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EL PAPA NOMBRA NUEVO ARZOBISPO EN ARQUIDIÓCESIS DE MÉXICO

By DAVID AGREN, CATHOLIC NEWS SERVICE     12/11/2017

CIUDAD DE MÉXICO (CNS) — El papa Francisco escogió a un aliado, y conocido de mucho tiempo, para dirigir la arquidiócesis más grande del mundo, donde muchas personas se han ido de la iglesia y el alto clero no ha influenciado muchos cambios en la política social.

El cardenal Carlos Aguiar Retes de Tlalnepantla fue nombrado arzobispo de Ciudad de México el 7 de diciembre. Él es sucesor del cardenal Norberto Rivera Carrera, quien presentó su renuncia el 4 de junio al cumplir 75 años de edad, según requerido por el derecho canónico.

El cardenal Aguiar colaboró en 2007 con el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio de Buenos Aires — el futuro papa Francisco — para escribir un documento sobre la evangelización en las Américas para los obispos de América Latina y el Caribe. El documento, que llegó a conocerse como el documento de Aparecida, en honor a la ciudad brasileña donde fue escrito, llama a todos los católicos a darle prioridad a extenderse hacia las personas en las periferias de la sociedad. Este se ha convertido en un tipo de guía para el papa y su pontificado.

El cardenal Aguiar dijo en un mensaje en Twitter que reconocía la voluntad del papa Francisco y aceptaría el nuevo puesto “con la confianza en el Espíritu Santo para cumplir lleno de esperanza esta responsabilidad eclesial en favor del Pueblo de Dios”.

El nombramiento del cardenal Aguiar fue una sorpresa para algunos observadores de la iglesia en México. Él fue dos veces presidente de la conferencia episcopal mexicana; el papa Francisco lo elevó a cardenal en 2016.

Su nombramiento a la Arquidiócesis de Ciudad de México sucede mientras casi 9 millones de personas se recuperan de un terremoto en el cual más de 300 personas murieron.

La iglesia también se encuentra luchando contra cambios sociales en la Ciudad de México, donde gobiernos izquierdistas han gobernado durante los últimos 20 años y han aprobado proyectos legislativos permitiendo el matrimonio gay, divorcios menos restrictivos y la descriminalización del aborto. El cardenal Rivera se opuso a estos cambios, pero no pudo movilizar las masas, ni a los católicos en general, en contra.

Mientras trataba de restaurar la posición de la iglesia en la capital, el cardenal Rivera tomó medidas controversiales. Algunos programas sociales que la iglesia manejaba dejaron de existir, pero algunos piensan que estos estarán entre las prioridades más altas del cardenal Aguiar.

Jorge Traslosheros, comentarista católico y profesor de historia en la Universidad Autónoma de México, dijo que el cardenal Aguiar, “tiene finura intelectual con una pasión pastoral”, junto con un talento para hablar con personas de toda clase social y con los que se mueven en el mundo de la política.

“Don Carlos Aguiar Retes es un hombre capaz de hablar con el presidente de la república y, media hora más tarde, estar (en) el vecindario más pobre de Tlalnepantla, comiendo con la mujer que vende tamales”, dijo Traslosheros.

El cardenal Aguiar organizó en Tlalnepantla una iniciativa en la cual los laicos salían a invitar a sus vecinos a descubrir de nuevo la vida parroquial. Él también prefería que los laicos iniciaran protestas en contra de medidas legislativas como el matrimonio homosexual, dijo Traslosheros.

Bernardo Barranco, comentarista mexicano y observador de la iglesia, dijo: “Pienso que lo que se lee aquí es que el papa ha preparado durante más de un año, con (el cardenal) Aguiar Retes, tener personas importantes, personas leales, dirigiendo una iglesia tan importante como la iglesia mexicana”.

El cardenal Aguiar, del estado de Nayarit, tiene 67 años de edad, y ha servido como obispo de tres diócesis del estado de México, que rodea la capital mexicana en forma de herradura e incluye comunidades ricas y suburbios pobres.

El estado tiene problemas sociales como la pobreza, la violencia, asesinatos de mujeres que no son investigados ni castigados por las autoridades. Tiene también una cultura política cerrada que sufre de acusaciones de corrupción.

El cardenal Aguiar era considerado íntimo con políticos estatales. En el 2009 él acompañó al Vaticano a Enrique Peña Nieto, entonces gobernador del estado de México y electo presidente de México en 2012.

Aguiar fue considerado clave para lograr cambios a la constitución de México en 2009, los cuales permitieron mayor libertad religiosa en un país que tiene tensiones históricas entre la iglesia y el estado. El Vaticano y México establecieron relaciones diplomáticas en 1992 tras décadas de distanciamiento.

“El nombramiento de (el cardenal) Aguiar claramente demuestra que el Vaticano quiere en el arzobispo de (Ciudad de) México alguien que sepa hablarle a políticos y especialmente conseguir de ellos concesiones importantes”, dijo Pablo Mijangos González, profesor de Historia en la universidad mexicana Centro de Investigación y Docencia Económicas.

El cardenal también tendrá el reto de lograr que los católicos de Ciudad de México regresen a la iglesia; el censo muestra que ellos están abandonando la fe más rápido que fieles a nivel nacional.

“En este momento no puedo ver cómo él cerrará la brecha entre la Iglesia Católica y los jóvenes educados de Ciudad de México, que se sienten aislados de todo tipo de religión institucional”, dijo Mijangos González.