CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — La decisión del papa Francisco de convalidar el matrimonio de dos asistentes de vuelo en el aire causó ondas de turbulencia en blogs católicos, donde abogados canónicos y pastores plantearon preguntas serias preguntando si el papa estaba mandando un mensaje de que el matrimonio no es algo muy serio.
Tres días después de casarlos, el papa siguió explicando a reporteros más sobre lo que sucedió, demostrando que él no tomó la decisión espontáneamente ni la pareja tampoco.
“Determiné que estaban preparados, que sabían lo que hacían”, dijo el papa a reporteros el 21 de enero durante su vuelo de regreso a Roma. “Ambos se habían preparado ante Dios, con el sacramento de la penitencia, y los casé”.
La bendición del matrimonio de los asistentes de vuelo de la aerolínea LATAM, Carlos Ciuffardi Elorriaga y Paula Podest Ruiz, se llevó a cabo durante el vuelo del papa entre Santiago, Chile, e Iquique el 18 de enero.
Cuando la pareja fue a la parte de atrás del avión y se lo contó a los reporteros, el asunto les sonó muy espontáneo.
Pero el papa Francisco le dijo a los reporteros más tarde que Ciuffardi también había trabajado en el vuelo papal hacia Temuco el día anterior; Podest, con quien él se había casado en ceremonia civil en 2010, no estaba trabajando en el vuelo del 17 de enero.
Así que el novio tuvo la oportunidad de hablar con el papa a solas. “Más tarde me di cuenta de que él me estaba probando”, le dijo el papa a los reporteros. Ellos hablaron sobre la vida, el matrimonio y la familia. “Fue una conversación agradable”.
Al día siguiente ambos asistentes estaban trabajando. Ellos le dijeron al papa que habían planeado casarse por la iglesia pero que temprano el día de su boda, el 27 de febrero de 2010, hubo un masivo terremoto en Chile y la iglesia colapsó.
La pareja terminó casándose en una ceremonia civil y tienen dos hijas. Ellos le dijeron al papa que planeaban reprogramar la ceremonia por la iglesia, pero seguían esperando.
“Los interrogué un poco y sus respuestas fueron claras, era para toda la vida, y me dijeron que habían tomado el curso prematrimonial”, dijo el papa a los reporteros. Él dijo que además “ellos estaban conscientes de que estaban en una situación irregular”.
En un artículo del 19 de diciembre acerca de la tripulación seleccionada para los vuelos papales, el periódico chileno El Mercurio había entrevistado a la pareja. Ya para entonces ellos plantearon la esperanza de que el papa Francisco bendijera su unión durante el vuelo. “Nos encantaría, es nuestro lugar, es nuestro segundo hogar”, dijo Podest, según el periódico.
“Uno de ustedes dijo que yo estaba loco al hacer esto”, el papa le dijo a los reporteros. “Pero ellos estaban preparados y si el sacerdote dice que están preparados y yo decidí que estaban preparados … los sacramentos son para la gente”.
“Todas las condiciones estaban allí, eso está claro”, él dijo. Así que, “porqué no hacerlo hoy”, de otra manera ellos podrían posponerlo otros 10 años.
“El papa vio la oportunidad”, dijo el cardenal Kevin J. Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
“Lo que él le está diciendo a los sacerdotes y a la iglesia es que el momento de Dios para conferirle sus bendiciones a cualquier persona no necesariamente depende de una regla o un reglamento”, dijo el cardenal a Catholic News Service el 23 de enero.
El cardenal Farrell dijo que cuando era obispo de Dallas no permitía que las parejas se casaran en un rancho o en un parque. Pero el papa no estaba celebrando una boda en el avión; él estaba convalidando un matrimonio y el cardenal Farrell, como la mayoría de los sacerdotes, ha hecho eso en una variedad de lugares, incluyendo habitaciones de hospitales. “Él hizo lo que cualquier buen pastor haría”.
“Pensé que fue un ejemplo que el papa estableció para todos nosotros, que no debemos estar esperando que la gente venga a nosotros, sino que nosotros debemos estar yendo a la gente”, dijo el cardenal. “Él salió de la sacristía” como ha pedido a los sacerdotes que hagan.
Convalidar un matrimonio en un avión “no es la norma general, pero es una manera de traer personas de vuelta a la iglesia, al redil”, dijo el cardenal. “¿Porqué no haríamos eso?”.
Monseñor Cuong M. Pham, funcionario en el Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, agradeció que el papa Francisco diera detalles adicionales después del evento. Pero aun antes de conocer esos detalles, para él estaba bien claro que “el Santo Padre, más que nadie, lo tomaría seriamente”.
“Es tarea del sacerdote que oficia asumir la responsabilidad y estar moralmente seguro de que las parejas que piden ser casadas estén preparadas y listas para el sacramento”, él dijo. Esa certeza es algo que observadores externos no pueden presumir que la tienen.
Además, él dijo, “como el legislador supremo, el Santo Padre tiene la autoridad de eximir y hasta cambiar las leyes meramente eclesiásticas, si lo determina apropiado”, incluyendo la expectativa del derecho canónico de que las bodas se lleven a cabo en iglesias. Aun así, que el papa oficiara una convalidación en medio del vuelo “no tiene la intención de que sea copiado”, añadió monseñor Pham.
Pero él también dijo que tiene la esperanza de que la extensión del papa hacia la pareja fomente que los sacerdotes sean más diligentes con las parejas que se han casado solamente en ceremonias civiles, también encontrando maneras de facilitar la convalidación de sus uniones.
El cardenal Farrell dijo que tiene la esperanza de que otras parejas católicas que se han casado fuera de la iglesia vean lo que hicieron el papa y los asistentes de vuelo y se den cuenta de que “la misericordia de Dios y la bendición de Dios y la compasión de Cristo están abiertas a todos”.