MIAMI (CNS) — La comunidad católica cubanoamericana del sur de Florida y otros admiradores de béisbol de los Marlins de Miami planeaban honrar a José Fernández con oraciones en el santuario cubano y una caravana fúnebre el 28 de septiembre, el día antes de un funeral privado.
Fernández, lanzador, o pitcher, y popular miembro cubanoamericano del equipo Marlins, murió el 25 de septiembre después de un accidente marítimo que también cobró las vidas de varios de sus acompañantes. Ellos andaban de paseo por la noche cuando la lancha que navegaban impactó un rompeolas cerca de Miami Beach.
Con los admiradores preparados para reunirse en West Plaza en el parque Marlins, los organizadores dijeron que la caravana fúnebre del 28 de septiembre partiría a las 2:16 p.m. hora local — 16 era el número de uniforme de Fernández — y entonces se movería hasta la Ermita de la Caridad, cerca Biscayne Bay en Miami, no muy lejos del lugar del accidente.
La procesión había de entonces de proceder hasta la iglesia católica St. Brendan en Miami, donde un velorio público estaba programado de 5 p.m. a 11 p.m. Un funeral privado para Fernández había de realizarse el 29 de septiembre.
Padre Juan Rumín Domínguez, rector de la Ermita de la Caridad, describió a Fernández como “la cara joven de la diáspora cubana”.
“Este es un joven que es fuente de orgullo para nosotros los cubanos, un ejemplo para nuestra comunidad y especialmente para los jóvenes cubanos”, dijo padre Domínguez.
“Él pudo alcanzar las metas más altas. Por eso él es ejemplo para nuestros jóvenes cubanos”, dijo el sacerdote. “Él demostró que con dedicación y esfuerzo uno puede lograr las más altas metas en este país”.
Se dice que otros clérigos en la región se refirieron a la tragedia en sus homilías y ofrecieron oraciones para Fernández el 25 de septiembre.
Fernández, de 24 años de edad, y otros dos hombres murieron temprano ese domingo cuando su bote llamado el SeaVee, de 32 pies, impactó un rompeolas rocoso que se extiende desde la punta sur de Miami Beach.
La Comisión de Conservación de Vida Silvestre de Florida continuaba investigando el choque. El médico forense del condado Miami-Dade todavía no ha divulgado los resultados del análisis de toxicología.
Admiradores de Fernández hicieron un memorial improvisado en la plaza frente a la entrada al parque de béisbol, dejando docenas de arreglos florales — margaritas, claveles, rosas y lirios resultando como la colorida personalidad de Fernández. También había velas, mensajes garabateados en pelotas, globos, fotos y camisetas.
Una portavoz para American Social Bar & Restaurant en Miami confirmó a la prensa el 27 de septiembre que Fernández estuvo en el establecimiento antes del choque. La cantina está frente al río Miami y permite que botes atraquen en la ribera.
Emilio Macías, de 27 años de edad, y Eduardo Rivero, de 25 años, también murieron en el accidente.
Desde la tragedia, los Marlins han estado en duelo mientras también regresan a jugar. En el partido nocturno del 26 de septiembre ellos derrotaron a los Mets en un partido emotivo y lacrimoso.
“Creo que la rutina del juego es muy buena para uno”, dijo el gerente Don Mattingly en un comunicado de prensa publicado en el sitio web de los Marlins. “Uno ha estado haciendo esto casi toda la temporada. Sí, sentimos que es casi como autopiloto, cogiendo los roletazos, tomando turnos al bate. Es casi mecánico. Así que hace bien estar en el campo. Se siente bien prepararse para un partido”.
Ana Rodríguez-Soto Contribuyó a este artículo.