En palabras de Mark Spitz, ex medallista de natación olímpica en EE. UU., “si no se prepara, se está preparando para el fracaso”.
Palabras fuertes, pero cuando se aplican a la planificación de nuestra propia muerte, la visión de Spitz es profética. Las estadísticas señalan que el 70 por ciento de los estadounidenses no cuentan con un plan para después de su fallecimiento.
Nuestra negligencia al no dejar un plan para después de nuestro fallecimiento puede causar que nuestra familia superviviente agregue al estrés emocional y las dificultades financieras en un momento en el que no podemos darnos ese lujo.
Entonces, ¿cuándo es el momento oportuno para redactar un testamento o un fideicomiso?
George Bean, un abogado de Tustin familiarizado con la planificación testamentaria, recomienda hacerlo tan pronto como sea posible. “Uno debe redactar un testamento o un fideicomiso para su patrimonio tan pronto como haya acumulado bienes, como una cuenta de jubilación 401K, una casa, hijos, etc.”, señala Bean.
Bean dijo que iniciar una conversación sobre la muerte con seres queridos es un tema incómodo, pero una opción pragmática. “Es difícil hablar de nuestra muerte porque vivimos toda nuestra vida sin pensar en morir, pero es inevitable; todos vamos a morir algún día”, añade Bean. “El Padre Tiempo está invicto”.
Fallecer sin un testamento o un fideicomiso puede obligar a los familiares sobrevivientes a una larga y costosa batalla judicial. Los retrasos en el tribunal testamentario son extensos y los testamentos pueden tomar hasta dos años cuando no existe un plan de sucesión.
Además, cuando no se nombra a un ejecutor en un testamento, los tribunales le asignan un ejecutor y un abogado, y sus honorarios se pagan directamente de la herencia, por lo que habrá menos dinero para los seres queridos del fallecido.
“La planificación anticipada aliviará el dolor y ayudará a reducir la carga para su familia sobreviviente en el futuro”, enfatiza el planificador financiero Mark Connolly.
Connolly recomienda, como mínimo, redactar un testamento y nombrar a un individuo de confianza con poder legal de representación, quien manejará sus asuntos financieros cuando ya no pueda hacerlo usted mismo.
Además, nombrar a alguien con poder de representación para la atención biosanitaria es fundamental, por lo que las decisiones de salud se pueden tomar en su nombre y sus preferencias para las decisiones de fin de la vida se pueden comunicar claramente. Así mismo, tomar medidas inmediatas para lograr el cumplimiento con las directrices de HIPAA (Ley de Transferibilidad y Responsabilidad del Seguro Sanitario, por sus siglas en inglés) es altamente recomendable para dar a las personas el control sobre el uso y la divulgación de su información de salud por las entidades prescritas.
“El elegir a una sola persona para administrar todas estas responsabilidades es exigente, por lo tanto, las personas deben considerar la selección de varios amigos o familiares de confianza para gestionar estas funciones”, añade Connolly. “Si no se hace a tiempo, entonces su familia corre el riesgo de que un juez tome las decisiones por usted, y esas decisiones no serán precisamente los deseos del difunto”.
Las personas deben reunirse con un planificador o abogado de patrimonios para diseñar un fideicomiso, incluyendo la identificación de los beneficiarios, especialmente si son divorciados o con segundas nupcias, o tuvieron hijos o nietos después de establecer el plan de jubilación. Las personas tienden a descuidar la actualización periódica de estos documentos y, cuando ocurren cambios en la vida, los beneficiarios que figuran en el fideicomiso o en un testamento pueden no ser exactamente los destinatarios de la persona en el momento de su fallecimiento.
La planificación avanzada resulta vital cuando existen circunstancias especiales para las necesidades educativas y médicas de los niños.
Don Hunsberger, abogado y funcionario de la Junta de Directores de la fundación OCF, ofrece conferencias periódicas sobre testamentos y fideicomisos para los feligreses del condado de Orange. Su objetivo principal es proporcionar información para que el público pueda tomar decisiones informadas. Hunsberger entrega a los feligreses información sobre cómo comenzar a crear su propio plan avanzado y guía de patrimonio. Identifica los recursos disponibles y los beneficios del gobierno.
Tim Porras, gerente de planeación anticipada de los Cementerios Católicos del condado de Orange, dijo que, según el Directorio de Funerarios Nacionales, el costo de los funerales se duplica cada 10 años.
De los 1.3 católicos registrados en el condado de Orange, Porras estima que el 80 por ciento no tienen un plan avanzado completo.
Porras dijo que la edad promedio en la que la población comienza a hacer arreglos de planificación es en los 40 años.
“Las personas de ese grupo de edad empiezan a experimentar la pérdida de amigos y familiares”, agrega Porras. “Se necesita una persona madura para darse cuenta de que no van a vivir por siempre y tomar decisiones de planificación”.
Porras subrayó que la planificación se hace para el beneficio de los familiares sobrevivientes. También indicó que las personas pueden cerrar la transacción con los costos de hoy en día, y pagar los arreglos funerarios con antelación en los cuatro cementerios católicos del condado de Orange.
La planificación avanzada permite a las personas recopilar la información y crear un plan lógico con una mente clara, en lugar de tomar decisiones sobre la marcha cuando un miembro de la familia muere inesperadamente.
Puede encontrar más información sobre la planificación avanzada, incluyendo talleres sobre testamentos y fideicomisos, en el sitio web de la Fundación Católica de Orange en www.ocfpg.org.