“La Renovación Carismática es una corriente de gracia que enseña que Dios está con nosotros, porque Él camina a nuestro lado y extiende sus brazos para brindar esperanza a sus hijos, la familia y la Iglesia, y por eso, quienes son parte de este movimiento experimentan en el corazón el fuego del Espíritu Santo y una vivencia de Cristo en las tribulaciones, en las luchas de todos los días y en la lucha por levantar los brazos para alabar a Dios”.
Así lo declaró José Nava Arteaga, presidente y fundador del ministerio católico “Viento más Fuego” en México, quien estuvo presente en el evento anual de Pentecostés, organizado por la Renovación Carismática Católica de la Diócesis de Orange.
“¡Aquí hay esperanza!”, fue el grito que suscitó la algarabía del pueblo católico. “Los muertos no son los que están en una tumba fría; los muertos son los que caminan y no tienen alma…así que todavía tienes esperanza, si rezas con fervor, creo en el Señor y dador de vida que es el Espíritu Santo, y si le crees a Dios, pon la mano en tu corazón y repítelo siempre”.
Con un mensaje lleno de fortaleza espiritual, Nava se dirigió a la multitud diciendo que el problema no es que el marido o la mujer estén en crisis, porque si se acaba un problema, después se presentara otro, pero la solución no es imposible de resolver, “porque Dios lo quiere y puede”.
“¡El problema es que nosotros Dios nos ha invitado a ser protagonistas en la vida, no a ser espectadores!”, dijo. “No sea que nos pase lo mismo que al profeta Ezequiel cuando Dios lo puso en el valle de los huesos secos para que contemplara la muerte y entendiera que no es más importante lo que ven sus ojos o lo que escuchan sus oídos, sino recordar y ver la palabra del ser de Dios”.
Y añadió: “Tú puedes contemplar tantas cosas y aun así ponerte triste; tener dificultades y los problemas te dirán que no hay esperanza ni solución, y preguntar como Ezequiel ‘¿Acaso crees que estos huesos tienen vida?’, (Ezequiel 37: 1-22) y si preguntas a tu hermano te dirá que sí, y de repente ves al marido o a la esposa que no quiere venir a las cosas de Dios y lo ves que ¡no es hueso seco, sino hueso reseco!”.
Sin embargo, consideró que lo más importante no es lo que ves a tu alrededor sino la respuesta que se da a la Palabra de Dios; y por ello la enseñanza del Espíritu Santo es un artículo de fe, Él es el Señor y dador de vida y creer que la fe es una respuesta a la palabra de Dios, por lo que Dios espera una respuesta personal.
liberado de las drogas y la homosexualidad
El predicador dijo que antes de su presentación en Anaheim recordó cómo Dios me había arrancado de la homosexualidad y las drogas.
Durante una hora santa en Veracruz, México, a la que acudieron 5,000 personas, un sacerdote le dijo: “Pepe Nava, ¿Por qué no vas con aquel padrecito [Emiliano Tardiff ] y le dices que en el nombre de Jesús te levante, pero yo era el predicador, y él me dijo, lo que hoy estoy predicando no es nada nuevo para ti, pero si la distancia de la cabeza al corazón es más grande, la palabra de Dios tiene que bajar al corazón”
Nava pasaba a un lado del escenario y escuchó una voz que le ordenaba “dile al paralitico que se levante”.
Obedeció al padre Emiliano Tardiff, sacerdote católico canadiense de la Congregación Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús, que está en proceso de beatificación y que fue pionero de la Renovación Carismática en la iglesia y en numerosos países de América Latina.
Yo pensé, ¡trágame tierra!”, dijo. “Pero me di cuenta de una cosa: se necesita la fe del enfermo para tener vida; Dios no se muere por necesidad, se muere de amor por ti”.
Aquella persona a la que se dirigió llevaba 20 años en la silla de ruedas. Y el hombre se le quedó mirando.
“El paralítico no era él, sino yo”, dijo Pepe Nava.