CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — El tráfico de personas es ” malo, es cruel y criminal”, dijo el papa Francisco, y a menudo parece que la gente lo ve como un hecho triste, pero normal.
El papa dijo que deseaba “recordar el compromiso de todos, con el fin de que este flagelo aberrante, forma de esclavitud moderna, sea contrarrestada adecuadamente” durante el Día Mundial contra la Trata de Personas el 30 de julio Después de rezar el Ángelus con miles de personas reunidas en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco les pidió que se unieran para orar un “Ave María” para que la madre de Jesús “sostenga a las víctimas de la trata y convierta el corazón de los traficantes”.
En su discurso principal del Ángelus, el papa Francisco se enfocó en las parábolas de la lectura del Evangelio del día: el tesoro escondido en el campo y la perla de gran precio.
Ambas parábolas se tratan de “búsqueda y sacrificio”, dijo el papa. Ni la persona que encontró el tesoro en el campo, ni el comerciante que encontró la perla la hubieran descubierto si no hubieran andado buscando algo y ambos estaban dispuestos a vender todo para comprar el tesoro.
Las parábolas, dijo, nos quieren decir que “el reino de Dios es ofrecido a todos, pero no está puesto a disposición en una bandeja de plata, necesita un dinamismo: se trata de buscar, caminar, ocuparse”.
Jesús es el tesoro escondido, dijo el papa, y una vez que la gente lo descubre están llamados a seguir en su búsqueda antes que todo.
“No se trata de despreciar el resto sino de subordinarlo a Jesús, poniéndolo a él en el primer lugar”, dijo. “El discípulo de Cristo no es uno que se ha privado de algo esencial, es uno que ha encontrado mucho más: ha encontrado la alegría plena que sólo el Señor puede donar”.