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EL AMOR DURADERO

UNA MISA ESPECIAL DE ANIVERSARIO DE BODAS EN LA CATEDRAL DE CRISTO CELEBRÓ A LAS PAREJAS CASADAS DURANTE MUCHOS AÑOS

By LARRY URISH     3/3/2017

¿Qué factores conducen a una pareja de la capilla a un tribunal de divorcio? ¿Cómo es que un compromiso “para toda la vida” de una pareja enamorada dura solo unos cuantos años…si acaso?

Tal vez sea las peleas por el dinero o argumentos sobre la crianza de los niños. O podría ser una mala comunicación o una relación ilícita. Y después llega el eslogan legal –comprobado y verdadero– de “diferencias irreconciliables”. En cualquier caso, el matrimonio se derrumba.

Pero, ¿es la institución del matrimonio en sí la que se está desmoronando? De acuerdo con el diario Orange County Register, el 50 por ciento de todos los matrimonios en los EE. UU. –y el 60 por ciento en California– terminan en divorcio.

Es incluso más devastador en nuestras propias comunidades. En el condado de Orange la tasa de divorcios es del 70 por ciento, una de las más altas de la nación, explica Michael Donaldson, director del Cuidado pastoral para las familias en todas las etapas de la diócesis.

Pero no es lo mismo en la comunidad católica.

Los católicos practicantes tienen el 31 por ciento menos probabilidades de divorciarse que las personas no religiosas, de acuerdo con “The Gospel Coalition”.

“Cuando Cristo es el centro del matrimonio para las parejas, existe una base sólida”, dice Donaldson. “Las parejas que rezan juntas, ponen sus vidas y su relación en las manos de Dios, con la confianza de que Él les ayudará en el transcurso de sus vidas. Cuando las parejas se basan únicamente en su propia fuerza y voluntad, las imperfecciones de la humanidad pueden llegar a ser agobiantes y abrumadoras”.

Después de todo, debemos recordar que el Sacramento del Matrimonio no se trata de bajar las estadísticas de divorcio; sino una celebración.

La Diócesis de Orange hizo eso exactamente, cuando el reverendísimo Kevin Vann celebró una misa especial de Aniversario de Bodas en el Arboreto de la Catedral de Cristo la noche del 10 de febrero.

Junto con unos 800 fieles, el obispo de Orange honró a los esposos y las esposas que han estado casados por lo menos 15 años, y al hacerlo, honró también el matrimonio ante Dios.

Después de la Liturgia de la Palabra –porciones de las mismas se leyeron en español y vietnamita, para reflejar la diversidad cultural del condado– el obispo Vann habló sobre el sacramento, con su propia mezcla cautivadora de conocimiento, sabiduría y humor anecdótico. Sus abuelos, señaló, se casaron en 1915 y permanecieron juntos por 64 años.

“Uno reflexiona sobre todo lo que vieron durante esos años: dos guerras mundiales; la Gran Depresión; vieron el matrimonio de mi madre; a mi tía convertirse en monja dominica. Vieron a un hombre en la luna”.

Enfatizó que la fe siempre fue el elemento clave que ayudó a mantener a la pareja feliz y prósperos.

“Mis abuelos tenían una amistad con Dios, y porque eran amigos de Dios, fueron capaces de enfrentar todos los retos, y lo hicieron en agradecimiento y alabanza a Dios”.

Al agradecer a las parejas en la audiencia, el obispo Vann dejó claro que la amistad es un atributo fundamental de todos los matrimonios fuertes.

“Durante esos años de amistad con Dios, le han enseñado a los demás acerca del amor y cómo ser amigos con Dios, con su ejemplo de amor –en todos los momentos de sus vidas, los buenos y los malos”.

Además, observó que, en los años que dirigió las clases de preparación matrimonial, al principio de su carrera, le gustaba preguntarles a las parejas cómo se habían conocido o cómo había sido la propuesta de matrimonio. De esto modo, hacía hincapié en una de las bases esenciales del matrimonio.

“Escuchaba una variedad de respuestas. Siempre decía: ‘De cualquier manera que se conocieron, de cualquier manera que se enamoraron, de cualquier manera que se propusieron matrimonio, en realidad, todo fue obra del Señor’”.

Después de la Liturgia de la Eucaristía, en la que el Coro Diocesano cantó “Amad a otros”, canción que se eligió específicamente para esta misa, el obispo Vann honró a los esposos y esposas al liderar la recitación de la Bendición de las parejas.

Dos de las parejas –Michael y Alice Chuck, y Robert y Joan Beamer– recibieron una ovación de 30 segundos cuando Donaldson anunció que ambas parejas estaban celebrando 72 años de matrimonio en el 2017.

También se llevó a cabo una recepción en el Centro Cultural, inmediatamente después de la conclusión de la misa, en donde las parejas honradas tuvieron la oportunidad de fotografiarse con el obispo Vann.

Después de posar con su esposa y el cordial obispo, Michael Chuck dio una respuesta simple y sencilla cuando le preguntaron cuál era la clave para un matrimonio de siete décadas: “Ser buenos cristianos”.

Su esposa, Alice, tomo un punto de vista laico, pero no menos pragmático: “Le doy a mi marido una orden”, dijo, en tono de burla, “y él siempre responde, ‘sí, querida’. No siempre estamos de acuerdo en todo –tenemos nuestros altibajos– pero nos respetamos y nos amamos, y trabajamos juntos”.

Joan Beamer, la esposa de Robert, tuvo una respuesta similar: “Trabajamos bien juntos. Esta misma mañana, él me ayudó a recortar las rosas”.

“Nos divertimos mucho juntos”, agregó. “Es importante mantener un buen sentido del humor. Durante la misa de esta noche, se quedaron sin vino para la Santa Comunión. Así que mi marido me dijo: ‘La próxima vez, voy a traer mi botella’”.

Al concluir su sermón, el obispo Vann agradeció a todas las parejas por su fe y compromiso con su pareja, y de nuevo hizo hincapié en la importancia de la amistad y la fe en un matrimonio exitoso.

“En este mundo dividido, complicado y algo secular, ustedes son testimonio de lo que significa ser amigos de Dios, y cómo fueron elegidos por Dios para vivir Su Plan para ustedes, y para todos nosotros. Dios los bendiga siempre”.