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APAGUEN LA ESTACIÓN DE TV O RADIO DE LAS NOTICIAS Y HABLEN CON SUS HIJOS SOBRE LA TRAGEDIA, DICEN LOS EXPERTOS

By Carol Zimmermann, Catholic News Service     6/23/2016

WASHINGTON (CNS) — Como adultos que somos tratamos de asimilar las noticias sobre la masacre sucedida el 12 de junio en un club nocturno de Orlando, Florida; pero, al mismo tiempo debemos estar conscientes de que los menores de edad, incluso si no se ven expuestos mucho a recibir noticias, podrían tener muchas preguntas o temores sobre lo que sucedió allá.

La mejor manera de ayudarlos es hablar con ellos acerca de eso, según opinan los expertos.

El grado de profundidad de la plática depende también de la edad en la que se encuentren los menores; lo que significa que menores de menos de 6 años de edad en realidad no necesitan saber muchos detalles y no se les debe de exponer a demasiadas noticias sobre el tema. Los menores que se cuentan en el grupo de 7 a 13 años de edad pueden manejar las noticias básicas pero no necesitan saber todos los detalles gráficos. Los adultos deben platicar acerca de lo sucedido entre ellos, como también con adolescentes para indagar lo que piensan y para darles seguridad o sugerencias de ello.

“Habrá que asegurarles que las tragedias son raras, pero no se diga que nunca le van a pasar a uno; no podemos hacer hoy en día tal promesa”, dijo Joseph White, psicólogo infantil y autor de catequesis que reside en Austin, Texas, quien presentó el 16 de junio por el medio electrónico una conferencia en vivo para el periódico Our Sunday Visitor llamada: “Cuando estalla el desastre: Cómo ayudar a los menores de edad a que puedan sobrellevar tragedias, desastres y actos de terror”.

White empezó a trabajar con menores de edad que se han visto sujetos a eventos traumáticos cuando él todavía no se había graduado y estudiaba en la Universidad de Oklahoma.

Él se encontraba platicando con un consejero el 19 de abril del año 1995, cuando vio a través de la ventana una enorme nube causada por una terrible explosión sucedida en Oklahoma City.

La explosión sacudió a toda la comunidad, dijo, y muchas personas de la región sufrían de pesadillas nocturnas durante mucho tiempo y se sentían al borde de la desesperación, deseosos de saber la causa de lo que había pasado. Los menores de edad no fueron la excepción y también sintieron la sacudida y se sentían temerosos.

En una sesión de preguntas y respuestas de la conferencia electrónica en vivo, una persona dijo que era casi imposible mantener a los menores alejados de las noticias, incluso si se evitaban en el hogar pues los escolares hablan entre ellos sobre lo pasado.

En ese caso, White dijo que los padres y madres de familia deben de hablar con sus respectivos hijos e hijas sobre lo que han sabido para que puedan corregir falsos conceptos o aclarar algo. También les aconsejó a los padres que les enseñaran a sus hijos a poner límites y decirles a sus respectivos amigos o amigas que no quieren hablar acerca de los eventos relacionados con el asunto.

Los menores de mayor edad y los adolescentes deben de aprender a estar seguros, dijo, y a cerciorarse de ver a su alrededor, percibir lo que existe y conocer las salidas de seguridad de un salón u otra construcción en donde se encuentren.

En un diario electrónico, con el título de “Hablando con menores de edad acerca del terrorismo” (“Talking to Kids About Terrorism”) el autor, Thomas Gagliano, quien ha escrito libros dirigidos a cómo ser buen padre o madre, enfatiza que los menores de edad deben ser cautos y estar conscientes de sus alrededores, pero que no deben dejar de vivir y hacer lo que deseen.

“Asegúrenles a los menores de edad que tanto usted como otras figuras de autoridad como maestros, directores de escuela, policía, etc. saben de la situación y que hacen todo lo posible para protegerlos”, escribió.

Gagliano también exhortó a los padres y madres de familia a que tomen nota de lo que no les han dicho a sus respectivos hijos e hijas. “Lo peor que hacer es confundir a los menores diciendo una cosa y haciendo lo contrario. Decir que uno no tiene miedo y después cambiar los patrones de conducta y no ir al cine ” o transitar por grandes avenidas les envía un mensaje conflictivo y confuso a los menores de edad, dijo.

White añadió en su conferencia electrónica en vivo que ha habido un aumento de desórdenes de ansiedad en la niñez desde el año 2001, que se puede demostrar en miedo extremo de separación, pesadillas frecuentes, dolores de cabeza o inquietud, lo que se traduce en necesidad de que acudan a un consejero.

Y dijo que los padres y madres de familia, junto con los educadores deben animar a los jóvenes a ser “señal de la misericordia de Dios y a sufrir con los que sufren”.

Cuando pregunten qué pueden hacer, se les debe de decir que sean mensajeros de paz en la escuela o en el hogar, dijo. También habrá que enseñarles a que acepten diferencias y encuentren terreno común con otras personas.

Otro punto que los padres y madres de familia deben de considerar es que quizá sus respectivos hijos e hijas no tengan la misma reacción que ellos ante eventos trágicos como el ataque sucedido en el club nocturno de Orlando, Florida, al que acudían personas de diverso género; ataque que dejó un saldo de 50 personas muertas (incluyendo al pistolero) y a más de 50 heridas. Y esto puede ser (que tengan diferente reacción) porque los menores con frecuencia tienen otras cosas en mente.

También los menores no tienen la misma perspectiva que los adultos acerca de la discriminación o el terrorismo, lo que les hace ver lo sucedido a través de una lente diferente, dijo Bob Lichtenstein, director del programa de la escuela de psicología de “William James College” en Newton, Massachusetts.

“Quizá los menores de edad no estén listos o receptivos en un tiempo en particular para los esfuerzos que harían sus padres respectivos de lograr hacer que algo que sucede sea algo que se utilice para dar una lección de vida”, escribió en un foro electrónico dirigido a estudiantes de psicología graduados.

Pero su respuesta es la de “enseñarles de todas maneras. Las palabras y acciones de padres y madres de familia tienen efecto en los hijos e hijas mayor del que los padres se puedan dar cuenta en ese momento”.