miedo por el temor a ser heridos”. Motivación para salir de los miedos. Al mal tiempo buena cara. ¿Por qué a mí?

¿Por qué no? ¿Por qué lo permite Dios? Pesimista. La paz se  encuentra en la segunda frase ¿Por qué no? Positivismo. Dios permite las luchas  para forta lecernos, para aprender a vivir mejor. Esperanza, de llegar al entendimiento mutuo para crecer y adquirir  Experiencia y madurez juntos. Sufri miento sin Dios. Es remar contra corriente. Es agotador, y pronto nos cansamos y desertamos.  Tardeo Temprano se puede aprender. Si tienes un matrimonio joven, temprano puedes aprender a salir triunfante  ante las situaciones difíciles, prepárate,  busca personas positivas, buena lectura y si es necesario un consejero profesional.

“Si eres matrimonio de edad madura nunca es tarde para aprender a ser feliz,  no permitas que las adversidades te agoten, vive como si fuera el último día de tu vida y no pierdas el tiempo que vale oro’, aconsejó Guille Roque. Amar, No es un sentimiento es una decisión, Yo tomo la decisión de amar a mi pareja, de ayudarla, y camina r junto con ella.  Aceptar que somos diferentes pero complementarios. El hombre tiene la fuerza física y la mujer la forta leza interior.

Abrazar la tempestad, es reconocer que es un momento, detenerse para analizarla y superarla juntos, pero no solos, sino con Dios, que dice en (Filipenses 4, 6-7 “No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y  denle gracias también…”. Desfallecer. Desgaste de la vida. 

(Salmo 73, 26) “Todo mi ser se consume,  pero Dios es mi herencia eterna y el que sostiene mi corazón”.

Entonces, el sufrimiento llevémoslo con Dios; solo en El vamos a encontrar  la paz, alinear nuestros pensa mientos  con Cristo porque es bueno tenerlo en el corazón”, expresó.