Su Excia. Rvma. Mons. Kevin Vann, obispo de Orange, bautizará a los elegidos y recibirá a los candidatos a la plena comunión en la Iglesia Católica durante la Solemne Vigilia Pascual que se celebrará en la catedral de la Sagrada Familia de Orange el 26 de marzo de 2016 a 7:45pm. En toda la Diócesis de Orange cerca de 1.000 personas serán bautizadas y más de 600 candidatos bautizados serán recibidos en la plena comunión. “Hemos sido bendecidos como Diócesis al bautizar tantos nuevos católicos en este Sábado Santo. Esta ceremonia es la vigilia más significativa de la Iglesia y el punto más significativo de la Iglesia y el punto culminante del año litúrgico”, dijo Mons. Vann.
Esta ceremonia se compone de cuatro partes principales: El Rito de la Luz, la Liturgia de la Palabra, la Iniciación Cristiana y Renovación de Votos Bautismales, y la Santa Eucaristía. La primera parte de la ceremonia, el Rito de la Luz, comienza fuera de la iglesia en la oscuridad. La oscuridad representa el mal, el engaño y el pecado y permite al creyente reflexionar sobre la oscuridad que se encuentra en el mundo. Los fieles se reúnen alrededor de una hoguera también conocida como Fuego nuevo, o Fuego pascual. Esta parte de la vigilia consiste en bendecir el Fuego nuevo y encender el Cirio pascual, que simboliza la luz de Cristo resucitado. El sacerdote llevará el cirio pascual encendido a la cabeza de una procesión hacia el interior de la iglesia y en tres puntos se detendrá y cantará “Luz de Cristo”, a lo que el pueblo responderá “Demos gracias a Dios”.
Una vez que la procesión haya entrado en el santuario, se canta el Anuncio pascual o Exultet. Este antiguo himno de alabanza relata los actos salvadores de Dios en la historia, y le pide a Dios que acepte el Cirio pascual, ya que disipa la oscuridad de la noche al igual que Cristo, que derrama su graciosa luz sobre toda la humanidad. Las personas se sientan para la segunda parte de la ceremonia, la Liturgia de la Palabra. Esta liturgia se compone de siete lecturas sobre la historia del pueblo de Dios y una lectura de una Epístola. A continuación, las velas del altar se encienden, las campanas suenan, y se canta el Aleluya (que no había sido utilizado durante los 40 días de Cuaresma), todo en preparación de la proclamación de la resurrección que se encuentra en la lectura del evangelio. La lectura del Evangelio describe la resurrección de Jesús y la Homilía, que explica las lecturas y el significado de la resurrección de Cristo, ayuda a los presentes a reflexionar sobre el significado de la resurrección de Cristo en sus propias vidas.
Después de la Liturgia de la Palabra, se lleva a cabo la tercera parte de la vigilia. Todos los elegidos y candidatos para la entrada en la iglesia se unen a la congregación en la invocación de los santos por medio de una antigua letanía. El obispo entonces bendice el agua dentro de la pila bautismal para preparar para los bautismos. A continuación Mons. Vann pedirá al grupo renunciar al pecado y profesar su fe en Cristo. Una vez que esta parte de la ceremonia se concluye, los elegidos son iniciados en la Iglesia, siendo bautizados dentro de la fuente. El bautismo es una entrada sacramental en la vida cristiana y el comienzo de un peregrinar hacia Dios. El agua identifica al creyente con la Santa Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, y al creyente con Cristo en su muerte, sepultura y resurrección, y es un acto de obediencia para el creyente. Después que los elegidos hayan sido bautizados, Mons. Vann rociará a los feligreses que asisten con el agua bautismal recientemente bendecida.
Después de la ceremonia de bautismo se lleva a cabo la profesión de fe para aquellos que ya han sido bautizados y que convierten de otras tradiciones cristianas. Se les pregunta a estos candidatos si rechazan el pecado, rechazan el atractivo del mal y rechazan a Satanás y se les pide expresar su fe en el Credo. A continuación, el recién bautizado y los que han hecho su profesión de fe comparten en la celebración de la Confirmación, cuando los católicos completan los Sacramentos de la Iniciación se confirman en la Iglesia Católica a través del don del Espíritu Santo. Todos los recién bautizados y los que han hecho su profesión de fe se quedan parados con sus padrinos y madrinas, mientras Mons. Vann los unge con el crisma, un aceite perfumado que había sido bendecido unos días antes en la misa crismal.
La parte final de la Vigilia de Pascua es la Santa Eucaristía. Todos los sacramentos y los preparativos de la noche culminan en la Santa Eucaristía, el sacramento definitivo de la iniciación. Por primera vez, los candidatos y los elegidos reciben el cuerpo y la sangre de Jesucristo a través de la santa comunión. Este sacramento es considerado como un encuentro íntimo con Cristo, en el que las personas reciben a Cristo en sus cuerpos, bajo las especies del pan y el vino consagrados. Este santo sacramento es el paso final en su iniciación en la Iglesia Católica y el comienzo de su peregrinar con Cristo. Se lleva a cabo de acuerdo con la última cena celebrada por Jesús, en la que pide a sus discípulos que “hagan esto en memoria mía”.