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EN FUNERAL CATÓLICO DAN ÚLTIMO ADIÓS A CANTANTE DE THE CRANBERRIES

By CATHOLIC NEWS AGENCY     1/24/2018

DUBLÍN (ACI) – En un funeral realizado este 23 de enero en la iglesia católica de Saint Ailbe, en el pueblo de Ballybricken (Irlanda), cientos de personas dieron el último adiós a la cantante Dolores O’Riordan, vocalista de la banda de rock The Cranberries.

Dolores O’Riordan falleció sorpresivamente el 15 de enero de 2018 a los 46 años. La policía local catalogó el fallecimiento como no sospechoso, pero señaló que un reporte sobre la causa de su muerte sería difundido en abril de este año.

La cantante irlandesa, cuyo nombre fue elegido por su madre Eileen, una devota católica, por Nuestra Señora de los Dolores, sufría de trastorno bipolar.

Días atrás, miles participaron en el velorio de la cantante en la iglesia de San José, en Limerick (Irlanda), su ciudad natal. El Presidente de Irlanda, Michael Higgins, ha expresado sus condolencias a la familia de Dolores.

El P. Liam McNamara, que presidió el funeral, destacó que la “personalidad amable y hermosa voz le ganaron numerosos admiradores”.

“Debe añadirse que la cifra de cuántos rescató de la oscuridad de la depresión es imposible de contar”, dijo, según recoge el diario irlandés The Irish Times.

El sacerdote, también amigo de la familia O’Riordan, aseguró que “no hay palabras adecuadas para describir a Dolores o para indicar con precisión la influencia para el bien que ha tenido a lo largo de los años”.

Recientemente, el Arzobispo de Cashel y Emly, Mons. Kieran O’Reilly, destacó que “muchos corazones en Irlanda y alrededor del mundo están llenos de tristeza tras conocer la noticia”.

“Dolores puso sus talentos dados por Dios al servicio de los demás”, destacó el Prelado, y añadió que “sus dones han resonado en las vidas de muchos y continuarán haciéndolo mientras su música y sus canciones continuarán siendo tocadas y escuchadas”.

Mons. O’Reilly recordó que la cantante “dijo que la Iglesia había nutrido su desarrollo como artista y músico y, para ella, su fe era siempre importante, una fuente de fortaleza en su vida”.

Dolores se encontró dos veces, en 2001 y 2002, con San Juan Pablo II en la Santa Sede, y cantó en el concierto de Navidad del Vaticano a invitación del Papa Francisco en 2013.

El Arzobispo irlandés recordó que “en una entrevista, tras reunirse con el ahora Santo Papa Juan Pablo II, Dolores dijo que su fe era una de sus más grandes influencias musicales”.

Al funeral de la cantante asistieron sus tres hijos –Taylor, Molly and Dakota–, su madre, su hermana Angela y sus hermanos Terence, Brendan, Donal y Joseph. También estuvo presente su ex esposo, Don Burton.

Sus antiguos compañeros de The Cranberries y Ali Hewson, esposa del cantante de la banda irlandesa U2, Paul Hewson, conocido como Bono, asistieron también a la ceremonia.

La ceremonia comenzó con el Ave María, interpretado por Dolores junto al también fallecido tenor Luciano Pavarotti, y durante la Comunión se escuchó la versión del Panis Angelicus interpretada por la cantante irlandesa.

Tras el funeral, Dolores O’Riordan fue enterrada en una ceremonia privada y familiar.