EL LEMA DE SISTER Catalina Bayardo Gómez era “Todos y todas las cosas en Cristo”, una consigna que llevó hasta el último de sus días en la tierra, antes de viajar a la eternidad con Dios el 23 de febrero de 2021, apenas dos días después de cumplir 93 años.Nació en Ahualulco, Jalisco, el 21 de febrero de 1928, Catalina del Sagrado Corazón, -su nombre religioso- pertene-ció a la congregación de las Misioneras Eucarísticas de la Santísima Trinidad, una congregación inspirada por Dios, impulsada por el Espíritu Santo que las envió a “ser hostias vivas” en medio de sus hermanos y hermanas, y llamadas a seguir las huellas de Jesús Adorador del Padre, apasionado y agradecido.La hermana Catalina entró a la con-gregación el 12 de diciembre de 1952 cuando tenía 24 años; hizo sus prim-eros votos el 29 de junio de 1955 y sus votos perpetuos el 29 de junio de 1960.Estuvo en las comunidades de Pueb-la, Veracruz y Ciudad de México, aun-que pasó la mayor parte de su vida en California: 20 años en la comunidad de San José, California y 25 años en esta comunidad en Garden Grove donde ella y sus hermanas dieron atención y siguen dando acompañamiento a la comunidad hispana.La madre Catalina también fue pionera para abogar por Celebraciones Eucarísticas en español y catequesis; impulso el Movimiento Familiar Cristiano y los encuentros conyugales, formación para los hispanoparlantes y todo lo necesario para una pastoral eclesial incluyente, aun cuando al prin-cipio solo se les permitía realizar estas actividades en salones parroquiales o en las casas, en San José, Ca.“Pasó muchos años, aquí, en la Diócesis de Orange, de una manera especial en la parroquia de San Bon-ifacio y apoyando en casi todas las parroquias”, cuenta la hermana Teresita García, superiora de la comunidad de las Misioneras Eucarísticas de la Santí-sima Trinidad, Garden Grove, Ca.Las hermanas Catalina y Mary Car-men Watty iniciaron el servicio apos-tólico de la congregación en la Diócesis de Orange, con todo lo que implica el empezar una obra en la que siempre tuvieron el apoyo de los obispos, sacer-dotes y muchas personas que las fueron conociendo y tratando.La hermana Teresita recuerda que, tras la efervescencia surgida después del Concilio Vaticano II, la hermana Catalina ya había iniciado el traba-jo pastoral del Movimiento Familiar Cristiano en la década de los 70 en su comunidad de San José, California.“Ella fue una de las líderes princi-pales”, dijo la hermana Teresita. “Su interés en los matrimonios fue porque la familia es la base de la sociedad. Ella tenía ese carisma y se sabía los nombres de todos los que acompañaba espiri-tualmente”.Expresó que el amor por las almas surgía en la hermana Catalina como un regalo de Dios, así como le regaló la vida religiosa, o el sacerdocio para unos o el matrimonio para otros.“Dios también nos regala su amor e influye en las familias, porque Él quiere familias muy unidas, familias cristia-nas que vivan su fe al máximo”, dijo la hermana Teresita.EN LA LUCHA SOCIAL CON CÉSAR CHÁVEZCon su llegada a San José, Califor-nia, las hermanas Misioneras Eucarísti-cas de la Santísima Trinidad también participaron en la lucha por la justicia social e incluso apoyaron las protestas del legendario líder de los campesinos, Cesar Chávez, fundador de la Unión de Trabajadores Agrícolas (UFW).“Estaba en efervescencia la respons-abilidad de trabajar con los laicos”, sub-rayó la hermana Teresita. “participába-mos en las protestas en San Francisco y en Sacramento para que dejaran que los niños hispanos entraran a las escuelas primarias; en los 70’s si su apellido era hispano les ponían muchos obstáculos para que pudieran ser admitidos”.Sin embargo, la hermana Teresita García asegura que el mejor legado de la hermana Catalina Bayardo es y será su alegría y entrega en el servicio a Dios y a sus hermanos los hombres.De hecho, durante la Misa celebrada en su memoria en la iglesia de San Bon-ifacio pusieron una fotografía donde se le ve muy sonriente.“Hacia su trabajo, siempre con una sonrisa en el rostro; así fue siempre su entrega, servicio y disponibilidad con los matrimonios que venían a verla…in-clusive, cuando venían por ella, siempre estaba paradita detrás de la puerta. Esa era su disposición generosa y a mí eso me llamaba mucho la atención”.La hermana Catalina Bayardo Gómez escribió dos libros: “Educar con Amor y Responsabilidad” y otro titulado “Haz de la Misa tu Vida y de tu Vida una Misa” para Comprender como Amar y Vivir la Celebración Eucarísti-ca”. “Este último título del libro es una consigna que nos dio nuestro padre Fundador (Padre Pablo María Guzmán, Misionero del Espíritu Santo)”, dijo la hermana Teresita.El carisma y fin de la Congregación es glorificar a la Santísima Trinidad que implica “la Misión de ser, buscar y for-mar Adoradores del Padre en espíritu y verdad, tomar la conciencia de ser hijas de Dios y hermanas entre los demás y corresponder a un amor grande sabién-donos sus hijos e hijas, así lo vivió nuestra hermana Catalina”.