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PERUANOS COMPARTEN LA ALEGRÍA Y BENDICIONES DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS

“TODOS SOMOS UNO”, DICE EL REVERENDÍSIMO OBISPO KEVIN VANN DURANTE LA CELEBRACIÓN ANUAL AL “CRISTO MORENO” O “SEÑOR DE LOS TEMBLORES”

By JORGE LUIS MACÍAS     1/30/2019

Como ya es una tradición, la Catedral de Cristo en Garden Grove se vistió de gala para que centenares de feligreses de toda Latinoamérica, y en particular del Perú, se congregaran para venerar la sagrada imagen del “Señor de los Milagros”, “El Cristo Negro” o “El Señor de los Temblores”.

“Somos muy privilegiados que la Catedral sea siempre su Iglesia, en su gran devoción al Señor de los Milagros”, dijo el Rev. Obispo Kevin W. Vann a los centenares de feligreses que llenaron el Arboreto. “Con el Señor de los Milagros, todos somos uno”.

Sahumaduras y cargadores, niños y familias pertenecientes a la Hermandad del Señor de los Milagros se emocionaron hasta las lágrimas al ver pasar la sagrada imagen que cada mes de octubre es llevada en andas, y, en procesión bendice a su pueblo lleno de fe.

“Cuando el mundo nos quiere separar de todo lo religioso, la devoción al Señor de los Milagros nos motiva a ir más allá de una vida normal”, dijo en la homilía el diácono Guillermo Torres, director de la Oficina para el Ministerio Hispano en la Diócesis de Orange. “Ustedes han mantenido su fe y nos hincha de orgullo que las manos de un esclavo hayan pintado la imagen del Señor de los Milagros”.

En efecto, fue un esclavo negro de la casta Angola el que pintó con la técnica al temple a Cristo crucificado sobre una pared del barrio de Pachacamilla, a mitad del siglo XVII. Aquel muro de adobe cobró renombre luego de que no fuera derribado durante los terremotos que azotaron la urbe en 1655 y 1687.

“Aquel esclavo de Angola jamás pudo imaginar el impacto que tendría esta imagen en la vida del ser humano”, añadió el diácono Torres. “Miles de personas se reúnen en Perú, en una de las procesiones más grandes del mundo, pero también en Estados Unidos esa pintura nos recuerda que la Palabra de Dios no solo la debemos escuchar sino ponerla en acción y ayudar a que otros conozcan el amor de Cristo”.

Debido a la tormenta que se registró un día antes en el Sur de California,  la procesión alrededor de la Catedral de Cristo, el 13 de octubre fue cancelada.

“La procesión va por dentro del corazón”, comentó el padre peruano Carlos León, vicario parroquial de la Iglesia San Antonio María Claret de Anaheim. “Y la devoción al Señor de los Milagros es importante para la unidad del pueblo católico”. https://www.youtube.com/watch?v=P6wTLqlDNnU 

agradecidos
por un favor

Carola Grandez, una mujer peruana nacida en Lima agradeció al Señor de los Milagros por el favor recibido en la persona de su hijo Alejandro.

Alejandro, de 19 años de edad es autista y “vive de milagro”, porque además ha padecido leucemia. En agosto de 2017 fue internado de emergencia en un hospital de la ciudad de Downey.

“Al niño le daban tremendas fiebres que no le podían controlar los médicos”, recuerda con dolor María Luisa Fernández, tía del muchacho e integrante de la hermandad del Señor de los Milagros.

María Luisa, quien es enfermera en el hospital de niños del Condado de Orange (CHOC) se dio cuenta que su sobrino se había provocado un cuadro séptico por haberse arrancado las mangueras donde le aplicaban la medicina.

Ella y los padres del chico: Carola y Alejandro Castillo creían que todo estaba perdido. Alejandro no toleraba ningún medicamento. El color de su piel había cambiado. Estaba completamente helado. Parecía que se acercaba el momento de su muerte.

“Era de madrugada y pedí a todos los que estábamos ahí que oráramos y se lo entregáramos al Señor”, recordó María Luisa. 

De pronto, llegó un enfermero que intentaría por última vez que el joven recibiera el antibiótico directo al corazón para controlarle la presión sanguínea.

“Estábamos tan agobiados, pidiéndole un favor al Señor de los Milagros cuando escuchamos el grito de mi criatura”, dijo Carola. “Alejandrito resistió la medicina y los números de la presión comenzaron a subir, hasta estabilizarse”.

 Aquel enfermero avisó a los médicos y Alejandro comenzó a respirar con normalidad.

Hoy, el joven autista ya no tiene células cancerígenas de la leucemia, aunque debe seguir un tratamiento de quimioterapia por tres años, a través de pastillas y recibe terapia. La leucemia ha sido controlada por la ciencia médica.

“Yo confío en que no haya ninguna recaída”, dijo la madre de Alejandro. “Para mí, creo que eso fue un milagro del Señor de los Milagros”.