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LA EMPATÍA ES CLAVE PARA TRABAJAR CON LOS JÓVENES CATÓLICOS

ARMANDO CERVANTES Y GUSTAVO SÁNCHEZ EXPONEN LOS RETOS DE LA IGLESIA PARA TRABAJAR EN EL CAMPO MISIONERO QUE PRESENTAN LAS GENERACIONES DEL MILENIO Y DE LA GENERACIÓN Z

By JORGE LUIS MACÍAS     1/15/2021

Los Llamados “millenials”, personas nacidas entre 1980 y 1995 eran 83.1 millones en 2015 y aman la tecnología. Después de 1996 les siguieron quienes pertenecen a la Generación Z. Otros 61 millones de jóvenes no conciben la vida sin un teléfono inteligente en su mano.

Ambas generaciones son motivo de preocupación en el campo de la evange-lización.

“Estamos viviendo una realidad “postcristiana”, dijo Armando Cervantes, director del Ministerio Hispano de la Diócesis de Orange, durante el Congre-so de Familias 2020 de la Renovación Carismática de Orange, el 31 de octubre en la iglesia de San José, en Santa Ana. “En la universidad, los jóvenes están perdiendo su fe; eso representa un cam-po misionero donde tenemos que luchar para para alcanzarlos”, expresó sobre “La Realidad de los Jóvenes de Hoy”.

Armando Cervantes y Gustavo Sánchez, ambos ‘Millennials’, recordaron que San Juan Pablo II habló al mundo de la Nueva Evangelización, no en el sentido de un nuevo mensaje de Jesús, sino de realidades que han cambiado entre los jóvenes, la sociedad y la iglesia.

“La evangelización no es como nues-tros padres o abuelos fueron formados en la fe”, dijo Gustavo, miembro del Consejo Pastoral Juvenil de la Diócesis de Orange. “Por eso, estamos llamados a formar a nuestros jóvenes en la fe”.

San Juan Pablo II ya estaba este lla-mado a algo nuevo, y este nuevo campo misionero requiere nuevas maneras, nuevas metodologías. “El joven de hoy no es el mismo de antes. Y aunque lo fuera, requiere difer-entes acciones de nosotros”, dijeron.Coincidieron que la transformación entre los jóvenes se da entre ellos mis mos. De persona a persona.“El secreto está en saber cuántos de los jóvenes que acuden a los congresos católicos son personas de fe”, dijo Gus-tavo.

“El joven se siente solo”, añadió Ar-mando.“¿De dónde viene esta soledad?”, cuestionó Gustavo. “Ellos sienten que las instituciones les han fallado: el gobierno, la violencia en las escuelas, los abusos en la iglesia o el racismo…Esa es la confianza que necesitamos recuper-ar, y ese es el primer paso para formar discípulos intencionales”.

Estos líderes de la iglesia católica de Orange aseguran que es necesario ganar la confianza de los jóvenes para que abran las puertas de su corazón, y entrar en su vida por medio de la empatía, definida esta herramienta como la acción de comprender los sentimientos de los jóvenes de forma objetiva, racional y, consciente, que hace que las personas se ayuden entre sí.

“Eso es el amor, tener preocupación por los demás, sentir su dolor y su-frimiento; la empatía despierta el deseo de ayudar y actuar”, dijo Sánchez. “La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro; nos ayuda a entender mejor el comportamiento y la forma de cómo se toman decisiones; si no sabemos ser empáticos con nuestros hijos y no entendemos sus emociones y sentimientos, ellos no se van a acercar a nosotros; la empatía nos ayuda a llegar a los jóvenes”.

Armando Cervantes expuso que, para los hispanos la empatía es difícil, porque no les gusta hablar de los sentimientos.“Si un joven quiere hablar contigo, atiéndelo, no le saques la vuelta; por eso se siente solo aun en una casa llena de gente, y si no se siente escuchado, se va a sentir completamente solo”, dijo. “Los Millenials y de la Generación Z son dos generaciones que piensan diferente, no preguntan cómo salir de la depresión; su respuesta a ello es me quiero morir o cortarme las venas para quitarme el stress”.

Frente a estas situaciones, aconseja-ron que se debe analizar cómo los padres se están acercando a sus hijos.Las familias quieren que los jóvenes acudan a las comunidades y ministerios de fe, pero si en el hogar se sienten solos y deprimidos y no se les escucha o se les acompaña, ¿A dónde van a ir?

“Como evangelizadores y acom-pañantes de los jóvenes, es necesario que sepamos la realidad que viven los jóvenes en el hogar y ser empáticos con ellos”, aseguraron los conferencistas.

Sánchez y Cervantes invitaron a los asistentes presentes en el Congreso de Familias 2020 y a quienes siguieron la transmisión virtual a reflexionar el Evangelio de San Lucas 24: 13-53, donde Jesús muestra empatía por los caminantes de Emaús, los acompaña, los escucha y les hace preguntas porque quiere conocer sus pensamientos.

“Como evangelizadores, tenemos que saber la realidad de cómo estamos sirviendo a los jóvenes y cómo estamos llegando a ellos”, dijo Armando Cer-vantes. “Sugerimos que no solamente les hablemos de la fe, sino que seamos testimonios con nuestras acciones…El joven de hoy necesita testigos de una fe vibrante”.