CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Rezar es algo “que se juega fuerte” requiriendo valentía, perseverancia y paciencia, dijo el papa Francisco.
Se necesita valentía para atreverse a “desafiar al Señor”, siguiéndolo y confrontándolo con nuestras súplicas, dijo el papa el 12 de enero durante su homilía de la Misa en la Casa Santa Marta.
“Si la oración no es valiente, no es cristiana”, él dijo.
El papa reflexionó sobre dos lecturas del Evangelio según San Marcos — una describiendo la sanación de un leproso y la otra que cuenta la curación de un paralítico. El leproso desafió a Jesús suplicándole de rodillas: “Si quieres puedes purificarme”. El paralítico y los cuatro hombres que lo cargaban no se dejan vencer de la multitud para llevarlo a ver al Señor, rompen el techo y bajan el hombre hasta Jesús.
En ambos casos, dijo el papa, Jesús vio la gran fe, valentía y persistencia de la gente que le pedía sanación.
“Siempre, cuando nos acercamos al Señor para pedir algo, se debe partir de la fe y hacerlo en la fe”, aun desafiándolo como el leproso, él dijo.
El otro modelo que se puede seguir para rezar, él dijo, es el del paralítico, quien era alguien con gran necesidad y enfrentaba muchas dificultades y sin embargo nunca se rindió porque “la voluntad hace encontrar una solución”.
“Muchas veces, hace falta paciencia y saber esperar los tiempos, pero sin desanimarse, ir siempre adelante”, dijo el papa Francisco.
Es necesario tener valentía también para acercarse al Señor, valentía para tener fe al principio: “‘¡Si quieres, puedes curarme!'”.
Estas lecturas del Evangelio deberían llevar a la gente a reflexionar sobre cómo rezar, él dijo. ¿La gente reza como loros, repitiendo palabras sin interés, ni sin darle importancia a lo que pedimos, o rezan suplicando al Señor que “ayude a nuestra poca fe”? preguntó el papa.
La valentía es necesaria para “ponerse en juego”, él dijo, aun si no se obtiene inmediatamente lo que pide porque la oración “se juega de un modo fuerte”.