El ex alcalde de Los Ángeles, Richard Riordan la llamó “La Madre Teresa de Los Ángeles”. Ella era la Hermana Alice Marie Quinn, M.C. (Misionera de la Caridad), la congregación religiosa católica establecida en 1950 por santa Teresa de Calcuta para ayudar a los más pobres.
Alice Marie Quinn, fundadora del programa “Alimentos sobre Ruedas” (“Meals on Wheels”) de San Vicente, murió el viernes 23 de junio en el Centro Médico de San Vicente, a la edad de 82 años, después de una breve enfermedad. Estaba acompañada por su familia y las Hermanas de la Caridad Nació el 15 de junio de 1935 en Chicago, Illinois.
En la actualidad, St. Vincent Meals on Wheels prepara y entrega más de 4,000 comidas cada día, y entregas semanales de desayunos en Los Ángeles a más de un millón de personas al año.
Con un espíritu de generosidad a través de su compasión, liderazgo y sabiduría, ella se preocupaba no solo de lo que comían los clientes, sino también de cómo se sentían, de su comodidad y dignidad.
Antes de fundar St. Vincent Meals on Wheels, el 7 de julio de 1977, la Hermana trabajó en el St. Vincent Medical Center como subdirectora de su departamento dietético. Descubrió que muchas personas pobres y ancianas que vivían en apartamentos cerca del hospital no comían bien o regularmente. Y notó que sufrían en su bienestar físico y mental.
Decidida a hacer la diferencia, una noche, en un salón de la iglesia local, preparó una olla de estofado para 83 personas de la tercera edad. Ese acto llevó al Programa de Nutrición para Mayores de San Vicente y se expandió en St. Vincent Meals on Wheels.
“En el principio, sólo fuimos nosotros y unos cuantos recipientes de estofado. Pero la respuesta fue tremenda, y se hizo imposible ignorar la gran necesidad en la comunidad”, dijo en alguna ocasión la Hermana Alice Marie. “Con los años se convirtió en mucho más que platos de comida; se convirtió en amistad, familia y alimento para el alma”.
rodeada de ángeles
“Dios es que hizo posible la obra de la Hermana Alice Marie para alimentar a tanta gente”, dijo la Hermana Betty Marie Dunkel, M.C. “Cuando no había dinero, ella se iba a rezar y Dios le respondía. Ella estaba rodeada de muchos ángeles, coleccionaba ángeles en su oficina y los ángeles de la tierra le respondían”.
La Hermana Marjory Ann Báez, MC, Visitadora, Hija de la Caridad en Provincia de Occidente, quien conocía desde 1975 a la Hermana Alice Marie Quinn realzó que, a pesar del dolor de haberla perdido, “en el cielo hay alegría por un nuevo ángel”.
“La Hermana Alice Marie, con su ejemplo de vida nos mostró a Cristo y su compasión”, dijo.
El martes 27 de junio, en la Iglesia Católica de San Vicente de Los Ángeles se celebró un rosario y una Misa de Resurrección en memoria de la Hermana Alice Marie Quinn.
La homilía del sacerdote y hermano de ella, Rev. Bernard Quinn (M.C.) fue en referencia al Evangelio de san Mateo y el juicio final: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria rodeado de todos sus ángeles, se sentará en el trono de gloria, que es suyo…Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha…”.
una mujer amorosa y generosa
“Ella era una mujer que encontró a Cristo en los pobres”, destacó el Padre David Nations, párroco de San Vicente. “Yo fui a servir alguna vez en Meal on Wheels y pude notar que ella entendió que misión y visión era servir a los pobres y a los más vulnerables”.
Por su parte, Alma Arredondo, ex presidenta de la Fundación de las Hermanas de la Caridad elogió la vida y obra de la Hermana Alice Marie y señaló que su ejemplo se mostró en la manera que trató a los más desafortunados.
“Ella fue una mujer que estudió y nació para servir a la gente necesitada, a los ancianos, a los más desamparados”, dijo Arredondo. “Ella mostró en su rostro la sonrisa de Jesús para todos; por ello creo que hay alegría en el cielo, ya hay un ángel más que nos va a seguir cuidando”.
Después de una Misa celebrada por el Arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, los restos mortales de la Hermana Alice Marie Quinn fueron depositados para su descanso eterno en el Cementerio La Resurrección, en la ciudad de Montebello.
Ella fue precedida en la muerte por sus padres, Jim y Alice Quinn, su hermana, Alice Sánchez y sus hermanos James Quinn Jr. y Gerald Quinn. Le sobrevive su hermana Bridget Johnson y numerosos sobrinos y sobrinas.