“Que ninguno se pierda y que todos se salven”, es el pronunciamiento de 1 Timoteo 2:4 y es la misma reflexión que ha inspirados a Noel Díaz, presidente y fundador de El Sembrador Nueva Evangelización TV (ESNE), el mayor ministerio católico que nació entre la comunidad inmigrante y que se ha expandido a 20 países del mundo.
“Eso es lo primero que tenemos que saber en algún momento de nuestras vidas”, dice Díaz, nacido en Tijuana, Baja California, México. “Aún hay personas que no descubrimos nuestra misión y la razón de estar en este mundo; yo era de esas personas, pero a través de la fe llegué al conocimiento de que Dios me había creado por amor”.
Desde su primer encuentro con Jesús en la Eucaristía -a los 7 años que hizo su Primera Comunión- Díaz dejó de estar perdido. Descubrió una nueva forma de ver el mundo y pasó de creer en Dios porque se lo habían inculcado a tener la experiencia de Él.
Así su vida tuvo una nueva visión y adquirió un nuevo sentido. Hoy, a sus 64 años es un hombre feliz. Contrajo matrimonio en 1976 con Sara, -también originaria de Tijuana- y procrearon tres hijos: Noel Jr., Javan y Kyrene.
a punto de no nacer
Hijo de María de Jesús García(QEPD), madre soltera, vendedora ambulante de comida y flores en las afueras de la catedral de Nuestra Señora de Guadalupe en la ciudad de Tijuana, estuvo a punto de no ver la luz del mundo.
A “Doña Chuy” le recomendaban abortar al bebé que llevaba en su vientre.
“Viví gracias a la fe de mi madre y al hecho de que ella entendió que yo era una vida y no un feto” recuerda. “A ella le decían ¿Para qué traes a esa criatura a sufrir?; pero mi madre, en medio de sus difíciles circunstancias dijo sí a Dios y a la vida.”.
Aunque su infancia estuvo llena de carencias materiales, el amor y la fe de ambos los sacó adelante.
“La fuerza del amor es capaz de mover no solamente el mundo entero, sino el mundo de cada persona”, afirma Díaz, quien emigró a Estados Unidos a los 17 años. “A mi madre le debo su amor, protección y dedicación. Ella me enseñó la posibilidad de conocer el mundo de Dios”
el “limpiabotas”
del papa francisco
Varios han sido los momentos especiales en el camino de la vida espiritual de este hombre de Dios.
El primero de ellos fue el 31 de marzo de 1984 cuando le dijo “Sí” a Jesús, en la parroquia Santo Tomas de Los Ángeles donde enseñaba cursos bíblicos.
“En misa, al momento de la comunión, vez me sentí como los pescadores a la orilla del lago de Genesaret que habían estado pescando y no habían pescado nada…Y Dios me hizo pescador de hombres, como se lo dijo a Pedro”, recuerda.
En el corazón también atesora cuando el Papa Juan Pablo II le dio una bendición muy especial.
“Fue un momento que confirmaba mi misión de evangelización”, afirma.
La tercera experiencia ocurrió en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe, en la ciudad de México.
“Fuimos a México en peregrinación para una transmisión en vivo. Era un jueves en la noche. No había misas, y no se esperaba mucha gente”, expresa. “Al final, se llenó la parte de abajo y frente al atrio de la Santísima Virgen…Fue un regalo de Dios”.
También, tiene cariño especial por el viaje apostólico del Papa Francisco a México, en 2016. A casi 20,000 metros de altura Su Santidad saludaba a sus acompañantes, entre ellos él.
“¿Le puedo bolear sus zapatos?, preguntó Noel al Papa. Llevaba consigo su cajón de lustrabotas de cuando era niño. El pontífice aceptó la propuesta.
“Así comenzó una relación que ha sido muy importante para mí”, dice Noel. “Lo sentí como un padre y esa experiencia me llevó a una entrevista con él y estar cerca de él. Aparte de entrevistarlo sentí su calor humano”.
Posteriormente, el Obispo de Roma le envió un correo electrónico que decía: “Hay cosas que no se pueden olvidar y ese gesto [de lustrarle los zapatos] no lo olvidé”.
Ese evento reafirma que Dios desea que el ministerio ESNE TV siga vigente y ya llegue a 20 naciones.
Por ello, Noel quiere que al dejar este mundo se le recuerde como una persona sencilla, que luchó por su madre y su familia. Y por toda la gente que no conoce a Dios.
“Hay una frase de san Pablo a los Romanos (Rom. 12:15) “Alégrense con los que están alegres, lloren con los que lloran”. Eso define la solidaridad que debemos tener con todos”, concluye.
“En el apostolado descubrí que hay más alegría en dar que recibir; porque pude quedarme con el oro del Sueño Americano, pero atrás dejaría la alegría de saber dar de lo que hemos recibido. Me gustaría que otros hicieran lo mismo, y que el encuentro con Dios nos lleve a todos a ser sus servidores”.